JANUS.NET, e-journal of International Relations
ISSN: 1647-7251
Vol. 6, n.º 1 (Maio-Outubro 2015), pp. 108-124
La energía en la agenda pública: cambios en Bolívia con «proyección» en el contexto contíguo
Natalia Ceppi
constituye en una de las regiones del mundo donde energía y política poseen una
conexión especial. Esto no implica desconocer la existencia de esta vinculación en otras
partes del mundo, sino subrayar que en el caso de los Estados latinoamericanos, los
energéticos son un elemento significativo a la hora de hacer política (2006: 90-91).
Este argumento puede observarse con claridad en Bolivia donde tras el colapso de la
industria del estaño en 1985, "el gas se convirtió en el recurso natural más importante
del país" (Gordon & Luoma, 2008: 89) y por ende, la principal fuentes de ingresos
públicos. Como era de esperarse, a partir de entonces, la explotación de los
hidrocarburos ha sido - con diferentes connotaciones - central al momento de tomar
decisiones en materia político-económica.
Al igual que aconteció con sus vecinos, Bolivia no quedó exenta de la ola neoliberal
propia de la década del noventa y YPFB fue una de las primeras empresas públicas en
quedar en manos de los operadores extranjeros durante la primera presidencia de
Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997). De acuerdo con Campodónico, el caso
boliviano se inscribe conjuntamente con Argentina y Perú como los referentes en
materia de privatización de sus industrias energéticas en Sudamérica. Sin desconocer
que cada país tuvo rasgos específicos, sus respectivos gobiernos reformaron los marcos
legales para incentivar la presencia de inversión extranjera en el upstream y
downstream del sector (2007: 40-42)
4
La transnacionalización de YPFB fue posible gracias a la Ley de Capitalización 1544 de
1994 y a la Ley de Hidrocarburos 1689 de 1996 que sentaron las bases jurídicas para
pasar “de una visión de economía hidrocarburífera estatal, que tuvo una vigencia de 60
años, a una de total privatización” (Villegas Quiroga, 2004a: 74). Producto de la
capitalización de YPFB se crearon tres unidades operativas en calidad de sociedades
anónimas mixtas: Chaco y Andina – encargadas de la exploración y la producción - y
Transredes, que aglutinó la capacidad de transporte. Así YPFB, empresa emblemática
para la sociedad boliviana, atravesó un proceso de desmembramiento que limitó su
accionar a la provisión del hidrocarburo a los mercados de exportación (Villegas
Quiroga, 2004a: 76). Asimismo, debe agregarse que su capitalización –justificada en la
búsqueda de crecimiento económico y bienestar de la población- no tuvo repercusiones
positivas en los indicadores socio-económicos nacionales. Al contrario, las estadísticas
dan cuenta que desde una perspectiva general, las políticas de apertura y liberalización
económica habían favorecido la construcción de una sociedad más pobre y desigual
(Nogales Iturri, 2008). A finales del año 2005, es decir, coincidente con el primer
triunfo electoral de Evo Morales, la pobreza moderada alcanzaba al 60.6% de la
población; la pobreza extrema al 38.2% y el Coeficiente de Gini era de 0.60 (UDAPE,
Información Estadística: s/f). Estos datos tienen similitud con la información brindada
. Como complemento, Sánchez Albavera &
Altomonte sostienen que las reformas energéticas que se llevaron a cabo en los
Estados latinoamericanos en dicho período fueron ‘similares’ en cuanto a sus orígenes y
motivaciones. Existía una creencia generalizada que el modelo de gestión con
protagonismo estatal había ingresado en su fase de agotamiento – muchas empresas
estatales estaban en una grave situación financiera producto de la crisis de la deuda de
los ochenta - y que el juego de la libre oferta y demanda otorgaría eficiencia a la
industria (1997: 29).
4
Entre las reformas generales más destacadas, se encuentran: la reducción del porcentaje de regalías a
pagar por parte de las transnacionales, la flexibilización de las condiciones de inversión, la no
obligatoriedad de compartir los descubrimientos con el Estado y la liberalización del mercado de
combustibles, entre otros.