OBSERVARE
Universidade Autónoma de Lisboa
ISSN: 1647-7251
Vol. 6, n.º 2 (Novembro 2015-Abril 2016)
Artigos
Gisela Pereyra Doval - La formación de coaliciones: el caso de Brasil en los BRICS - pp. 1-
15
Ornela Fabani - Un acercamiento a socios no tradicionales: la evolución del vínculo entre la
Argentina y las monarquías del Golfo durante las administraciones de Cristina Fernández
(2007-2015) - pp. 16-33
Richard Rouseau - Russia’s “Conservative Modernization”: How to Silence the Voices of the
Opposition - pp. 34-46
Sandrina Ferreira Antunes - “Scottish Referendum 2014: the political process before and
after the “no” vote” - pp. 47-64
Carolina Alves Pereira - A ligação segurança-desenvolvimento na agenda global para o
desenvolvimento pós-2015 - pp. 65-79
Recensão Crítica
Matheus Gonzaga Teles - The Twenty Years Crisis, 1919-1939. An Introduction to the
Study of International Relations (2001). Brasília: Editora Universidade de Brasília: 305 pp.
ISBN: 85-230-0635-4 - pp. 80-84
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Vol. 6, n.º 2 (Noviembre 2015-Abril 2016), pp. 1-15
LA FORMACIÓN DE COALICIONES: EL CASO DE BRASIL EN LOS BRICS
Gisela Pereyra Doval
gpdoval@gmail.com
Dra. en Relaciones Internacionales (UNR). Investigadora del Consejo de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas (CONICET). Profesora Adjunta de Problemática de las Relaciones
Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la misma
Universidad. Coordinadora General del Programa de Estudios Argentina-Brasil (PEAB) de la
Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario
(Argentina). Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET).
Resumen
En este artículo se destaca la importancia de pertenecer a un grupo que ejerza presión a
nivel internacional mediante una coalición que persiga objetivos similares. El proceso de
construcción de coaliciones ha ocupado un lugar central en las negociaciones multilaterales
brasileñas para equilibrar las fuerzas centro-periferia, pero también en lo que respecta a las
posibilidades que tiene este país de pertenecer al club de los poderosos. Sostenemos que el
grupo BRICS es un escalón en las ambiciones brasileñas en este último sentido. Asimismo,
subrayamos los puntos de vista en común así como las diferencias de estos cinco países a
nivel multilateral. El objetivo de este artículo es a partir de analizar la estrategia brasileña
de formación de coaliciones dilucidar qué tipo de coalición forman los países del llamado
BRICS y establecer cuales son las ventajas y desventajas de la participación brasileña en el
mismo.
Palabras clave:
Brasil; coaliciones; BRICS; multilateralismo; cooperación sur-sur
Como citar este artículo
Doval, Gisela Pereyra (2015). "La formación de coaliciones: el caso de Brasil en los BRICS".
JANUS.NET e-journal of International Relations, Vol. 6, N.º 2, Noviembre 2015-Abril 2016.
Consultado [online] en fecha de la última visita,
observare.ual.pt/janus.net/pt_vol6_n2_art01
Artículo recibido el 11 de Junio de 2015 y aceptado para su publicación en el 30 de
Setiembre de 2015
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La formación de coaliciones: el caso de Brasil en los BRICS
Gisela Pereyra Doval
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LA FORMACIÓN DE COALICIONES: EL CASO DE BRASIL EN LOS BRICS
Gisela Pereyra Doval
Introducción
Con el ascenso de Lula a la presidencia, Brasil se ha instalado en el sistema
internacional con más fuerza que en el pasado. A pesar de que su presencia fue
permanente y sostenida, la internacionalización política y económica que ha atravesado
este país en la era Lula no tiene precedentes en su historia. Como sostienen Soares de
Lima & Castelan (2012), existen tres instancias en las cuales Brasil ha resaltado:
1. por medio de la internacionalización de empresas – públicas y privadas - y de sus
inversiones, con un fuerte apoyo estatal;
2. por medio de la construcción de instancias de concertación política y participación en
coaliciones articuladoras de posiciones comunes en foros multilaterales; y
3. por la cooperación para el desarrollo en que Brasil ha pasado de ser recipiendario
neto a ser también dador de los países de menor crecimiento relativo.
Es la segunda instancia la más importante para este trabajo ya que refleja la
importancia de pertenecer a un grupo que ejerza presión a nivel internacional mediante
una coalición que persiga objetivos similares. En este punto, y a pesar de que Vigevani
& Cepaluni (2007) llaman al modelo adoptado por Lula da Silva Autonomía por la
Diversificación, consideramos que Autonomía por la Coalición es la expresión correcta
para referirse a la política externa de Da Silva, ya que su rasgo más característico fue la
constante búsqueda de socios para formar coaliciones y así coordinar políticas en foros
comunes. El proceso de construcción de coaliciones ha ocupado un lugar central en las
negociaciones multilaterales brasileñas en lo que respecta a las perspectivas de
equilibrar las fuerzas centro-periferia (Nunes de Oliveira, Onuki & de Oliveira, 2006).
En este sentido, vale aclarar que a pesar de la acusación de que la formación de
coaliciones del gobierno de Da Silva fue un retorno al tercermundismo setentista, la
forma que adoptan las coaliciones en esta era es totalmente distinta pues mientras que
las coaliciones de la década del setenta eran defensivas, en contra de un orden
internacional injusto, en el siglo XXI, las coaliciones son grupos ofensivos, con
capacidad de respuesta ante el orden y el suficiente margen de acción como para poder
proponer agendas y hacerse oír a nivel internacional.
Con respecto a lo anterior, también es interesante resaltar que la formación de
coaliciones con países de un mismo status, le ha dado a Brasil la posibilidad de actuar
en los organismos internacionales y en negociaciones multilaterales con un perfil de
balancing, en lugar del tradicional bandwagoning de los países periféricos. Es decir,
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Brasil es un país que dejó de ‘sumarse’ a las decisiones de los estados fuertes del
sistema internacional. La idea de “necesidad de acordar” con las reglas impuestas por
otros, implicaba falta de opciones. Sin embargo, con el gobierno de Da Silva, otras
posibilidades se abrieron con el objetivo de poder ejercer un balance mediante la
presión de varios estados, unidos en busca de un mismo objetivo.
En este sentido, también podríamos hablar de la posibilidad que dan este tipo de
coaliciones en cuanto a que de ser un país rule taker, se pueda pasar a ser un país rule
maker. Como plantea Arbilla (1997), la autoidentificación de Brasil como un mediador o
“constructor de consensos” operacionaliza la necesidad estratégica de Brasil de reforzar
los mecanismos de cooperación Sur-Sur, pero también Norte-Sur, para sacar provecho
de la aproximación con los estados emergentes sin comprometer los intereses políticos
y económicos consecuentes con una confrontación con los países del Norte.
De modo similar, podemos utilizar la acepción explicada por Lechini de Geometría
Variable. Como plantea la autora,
“En aviación, un ala de geometría variable es una configuración de
ala que permite alterar su plataforma para diversas condiciones de
vuelo, posibilitando aprovechar las ventajas de la aerodinámica de
un ala en flecha a altas velocidades mientras que se evitan sus
desventajas a bajas velocidades” (2008: 178).
Así, Brasil jugaría con los mismos actores en distintos escenarios mediante un
“(…) sistema de construcción de alianzas que pueden coexistir o
superponerse, para generar un entramado de relaciones que
permita adquirir mayores márgenes de autonomía en el contexto
internacional” (Lechini, 2008: 178).
En este sentido, el multilateralismo selectivo sería más un legado que un principio. Esto
es porque se considera una política pragmática en donde se puede aumentar el margen
de maniobra, vocalizar las demandas y, finalmente, cambiar las normas consideradas
injustas así como crear nuevas normas aceptadas por el resto de los países del sistema
internacional (sobre todo los periféricos mediante un activismo interno). De esta forma,
acordamos con Eiras cuando plantea que Brasil es uno de los países con voz en el
sistema internacional que alcanzó un papel prominente en las discusiones
internacionales, que no solo participa de los grupos más importantes sino que es
permanentemente invitado a participar de otros encuentros.
“Destaca-se, entre outras, as questões de energia e mudanças
climáticas, as de commodities agrícolas, e a não proliferação
nuclear (estamos, talvez junto com Japão e Alemanha, entre os
países mais importantes sem armas nucleares, atuando como uma
espécie de garoto-propaganda internacional)” (2011: 9).
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Cabe remarcar que este trabajo está centrado, sobre todo, en la gestión Da Silva,
aunque no se desconoce que la actual presidencia ha bajado cada vez más su perfil en
cuanto a política exterior. Sin embargo, si se puede establecer una línea de continuidad
en cuanto a la relevancia de las parcerias estratégicas. Denominamos parcerias o
alianzas estratégicas, a aquella
“(…) relación interestatal que por diversos motivos y factores se
distingue en cuanto a consideración e importancia del resto de las
relaciones bilaterales que componen el universo diplomático de un
país” (Cortés & Creus, 2009: 120).
En algunos casos, que incluyen el que nos ocupa en esta oportunidad, osar poner en
riesgo una de estas parcerias estratégicas se configura como una temeridad, inclusive
en el mundo Rousseff.
De todas las coaliciones que Brasil ha sido partícipe o artífice, este artículo se ocupará
exclusivamente de los BRICS y del lugar que Brasil tiene en el grupo. Creemos que de
todos los grupos que Brasil conforma, este es el que tiene o tendrá mayor impacto
económico y mayor capacidad de influencia en el orden global en los próximos años
(Almeida, 2010b).
El surgimiento de los BRICS
Los BRICS son un grupo muy particular. Normalmente se nombra a un grupo a partir de
la conformación del mismo y de las características que adquiere en su práctica; sin
embargo, con los BRICS fue todo lo contrario. A partir del acrónimo utilizado para las
economías de Brasil, Rusia, India y China por parte del banco inversor Goldman Sachs
en su reporte del año 2001 (O’Neill, 2001), estos países han hecho esfuerzos para
encontrar denominadores comunes, posibles complementariedades y posibilidades de
actuación conjunta. Como plantea Baumann,
“Este é provavelmente um caso sem precedente histórico, no qual
um acrônimo é convertido em motivação expressiva de esforços
diplomáticos e de iniciativas comerciais” (2010: 5).
En el año 2006 el término dio origen a un agrupamiento propiamente dicho que, hasta
el momento, originó más de 70 reuniones a los más altos niveles, incorporando al
quinto miembro – Sudáfrica - en la III Cúpula de los BRIC
1
Sobre todo a partir del 2008 - año en que se desencadenó la crisis financiera
internacional - la hipótesis de que en un futuro China e India serán los mayores
proveedores de bienes manufacturados y servicios, respectivamente, mientras que
en Sanya (China).
1
Estas Cúpulas tienen nivel de Jefes de Estado/Gobierno.
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Brasil y Rusia también serán países dominantes en cuanto al abastecimiento de
materias primas se tornó fundamental para la actuación en la práctica. En esta línea de
pensamiento, según Armijo & Sotero (2007), la coherencia de agrupar a estos países es
que pueden llegar a tener un tipo de influencia similar o implicancias equivalentes en el
sistema político y económico internacional. Es decir, la idea es que estos estados
podrán, en un futuro no muy lejano, alterar las condiciones de las interacciones
internacionales para el resto de los actores, sean estos estados, empresas
multinacionales u organizaciones internacionales, aumenta no sólo la importancia para
el análisis académico, sino también de las posibilidades de actuación conjunta y de los
debates acerca del papel que podrían desempeñar la suma de las cinco economías
emergentes más importantes gana importancia en la agenda económica y política.
Fue justamente a partir de la crisis del 2008 cuando estas tendencias comenzaron a
notarse. La crisis financiera intensificó la percepción de la incapacidad americana de
ejercer control sobre la gobernanza global y también la de la Unión Europea de sustituir
o complementar a Estados Unidos en la tarea de liderar a la comunidad internacional,
por lo menos, desde el punto de vista económico. En el viejo continente, esto se vivió
como una triple crisis: de deuda soberana, del sistema bancario y del sistema
económico en general. Si bien fue originada en Estados Unidos, rápidamente golpeó al
bloque más antiguo y puso en evidencia falencias estructurales, generó nuevos
desequilibrios y, lo más importante, creó especulaciones respecto de la continuidad del
proceso de integración. Estas características acentuaron el poder relativo de los BRICS,
cuyo crecimiento ininterrumpido en esos años acompañó la pérdida de espacio de los
países del G-7.
Nos animamos, en este punto, a resaltar la importancia del modelo económico. Según
Morales Ruvalcaba (2013), uno de los problemas que enfrentan los países del G7 (más
acuciados por la crisis) es que no quieren soltar el modelo neoliberal. En contraposición,
a comienzos del milenio, países como Rusia (2000), Brasil (2003) y China (2004)
establecieron como modelos a seguir las directrices planteadas en la Vertical de Poder y
los Consensos de Buenos Aires y de Beijing, respectivamente. Mientras que el modelo
ruso surge bajo los conceptos ideológicos de “democracia soberana” y “dictadura de la
ley” - fuerte control de la sociedad civil y de los medios de comunicación, reducción de
la autonomía regional y fortalecimiento de la autoridad presidencial -, es decir, basado
en principios políticos
2
, los consensos tienen vetas más económicas ya que surgen
como oposición al Consenso de Washington. En este sentido:
“The basic idea of the Beijing and Buenos Aires Consensus lies in a
total distrust on the benefits of the privatization processes and free
trade, without a minimum control from the States. If the State
participates, the countries will be integrated in the global economic
system in a more autonomus way, safeguarding their life style,
looking for their own solutions and keeping their national interest
protected. The aim is to grow while preserving independence and
sovereignty in the decision-making process” (Pereyra Doval, 2008:
16).
2
Aunque cabe destacar que el Estado ruso ha desempeñado un rol protagónico en la dirección de la
economía nacional a partir de la presidencia de Putin.
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De esta manera, el Estado vuelve a cobrar la relevancia que había perdido en la década
del noventa y se convierte en contralor de los procesos privados regulando la apertura
de sus mercados a las inversiones extranjeras, fundamentales para su desarrollo
3
En este punto, también es necesario hacer una referencia a las crisis económicas por
las que están atravesando estos países en los últimos años. En primer lugar, cabe
aclarar que la mayoría de los países de “clase media” están atravesando por crisis
económicas. En algunos casos, esto tiene una explicación muy sencilla que en los viejos
términos de la CEPAL se denomina deterioro de los términos del intercambio y no es
otra cosa que la caída de los precios de los commodities en el mercado mundial y la
dependencia que estos países tienen, al ser productores netos de materias primas, al
mercado externo. Esto es lo que está sucediendo actualmente con Brasil y Rusia. Por
otra parte, las políticas económicas, particularmente monetarias, que aplica Estados
Unidos afectan profundamente las economías de estos países (que por algo son
emergentes y no emergidas). En este sentido, ante la perspectiva de un aumento de
las tasas de interés norteamericanas, las monedas de los cinco países caen con
frecuencia (que en todos los casos llegó a su pico más bajo desde 1999) junto con los
bonos; los índices de inversión en estos países se están contrayendo; y los mismos
tienen enormes dificultades para sostener su mercado de valores:
. Esto
es así por los menos en el caso de Brasil, India y Sudáfrica ya que en los casos de
China y Rusia, el Estado siempre tuvo presencia a pesar de la apertura liberal.
“(…) una confluencia de fuerzas poderosas – en especial un dólar
fuerte, precios bajos de las materias primas, desaceleración china
y tasas estadounidenses más altas- como mínimo limitarán el
crecimiento” (El Financiero, 2015).
Particularmente en el caso brasileño, según el Instituto Brasileño de Geografía y
Estadística (IBGE), se considera que un país ha entrado en recesión cuando cumple dos
trimestres consecutivos con resultados negativos. El año pasado Brasil ingresó a su
primera recesión desde el 2008, en ese entonces, producto de la crisis financiera
internacional ya mencionada. Al mismo tiempo, diversos estudios proyectan que la
economía brasileña se contraerá en 0,58% lo que representa la mayor caída de los
últimos 25 años. Rousseff ya ha comenzado a tomar algunas medidas para tratar de
revertir esta situación pero, debido al escándalo de corrupción que azota su gobierno,
en el Congreso
4
3
Para un estudio más detallado sobre las IED en Brasil se recomienda consultar Pereyra Doval & Actis
(2012).
no estarían muy dispuestos a aprobar prácticas fiscales y
presupuestarias supuestamente necesarias para resucitar la maltrecha economía. Dilma
comenzó su segundo mandato con las secuelas de un mal 2014: tasas de inflación en
alza (incluso mayores a la meta establecida del 4,5% con una variación permitida de
más o menos 2%); caída de las exportaciones; aumento del déficit en la cuenta de
capital – para equilibrar el déficit de la balanza de pagos se incrementó el flujo de
4
Cabe recordar que en las últimas elecciones su bancada de diputados perdió casi 20 aliados,
fortaleciéndose los círculos más conservadores – evangelistas, bancadas del agrobusiness y el llamado
bloque de la bala- .
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capitales a través de un mayor ingreso de préstamos y bonos-; caída de los ingresos
fiscales; baja del nivel de actividad, sobre todo de la actividad industrial –
principalmente la industria manufacturera y de la construcción-; aumento de la deuda
neta del sector público (en un esfuerzo anticíclico, el gobierno expandió los gastos
sociales y la inversión pública); volatilidad del tipo de cambio; significativa caída de las
inversiones; tasa de consumo privado positiva, pero menor a la del anterior año
(CEPAL, 2014). Si a estos datos se le suman el escándalo de corrupción que tiene
paralizada no sólo a Petrobrás sino a varias compañías constructoras – todas estrellas
del gigante sudamericano- no asombra que la presidente esté probando distintas
salidas a esta situación. Tampoco asombra que la presidente haya paralizado al
escenario internacional, aunque acordamos con Lafer que el principal objetivo de la
política exterior es traducir necesidades internas en oportunidades externas (2002).
¿Una agenda común?
A pesar de las crisis económicas mencionadas en el apartado anterior, no puede
desconocerse que se ha producido – o se está produciendo- un reordenamiento del
poder internacional. Sin embargo, estos cambios aún no se han traducido en el plano
político. Según Pfeifer (2012), esto se da por tres razones de diverso origen:
1. en el plano plurilateral, la difícil articulación de una agenda común, no sólo por parte
de los propios países integrantes de BRICS, mas también del G-7 y en la formulación
más abarcativa del G-20 financiero;
2. en el plano multilateral, la arquitectura actual no es funcional a la gobernanza
económico-financiera global; y
3. en el plano global, la extrema incerteza de la crisis contemporánea, en sus vertientes
económica, financiera, política y social.
Ahora, lo más interesante de estos países tan disímiles es intentar saber hasta que
punto podrán contar con una amalgama suficiente como para poder construir una
unidad identificable en el escenario internacional, actuando de forma conjunta en los
foros multilaterales, teniendo en cuenta que, como plantea Almeida (2010a),
“(…) a acumulação de poder econômico, capacidade militar e
inovação tecnológica desses países é suficientemente expressivo
para fazer pender o eixo das relações internacionais em direção
distinta da experimentada até aquí”.
Las cambiantes jerarquías de poder se van reflejando en arreglos institucionales de la
política internacional. Así se manifiestan en los organismos y grupos de presión
internacionales. Al mismo tiempo, la emergencia de estas nuevas potencias, coincide
con la discutida necesidad de reformar el sistema multilateral. Se observa una reiterada
necesidad de desarrollar nuevos instrumentos de gobernanza global, debido a que los
organismos multilaterales más importantes datan de la posguerra.
Así, cabe aclarar que todos los países cuentan con puntos de vista similares en lo que
respecta a:
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− La gobernanza del FMI y del BM: enfatizan en la necesidad de una reforma para
asegurar la legitimidad, la eficacia y la representatividad de los organismos
multilaterales de crédito. La medida más importante que se aprobó gracias a la
intervención de los BRICS fue el programa de reformas del régimen de cuotas
5
.
Esta reforma refuerza la representación de las economías más dinámicas mediante
aumentos de cuotas. Asimismo, robustece la participación de los países de bajo
ingreso mediante un aumento de casi el triple de los votos básicos. En este sentido,
se da un traspaso de las cuotas relativas a las economías de mercados emergentes
y en desarrollo dinámicas. De esta forma, China se convierte en el tercer país
miembro más grande de FMI, en tanto que Brasil, India y Rusia se encuentran
entre los 10 principales accionistas del Fondo (International Monetary Fund,
2012)
6
− Reforma de la estructura de las Naciones Unidas: para asegurar mayor eficacia,
eficiencia y representatividad. La reforma de Naciones Unidas cobró mayor
importancia a partir del año 2011 en el que los cinco BRICS formaron parte del
Consejo de Seguridad al mismo tiempo, China y Rusia como miembros
permanentes y Brasil (2010-2011), India y Sudáfrica (2011-2012) como no
permanentes. En este sentido, los últimos tres reclaman para sí el derecho y la
conveniencia de integrar permanentemente el Consejo. Por su parte, Rusia y China
no se comprometen con sus declaraciones que remarcan la importancia del status
del resto en los asuntos internacionales y apoyan su aspiración a desempeñar un
papel mayor en el organismo
. Sin embargo, la necesidad tanto de esta reforma como la del resto de los
organismos multilaterales tiene dos lecturas distintas. La primera es más optimista
y apunta al fortalecimiento y democratización del sistema multilateral para hacer
frente a las amenazas a la paz y seguridad internacionales y lograr un progreso
real en las áreas de desarrollo, seguridad y derechos humanos. La segunda tesis es
que los poderes emergentes quieren tener más cabida en el orden internacional
vigente que les ha sido funcional por varios años. En este sentido, como plantea
Valladão “(…) because of their heavy dependence on the European and US
markets, they have been acting more like reluctant followers of one or the other
Western powers than real powerful protagonists. BRICS countries want “voice”, not
“change”. They are not fighting for another “order” but only to acquire the political
tools to better defend their own national interests inside the present framework”
(2012: 7). La preservación de un status quo en el que estos países sólo tienen más
injerencia sería el objetivo principal de estados como los BRICS.
7
5
Las suscripciones de cuotas constituyen un componente central de los recursos financieros del FMI. A
cada país miembro se le asigna una cuota, que se basa, en líneas generales, en su posición relativa en la
economía mundial. La cuota de cada país determina el tope de sus compromisos financieros frente al FMI
y su número de votos en la institución, ayuda a determinar su acceso al financiamiento del Fondo.
. Sin embargo, en este punto, y específicamente en
el caso brasileño, no podemos dejar de advertir la hostilidad de países importantes
de la región como Argentina y México a esta reforma. Ambos países conforman el
grupo Unidos por el Consenso junto a Pakistán, Canadá e Italia, este grupo sólo es
favorable a la creación de diez plazas nuevas no permanentes. En este sentido, el
ingreso de Brasil como miembro permanente pondría en jaque la posibilidad de que
México sea el interlocutor válido de la región así como la tradicional alternancia que
6
Cabe aclarar que Estados Unidos no ha ratificado hasta la fecha estas reformas.
7
Según Lins da Silva (2012), las diferencias en cuanto a la reforma del Consejo de Seguridad son
irreconciliables: China se opone, Brasil e India están a favor de la inclusión de Japón y de la propia India
como nuevos miembros permanentes, y para Rusia cuanto más se mantenga el actual statu quo de cinco
miembros permanentes, mejor.
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ha existido siempre entre Argentina y Brasil en el organismo. Asimismo, como
planteamos en el punto anterior queremos dejar una reflexión con respecto a la
reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Sin duda es una reforma
querida y necesaria para la mayoría de los 192 estados miembros de la
Organización. Sin embargo, una ampliación del Consejo sin modificar la ética con la
que los estados hasta hoy han ejercido su poder sería una redundancia; lo único
que se conseguiría es ampliar el número de miembros que impondrían su voluntad
hacia otros. Para que el Consejo gane autoridad se necesita un cambio de la
conducta de los estados parte, o no habrá reforma institucional que valga.
− Lucha contra el terrorismo: en este sentido, Almeida (2010b) sugiere con muy
buen tino que tres de los países del BRICS (Rusia, India y China) podrían
establecer acciones conjuntas ya que se considera que los tres mantienen los
mismos signos de alerta contra un posible atentado terrorista (el fundamentalismo
islámico basado en Asia central y del sur). Desde este punto, tanto Brasil como
Sudáfrica estarían ajenos a este escenario y serían sólo pequeños colaboradores en
cualquier acción del género. Sin embargo, esto no niega la condena hacia diversos
actos terroristas de todos los países que conforman BRICS, sobre todo los hechos
inhumanos de violencia que perpetran el movimiento terrorista Estado Islámico y el
Frente Al Nusra.
− Medio ambiente: es interesante resaltar que para los países del BRICS el cuidado
del medio ambiente no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar el
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Esto último es importante
porque da la pauta de que, a pesar del gran desarrollo de los últimos años, estos
países tienen una alta desigualdad socioeconómica y disparidad dentro de su
territorio, lo que los diferencia de las potencias mundiales. En este sentido, los
ministros de medio ambiente de los cinco países se reunieron por primera vez en
abril de este año y convinieron en estudiar la posibilidad de crear una plataforma
BRICS para el intercambio de buenas prácticas y tecnología limpia para el medio
ambiente y el know-how.
− Salud: la asistencia brindada por los países BRICS a la salud mundial es todavía
pequeña si se la compara con Estados Unidos y la Europa Occidental, sin embargo,
en los últimos años se ha incrementado rápidamente. Los altos mandos de los
cinco países se han reunido varias veces para discutir de la temática, solos y con
otras autoridades (la Directora General de la OMS y el Director Ejecutivo de
ONUSIDA), compartiendo y cotejando sus experiencias. Según Minghui, Chenyue &
Chen (2011), los países BRICS enfrentan una variedad de retos en salud pública
muy similares, incluyendo el acceso desigual a los servicios de salud y a los
medicamentos, el financiamiento, y las tasas de aumento de las enfermedades
transmisibles. Aunque se ha avanzado significativamente -de 2005 a 2010, la
asistencia brindada por Brasil ha crecido alrededor de un 20,4% por año, la de
India 10,8%, China 23,9% y Sudáfrica alrededor de 8%. La asistencia rusa se ha
incrementado sustancialmente en ese período hasta estabilizarse en alrededor de
U$S 450 millones por año (Global Health Strategies initiatives, 2012)- el poder
conjunto de estos cinco países puede ser un gran motor para mejorar la
transferencia tecnológica y el actual régimen de derechos de propiedad intelectual.
− Seguridad Alimentaria: los países BRICS parecen identificar en la suba del precio
de los productos agrícolas (2006-2008), y la posterior caída de los precios (2009),
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una oportunidad de incrementar su parcela en el mercado agrícola – enfatizando el
aumento de la productividad del sector -, así como su liderazgo en la
gobernabilidad global en materia de seguridad alimentaria, debido al avance de
iniciativas específicas en el ámbito de la FAO (Naidin & Trindade Viana, 2012). En
este sentido, los BRICS -ante el principio de responsabilidades comunes, soluciones
diferenciadas- declaran que los países desarrollados deben proveer apoyo
financiero y tecnológico a los países en desarrollo en el área de capacidad de
producción de alimentos, al tiempo que siguen exhortando a los primeros para que
bajen los subsidios a la producción.
Asimismo, se evidencia un avance en la cooperación de estos países en otras áreas
como educación, políticas de innovación, turismo y desarrollo de infraestructura, entre
otras. Sólo en el año en curso (2015), y a pesar de las crisis por la que están
atravesando los mencionados países, podemos mencionar: la discusión por parte de los
ministros de educación de la creación de una red universitaria, la cooperación en el
área de educación técnica y profesional y la elaboración de metodologías de evaluación
de enseñanza. En el área comercial, uno de los proyectos es el uso de monedas locales
para las operaciones de exportación e importación entre ellos. En el área de la
agricultura y desarrollo agrario, se aprobó una declaración conjunta que aborda las
principales iniciativas del bloque y traza una agenda de cooperación para los próximos
años, así los países han acordado tomas medidas para ampliar el acceso a sus
mercados agrícolas, entre ellas establecer un entorno favorable, eliminar los subsidios a
las exportaciones y disminuir el nivel de apoyo interno que obstaculizan el comercio. En
el área financiera, a pesar de los problemas que presenta la creación del Banco de los
BRICS, la Duma rusa ratificó en mayo la creación del fondo común de reservas
monetarias. De esta forma, se produce un avance que se suma las declaraciones que a
principios del año que viene se aprobarán los proyectos de inversión. Incluso, en el
área económico-comercial el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular
Nacional de China propuso la creación de un mercado.
En lo que respecta a Brasil con el resto de los RICS, es importante mencionar que
China es el mayor socio comercial del país. En 2015, Brasil firmó 35 contratos
millonarios con empresas chinas, para proyectos de infraestructura y energía,
inversiones de casi 50 mil millones de euros en los sectores de la construcción, minería,
agricultura y energía, incluyendo la estatal petrolífera Petrobras. Brasil es el mayor
socio comercial de Rusia en América del Sur. Brasil, Sudáfrica e India son viejos
conocidos en el contexto del Fórum de Diálogo India-Brasil-Sudáfrica (IBSA).
No menos importante es mencionar que existen diferencias manifiestas en lo que
respecta al ámbito de la OMC –además de considerar que Rusia aún no es miembro de
este organismo-, en los debates sobre la matriz energética y en las posiciones del G-20
financiero. No obstante la discordancia entre los países de los BRICS sobre temas
vitales, creemos que aún en contextos de crisis la cooperación entre los miembros
sigue siendo trascendental en este orden internacional en transición.
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La formación de coaliciones: el caso de Brasil en los BRICS
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Brasil y los BRICS
Con respecto a Brasil, consideramos que una de las cosas más importantes es que, a
través del BRICS, ha ganado visibilidad y espacio internacional, lo cual es uno de los
objetivos históricos del país – aunque en los últimos años se haya corrido del ojo de la
escena internacional -. Con la ampliación de estas redes de contactos internacionales,
la influencia de Brasil ha aumentado notablemente, y su actuación en los escenarios
mundiales es valorada por su capacidad de tender puentes entre países con intereses
de índole económica e ideológica muy diferentes.
Por otra parte, el ascenso de Brasil en el sistema internacional tiene que ver con el
hecho de que sus intereses son, en general, compatibles con aquellos de las potencias
occidentales. Es decir, Brasil nunca tuvo una agenda contraria al statu quo, como
máximo, lo que si presentó fue – a nivel multilateral - alguna postura revisionista pero
para integrar el club de los poderosos y no para desmantelarlo. Asimismo, las dos
prioridades constantes de los gobiernos brasileños fueron ampliar los márgenes de
autonomía y ganar espacio e influencia en los temas internacionales; fueron estos dos
objetivos los que guiaron el accionar en política exterior en los casos en los que
presentó intentos de modificar los regímenes internacionales vigentes, por lo menos
durante las gestiones de Lula Da Silva.
Como plantea Rubens Barbosa (2012), Brasil es el país que más se benefició con la
creación del acrónimo y el que más tiene para ganar en un futuro, dada la significativa
compañía de que disfruta. De esta forma, los formuladores de política externa brasileña
deberían actuar en el sentido de:
a. buscar favorecer una mayor presencia política de los BRICS en el escenario
internacional y procurar extraer mayores ganancias de la existencia del grupo;
b. el papel de Brasil en los BRICS debería ser definido a partir de análisis realistas y no
ufanistas sobre lo que sería posible de ser hecho;
c. el realismo no debería ser un factor inhibidor para limitar la ambición en cuanto a la
utilización del grupo para los objetivos del país.
En este sentido, creemos importante dejar en claro que durante la primera
administración de Dilma Rousseff y lo que va de la segunda, estas máximas no han sido
llevadas a cabo. La actual mandataria tiene demasiados problemas a solucionar a nivel
interno y no considera, como sí lo hacía su antecesor, que la política externa puede
ayudar a superarlos. Así, el letargo externo de Rousseff contrasta con la proyección
geopolítica rusa y económica china, convergiendo los dos en cuanto a la promoción
conjugada de sus presencias sobre el continente asiático.
Sin embargo, no se puede desconocer que para Brasil participar del bloque incrementa
su fuerza relativa en las discusiones internacionales, mejora su imagen en el mundo y
ayuda a expandir su posible influencia tanto en América del Sur como en el resto del
mundo. Puede también ser un camino para que Brasil se articule con China en la
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competencia que las dos naciones mantienen en la disputa de influencia económica y
política en África
8
Brasil siempre fue un gran país en términos absolutos: en cuanto a territorio y
población se encuentra entre los primeros cinco del mundo, y entre los primeros seis en
cuanto a su peso económico nominal. Es el mayor de su subregión, con prácticamente
la mitad del territorio, población, producción y recursos. Su importancia económica y
política, sobre todo diplomática, ha crecido hasta convertirse en un actor indispensable
en varias negociaciones multilaterales, como en la OMC con el G-20, el NAMA-11 o el
G-4; en la ONU, con el G-4 y el reclamo por la reorganización del Consejo de
Seguridad; el G-20 financiero, entre otros. Según Pfeifer (2012), Brasil es un pequeño
BRICS múltiple. Es grande en población y territorio, es el integrante más “occidental”
en costumbres e instituciones, y el más democrático, el mejor dotado en términos
ambientales y de recursos naturales, contando con un activo agroenergético cada vez
más valioso porque dispone de abundancia de recursos hídricos y de energía solar. En
cuanto a lo económico, el pre-sal es una realidad; se calcula que en cinco o seis años,
cuando se alcance la plena producción, se llegará al patrón de las potencias
petrolíferas. El consumo interno permite indicar que este será un país de mayoría de
clase media en un futuro próximo, fenómeno extremadamente valioso para
dimensionar tanto el poderío de la generación de riqueza doméstica como la
redistribución de la renta llevada a cabo por el gobierno anterior.
.
Sin embargo, Grabendorff (2010), señala algunas debilidades. Su participación en la
economía mundial, especialmente en comercio, inversiones y servicios, así como su
capacidad militar, aún están bastante lejos del hard power de las grandes potencias. A
pesar de su riqueza en recursos primarios, Brasil todavía padece disfunciones en su
sistema productivo y en sus niveles de competitividad internacional – con la excepción
de la industria aeronáutica, está al margen de los mercados más dinámicos -. Como
plantea Almeida (2010a), los factores que contribuyen a disminuir sus índices de
productividad son de carácter histórico y están relacionados con la baja formación
técnica y educativa de su mano de obra, con las deficiencias de infraestructura, con un
mercado de crédito poco desarrollado para la magnitud del PBI (esto a pesar del
magnífico trabajo que viene desarrollando en BNDES desde hace algunos años), y
sobre todo, con la sobredimensión del Estado y una alta e innecesaria burocratización.
Conclusión
Como plantea Gelson Fonseca Jr. (2012), desde el fin de la Guerra Fría, y más
especialmente desde la entrada al siglo XXI, existe una demanda de orden y no está
claro quien va a producir la oferta. Esa demanda, sobre todo a partir de la crisis del
2008, se corresponde con la incapacidad de las potencias tradicionales de generar
nuevos paradigmas. Pero también se corresponde con la emergencia de países (y
grupos) que tienen intereses e ideas propias de cómo el orden debería ser diseñado.
Otra cosa para resaltar es que no existe del lado de los emergentes nada de radical ni
de revolucionario. El ascenso de los BRICS es una señal de la nueva multipolaridad del
8
En este sentido, existen dos posturas. Una que advierte sobre la escasa presencia económica brasileña en
África y que muestran que ella es extremadamente limitada y que, salvo dos o tres grandes empresas,
pocas tienen planes para invertir en ese continente (Pereira da Costa, 2014); y otra –en nuestra opinión
más difundida-, que respalda nuestra hipótesis (Lechini, 2013a, 2013b, 2015; Alves, 2010; Alden, 2010).
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orden internacional, pero no define qué tipo de multipolaridad es la que está surgiendo.
En este sentido, si bien son reales las crisis económicas que están sufriendo estos
países, no es menos real que el orden internacional definitivamente ha cambiado. Las
potencias tradicionales, a pesar de retener una influencia importante, se preguntan
acerca de la reacción de estos países antes de tomar decisiones que afecten al sistema.
En cuanto a su naturaleza, los BRICS constituyen solo una asociación informal y están
lejos de constituir un organismo multilateral, sin embargo, juntos y por separado,
tienen una presencia internacional lo suficientemente fuerte como para que el grupo
sea utilizado como plataforma para, actuando de forma coordinada, hacer propuestas
con vistas a influenciar decisiones de organismos multilaterales, especialmente en el
área financiera. Estas acciones coordinadas revalorizan el multilateralismo, reubican el
desarrollo como elemento central de la agenda y plantean la necesidad de aunar
esfuerzos para promover el desarrollo sustentable. Estas observaciones revelan un dato
obvio: en prácticamente todas las cuestiones de la agenda internacional, los BRICS
tienen algún tipo de influencia mostrando que a pesar de que es un grupo que surge
esencialmente por su potencial económico, el estado de situación ha ido más allá
demostrando que estos países tienen injerencia en otros asuntos.
Sin embargo, todavía cabe preguntarnos si el “ascenso” de las potencias emergentes es
real o si es producto de la crisis de los ya ascendidos. ¿Caerán al vacío los BRICS
cuando las potencias tradicionales se reacomoden a los reveses económicos? Más
importante, la actual crisis económica de estos países, ¿significa que los BRICS han
caído en desgracia? Creemos que la respuesta a esta pregunta es negativa a pesar de
las enormes dificultades internas que han disminuido visiblemente la influencia del
grupo y de sus miembros por separado. Por otra parte, salvo en algunas cuestiones que
hemos mencionado anteriormente, en muchos temas importantes las posiciones de los
países del bloque son convergentes y planean entre ellos mejores y mayores formas de
cooperación.
En el caso brasileño, la crisis económica y, sobre todo la crisis político-institucional que
significa actualmente la Operación Lava Jato
9
paralizaron la política externa del país.
Dilma Rousseff se ha mostrado reacia a grandes iniciativas diplomáticas y
prácticamente desapareció del debate internacional además de recortar el presupuesto
comenzando por Itamaraty. Ya en el primer gobierno de Dilma hubo ajustes que
tuvieron que ver más con formaciones y temperamentos personales que con una
cosmovisión diferente al anterior gobierno. Es decir, desde la plataforma electoral Dilma
compartió con Lula su forma de ver el mundo y también sus métodos, pero la mujer
tiene un perfil mucho más bajo y está más abocada a cuestiones internas. Sin
embargo, no debemos olvidar que el ascenso de Brasil en el sistema internacional es un
objetivo que se observa, por lo menos, desde principios del siglo XIX con el Barón de
Rio Branco. Por lo tanto, sería un error afirmar que las “malas prácticas” de un solo
gobierno pueden tener secuelas a largo plazo cuando el camino emprendido desde hace
tanto tiempo fue constante.
9
Escándalo de corrupción que estalló en marzo de 2014. Se trata de un esquema de lavado y desvío de
dinero que involucra a Petrobrás, grandes empresas –sobre todo constructoras- y políticos brasileños de
varios partidos políticos.
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UN ACERCAMIENTO A SOCIOS NO TRADICIONALES:
LA EVOLUCIÓN DEL VÍNCULO ENTRE LA ARGENTINA Y LAS
MONARQUÍAS DEL GOLFO DURANTE LAS ADMINISTRACIONES DE
CRISTINA FERNÁNDEZ (2007-2015)
Ornela Fabani
ornela_fabani@hotmail.com
Doctora en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales
de la Universidad Nacional de Rosario (UNR, Argentina). Becaria Posdoctoral del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Ayudante de Primera, con dedicación
simple, en la Cátedra “Política Internacional”, en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
.
Resumen
El objetivo de este trabajo reside en describir y analizar la evolución del vínculo tanto
político-diplomático como económico-comercial entre Argentina y las monarquías del Golfo,
así como también los factores que explican dicha evolución, durante las administraciones de
Cristina Fernández (2007-2015). Mientras tanto, la premisa que recorre el mismo reside en
que durante los gobiernos de Fernández las relaciones político-diplomáticas entre Argentina
y EAU, Arabia Saudita, Kuwait y Qatar se dinamizaron particularmente a raíz del interés
argentino de fortalecer los vínculos económico-comerciales con los referidos Estados. En
este sentido, la profundización de estos lazos se explica en función de algunos de los
grandes ejes de la política comercial externa argentina que giran en torno a: diversificar los
socios comerciales, receptar inversiones e incrementar el volumen de intercambio comercial.
Más aún atendiendo a que los actores previamente mencionados son percibidos como
potenciales socios en función de la necesidad de las monarquías del Golfo de garantizar su
seguridad alimentaria y avanzar en la cooperación tecnológica, esto en un contexto marcado
por la crisis financiera internacional.
Palabras clave:
Argentina; monarquías del Golfo; Cristina Fernández; vínculos político diplomáticos;
relaciones económico comerciales
Como citar este artigo
Fabani, Ornela (2015). "Un acercamiento a socios no tradicionales: la evolución del vínculo
entre la Argentina y las monarquías del Golfo durante las administraciones de Cristina
Fernandéz (2007-2015)". JANUS.NET e-journal of International Relations, Vol. 6, N.º 2,
Noviembre 2015-Abril 2016. Consultado [online] en data de ultima visita,
observare.ual.pt/janus.net/pt_vol6_n2_art02
Artículo recibido el 29 de Mayo de 2014 y aceptado para su publicación en el 15 de
Octubre de 2015
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Un acercamiento a socios no tradicionales: la evolución del vínculo entre la Argentina y las monarquías del
Golfo durante las administraciones de Cristina Fernández (2007-2015)
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UN ACERCAMIENTO A SOCIOS NO TRADICIONALES:
LA EVOLUCIÓN DEL VÍNCULO ENTRE LA ARGENTINA Y LAS
MONARQUÍAS DEL GOLFO DURANTE LAS ADMINISTRACIONES DE
CRISTINA FERNÁNDEZ (2007-2015)
Ornela Fabani
Introducción
El Golfo Arábigo, situado en la península arábiga, al sudoeste de Asia, resulta una zona
de relevancia geoestratégica no sólo por ser punto de encuentro de tres continentes -
Asia, África y Europa- sino también en virtud de sus reservas de hidrocarburos. Sin ir
más lejos, las seis monarquías del Golfo - léase: Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos
Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Omán y Qatar - poseen alrededor del 30% de las
reservas probadas de crudo a nivel global. Aún más, estos seis Estados controlan
conjuntamente el 23% de las reservas probadas de gas a nivel mundial (Meltzer,
Hultman, Langley, 2014: 18). Como correlato, gracias a la importancia que detentan
estos recursos para las economías de los citados países éstos han obtenido beneficios
económicos que les han permitido transitar una etapa de crecimiento exponencial
durante las últimas décadas. En este marco se inscribe el interés de Argentina por
acercarse a dichos Estados, que no sólo cuentan con vastos recursos sino también con
millonarios fondos soberanos, y que se presentan como potenciales socios en virtud de
su necesidad de asegurarse el acceso a alimentos y tecnología. De hecho, más allá de
la trascendencia del tema derechos humanos como uno de los grandes ejes dentro de
la agenda política argentina y de las tensiones que éste podría generar, el vínculo con
las monarquías del golfo se ha profundizado en los últimos años.
Dicho esto, nuestro trabajo se plantea como objetivo general describir y analizar la
evolución del vínculo tanto político-diplomático como económico-comercial entre
Argentina y las monarquías del Golfo, así como también los factores que explican dicha
evolución, durante las administraciones de Cristina Fernández (2007-2015). Hemos
escogido este recorte temporal pues consideramos que estos gobiernos coinciden con
una etapa en la cual se produce un incremento de los contactos, particularmente entre
Argentina, EAU, Arabia Saudita, Kuwait y Qatar. Aún más, debemos subrayar que el
acercamiento de Buenos Aires a estos Estados, durante el período de estudio
propuesto, no tiene parangón en la historia de las relaciones con los mismos.
Teniendo en consideración los puntos anteriormente señalados partimos del siguiente
supuesto inicial que funciona como hipótesis guía: Durante los gobiernos de Cristina
Fernández las relaciones político-diplomáticas entre Argentina y EAU, Arabia Saudita,
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Golfo durante las administraciones de Cristina Fernández (2007-2015)
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Kuwait y Qatar se dinamizaron particularmente a raíz del interés argentino de fortalecer
los vínculos económico-comerciales con los referidos Estados. En este sentido, la
profundización de estos lazos se explica en función de algunos de los ejes de política
comercial externa del citado país que giran en torno a: diversificar los socios
comerciales, receptar inversiones e incrementar el volumen de intercambio comercial.
Más aún atendiendo a que los actores previamente mencionados son percibidos por
Argentina como potenciales socios en función de la necesidad de las monarquías del
Golfo de garantizar su seguridad alimentaria y avanzar en la cooperación tecnológica,
esto en un contexto marcado por la crisis financiera internacional.
En base a lo hasta aquí expuesto resulta pertinente dar cuenta de una serie de ideas y
conceptos que resultan claves para el análisis. En este sentido, entendemos a la política
exterior como
“un área particular de la acción gubernamental que abarca tres
dimensiones analíticamente separables: político-diplomática,
militar-estratégica y económica, y que se proyecta en el ámbito
externo frente a una amplia gama de actores e instituciones
gubernamentales y no gubernamentales, tanto en el plano bilateral
como multilateral” (Russell, 1990: 255).
No obstante ello, es importante aclarar que el presente trabajo apunta a explorar tan
sólo dos de estas dimensiones: la político-diplomática y la económico-comercial.
En otro orden, cabe mencionar que esta política pública (Ingram, Fiederlein, 1988)
pretende dar visibilidad, plasmar la estrategia que se da la sociedad política, o parte de
ella, para proponer modos de inserción del Estado en el contexto mundial (Miranda,
1988: 22). En tal sentido la inserción, o condición de ser tomada en cuenta por la
política y la economía mundial (Miranda, 2001: 169), ha sido una preocupación de
primer orden tanto durante el gobierno de Néstor Kirchner (203-2007) como durante
las administraciones de su esposa, Cristina Fernández (2007-2015), que en gran
medida han pretendido alcanzarla ampliando sus márgenes de acción autónoma.
En efecto, luego de una década de inserción excluyente (Miranda, 2001: 173) u
acoplamiento en términos de Russell y Tokatlian (2013: 162), estas administraciones
han apostado a diversificar sus vínculos externos dando paso a una fase de mayor
autonomía relativa en lo que respecta al accionar externo argentino.
Aún más, coincidimos con aquellos que destacan que tanto durante el gobierno
Kirchner como durante las administraciones de Fernández, la política exterior argentina
ha tenido una fuerte impronta economicista (Zelicovich, 2011: 6). Esto se hace
evidente si atendemos al lugar dentro de la agenda que recibió la renegociación de la
deuda externa, así como también a la búsqueda de estas administraciones de que los
vínculos con el exterior se traduzcan en nuevas posibilidades de negocios con distintas
regiones, en una diversificación de las exportaciones y, asimismo, en nuevas
inversiones. Precisamente en este marco se produce el acercamiento de Argentina a las
monarquías del Golfo que emergen como socios potenciales para dicho país, en tanto
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Golfo durante las administraciones de Cristina Fernández (2007-2015)
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“se trata de mercados que en la actualidad poseen una baja
relevancia en lo referido al volumen de las operaciones, no
obstante lo cual constituyen importantes oportunidades para los
productos argentinos” (Grosso, Moldovan y Todesca, 2009: 6).
Finalmente, cabe destacar que el vínculo entre Argentina y las monarquías del Golfo ha
sido escasamente abordado por el mundo académico, mientras que la mayor parte de
los análisis producidos en torno al tema provienen de los medios de prensa. Al
respecto, pese a que la academia ha prestado atención al vínculo que Argentina entabla
con otro Estado del Golfo, como es el caso de Irán (Botta, 2010, 2012), son escasos los
trabajos que hacen alguna referencia a la política exterior argentina hacia las
monarquías del Golfo. Entre ellos podemos señalar una serie de artículos, elaborados
en el marco del Centro de Estudios en Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR),
que abordan la política exterior argentina hacia la región de Medio Oriente durante las
administraciones de los presidentes Menem, De la Rúa (Carrancio 1998, 2001),
Duhalde, Kirchner y Fernández (Paredes, 2008, 2010), aunque ninguno de estos
trabajos dedica especial atención a nuestro objeto de estudio en particular. Mientras
que, por otro lado, es importante mencionar que el plano económico-comercial del
vínculo con dichos actores resulta aquel que ha sido el más estudiado (Stumberger;
Poggi, 2011). Dicho esto, pretendemos avanzar en la exploración del devenir de estos
lazos atendiendo a diversas fuentes secundarias - principalmente artículos de prensa
nacional e internacional -, pero también primarias - discursos oficiales, Memorias del
Estado de la Nación, comunicados de prensa y entrevistas semiestructuradas -.
La profundización de los vínculos político-diplomáticos
Medio Oriente no ha tenido un lugar de privilegio en la agenda de relacionamiento
externo argentina. Contrariamente, a través del tiempo esta ha sido un área marginal
en lo que respecta a sus relaciones tanto en términos políticos como económicos.
Desde una perspectiva general esto puede explicarse en virtud de la distancia que
separa a Buenos Aires de dichos territorios y, asimismo, a raíz de la inexistencia de una
idiosincrancia compartida, puesto que en términos religiosos, tanto como sociales y
culturales, Argentina encuentra marcadas diferencias con los países que componen
aquel espacio. Un ámbito en el que, por otra parte, conviven diversos grupos étnicos y
religiosos, así como también distintos regímenes políticos, y que en las últimas décadas
ha cobrado notoriedad en el plano internacional por el incremento de su conflictividad.
No obstante ello, durante las administraciones de Cristina Fernández se evidencia una
aproximación a los Estados de la región que se plasma en: la proliferación de visitas y
encuentros de alto nivel con representantes de diversos países árabes, la participación
más activa en las Cumbres ASPA, la reapertura de la Oficina de la Liga Árabe en
Buenos Aires, en febrero de 2008, inclusive en el apoyo argentino a la causa palestina.
Puesto que no podemos pasar por alto la participación de Buenos Aires en la
Conferencia de Donantes para Palestina y la apertura de la Oficina de Representación
Diplomática Argentina en Ramallah en 2008, el envío de cascos blancos a Gaza, tras la
Operación Plomo Fundido en 2009, y el reconocimiento tanto a nivel bilateral como
multilateral del Estado Palestino, en 2010 y 2011 respectivamente (Fabani, 2012: 70 y
ss). Aún más, la aproximación argentina a la causa Palestina y, como correlato, el
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ajuste
1
En este marco, a lo largo de los gobiernos de Fernández, llama la atención un
incremento de los vínculos político-diplomáticos con un conjunto de actores que no han
sido aquellos con los cuales tradicionalmente Argentina ha mantenido una relación más
cercana en lo que respecta a la región, nos referimos a las monarquías del Golfo,
específicamente a Arabia Saudita, EAU, Kuwait y Qatar.
a su tradicional política de equidistancia frente al conflicto palestino-israelí
durante esta gestión son una muestra del mayor margen de acción autónoma que
adquiere dicho país durante el periodo de referencia.
Respecto a estos cuatro países podemos destacar que los mismos comparten una
lengua común -el árabe-, detentan una religión compartida y una cultura que se
asemeja en muchos aspectos precisamente por profesar la mayoría de los habitantes
de estas naciones la religión Islámica. Mientras tanto, en el plano político los cuatro
adhieren a la forma de gobierno monárquica y, en términos económicos, se apoyan en
economías fuertemente dependientes del petróleo.
No obstante ello, no podemos pasar por alto que cada uno de estos Estados presenta
asimismo sus particularidades. Al respecto, difiere el número de habitantes, la
extensión territorial, las características del régimen político, las opciones de política
exterior, las capacidades militares, los avances en términos de diversificación
económica, incluso la proporción de fieles shiítas y sunitas entre los mismos.
Sin ir más lejos, la población de Arabia Saudita supera los 27 millones de habitantes y
la extensión de su territorio alcanza los 2.149.690 Km2 (Oficina de información
diplomática de España, 2015: 1), convirtiéndose en el país más populoso y más
extenso de los cuatro. Amén de ello este es el país cuyo ejército posee un mayor
número de hombres y aquel que detenta la alianza más antigua con Estados Unidos.
En cuanto a Kuwait, dicho Estado se distingue por su mayor grado de apertura política,
en términos comparativos con sus vecinos. De hecho, el emirato posee las instituciones
prodemocráticas más antiguas y arraigadas (Crystal, 2005: 1).
Por su parte, EAU se erige como aquel entre los cuatro países que ha efectuado
mayores avances en términos de diversificación económica. Tal es así que Dubai se ha
convertido en un destino elegido por el turismo internacional. Asimismo, este Estado se
ha transformado en un importante centro económico, comercial y financiero. Impulsado
en parte por este desarrollo puede hablarse, a su vez, de un boom en la construcción
(Sturm, 2008: 14).
Finalmente, Qatar posee uno de los PBI per cápita más altos del mundo, sus ingresos
derivan principalmente de las exportaciones de petróleo y gas natural. En efecto, este
país es el primer productor de gas licuado del mundo y posee el 14% de las reservas
de gas a nivel global (Gulf Exporting Country Forum, 2015).
Tras esta breve caracterización, nos referimos a un incremento de los vínculos
políticos-diplomáticos con estos países ya que durante los gobiernos de Fernández
prosperaron los viajes presidenciales, las visitas ministeriales y contactos de alto nivel
con representantes de los citados países e, incluso, se avanzó en la apertura de nuevas
sedes diplomáticas. Tal es así que, sin pretender ser exhaustivos, en 2009 Argentina
1
Entendiéndose por tales, las variaciones en la intensidad del esfuerzo y las adecuaciones de objetivos
frente a uno o varios temas de la agenda de política exterior (Hermann, 1990: 5).
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recibió la visita del ministro de Relaciones Exteriores de EAU, en 2010 del emir y el
primer ministro de Qatar, así como también del primer ministro de Kuwait. Además, en
2011, la presidente Fernández inició una gira que la llevó a Kuwait y Qatar.
En lo que atañe al segundo gobierno de Fernández, en 2012 hemos de referir que el
vicepresidente argentino, Amado Boudou, recibió personalmente al embajador de
Kuwait en una visita en el cual este último hizo manifiesto el apoyo de su país al
reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, conforme lo estipulado en las
resoluciones de Naciones Unidas (Secretaría de Comunicación Pública, 03/05/2012).
Tiempo después el vicepresidente viajó a Qatar para participar del XIII Foro de Doha
sobre temas relacionados con la democracia, el desarrollo social y el libre comercio en
Medio Oriente. Asimismo, también en 2012, el embajador de EAU fue recibido por
nuestra presidente; mientras que en 2013 Fernández protagonizó la primer visita de un
jefe de Estado argentino a dicho país, un gesto de alto impacto político que fue
retribuido con la visita a Buenos Aires del vicepresidente de EAU al año siguiente.
Respecto a Arabia Saudita, en términos comparativos con el resto de las monarquías
del Golfo, las relaciones con Riad tienen una trayectoria más extensa. Particularmente
si atendemos a que el reino se encontró entre los primeros países árabes con los cuales
Argentina estableció relaciones diplomáticas, que en este caso datan de 1946. Es más,
Argentina abrió su primer legación diplomática en el Golfo en la ciudad de Jedda en
1948, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en tener una representación
diplomática en dicho país. De igual forma, tradicionalmente las relaciones comerciales
con este Estado han sido más fluidas, si bien recién en 2014, por primera vez en la
historia de las relaciones bilaterales con el reino, un canciller argentino encabezó la
visita de una delegación argentina a dicha nación (Telam, 19/02/2014).
También en esta dirección, y en línea con el fortalecimiento de los lazos entre los
referidos actores, podemos mencionar que en 2008 EAU abrió su Embajada en Buenos
Aires, mientras que en el marco de la visita de Fernández a Qatar, en 2011, se asumió
el compromiso de abrir la embajada argentina en Qatar y la qatarí en Buenos Aires, lo
que se concretó en 2013, cuando ambos Estados designaron sus primeros
embajadores. De esta forma, en la actualidad Argentina cuenta con Embajadas en
cuatro de las seis monarquías del Golfo, puesto que en los casos de Omán y Bahrein
existe una representación concurrente en el reino saudita.
Además, si bien de menor peso, otro indicador del referido acercamiento entre las
partes reside en la llegada de Qatar Airways y Emirates a Argentina que desde 2010 y
2011, respectivamente, vuelan la ruta Doha-Buenos Aires, en el caso de la primera, y
Dubai-Buenos Aires en lo que respecta a la segunda, en ambos casos con escala en
Brasil.
Ahora bien, cabe mencionar que el impulso que han cobrado las relaciones con los
cuatro actores hasta aquí estudiados no ha tenido el mismo ímpetu en lo que atañe al
vínculo con Omán y Bahrein. Tal es así que, en lo que respecta a los contactos con este
último, solo podemos dar cuenta de que, en 2011, atendiendo a una invitación del
gobierno provincial, el príncipe heredero de Bahrein visitó Santiago del Estero
acompañado de una comitiva de inversores y empresarios (Sitio oficial de la Provincia
de Santiago del Estero, 22/06/2011). Mientras tanto, un año después, el embajador
argentino ante ese país, concurrente en Arabia Saudita, fue recibido por el vice primer
ministro bahreiní y por el ministro de Electricidad y Agua, en octubre de 2012, en dos
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reuniones que las partes aprovecharon para exponer su predisposición a la hora de
profundizar los vínculos bilaterales. No obstante ello, no hemos podido recabar datos
que den cuenta de vistas oficiales del más alto nivel ya sea desde o hacia Omán o
Bahrein durante este período. Aún más, llama la atención que en su visita al país el
príncipe heredero de Bahréin no haya sido recibido por altas autoridades del gobierno
nacional, particularmente si atendemos a que a lo largo de la historia nunca un príncipe
bahreiní, ni tampoco un sultán de Omán, visitaron Argentina. Si bien, también es cierto
que tampoco hay registro de una visita de un presidente argentino a dichas naciones.
De cualquier manera, aún pese a los incipientes contactos con estos dos actores, como
hemos visto, nuestro relevamiento de datos expone la relevancia que en los últimos
años han ido cobrando las relaciones político-diplomáticas con las otras cuatro
monarquías del Golfo.
En torno a la lectura que el gobierno nacional realiza respecto a estos vínculos el
canciller Timerman menciona: “Tenemos que crear un canal de diálogo directo con los
países árabes, son parte del G-77 que ahora presidimos, necesitamos hacer alianzas.
Nos tenemos que dar cuenta de que el mundo pasa hoy por otros lugares, que países
que hace 20 años no tenían relevancia cada vez empiezan a tomar mayor importancia”
(Página 12, 16/01/2011). Aún más, en otra alocución del alto representante este refirió
que Argentina valora las instancias de diálogo con dichos actores en virtud de que las
mismas han permitido coordinar posiciones políticas en diversos temas de la agenda,
así como también constituir nuevas formas de cooperación Sur-Sur (Secretaría de
Comunicación Pública, 01/12/2010). Sin ir más lejos, desde el primer encuentro
Cumbre del ASPA los países árabes han respaldado el reclamo argentino por las Islas
Malvinas, apelando a que las partes reanuden las negociaciones a fin de encontrar una
solución definitiva a la controversia, una postura que asimismo ha sido refrendada por
altas autoridades de las monarquías del Golfo en el marco de diversos encuentros
bilaterales.
Ahora bien, entendemos que para explicar la profundización de los contactos políticos
con las cuatro monarquías del Golfo hay que atender al contexto en el cual comienzan a
tomar lugar los mismos, marcado por la crisis financiera internacional. Asimismo, a los
principales ejes de la política comercial externa de los gobiernos de Fernandez que, en
línea de continuidad con la gestión Kirchner, apuntan a diversificar socios comerciales,
receptar inversiones e incrementar el volumen de intercambio comercial. De hecho,
desde nuestra óptica, los intereses económicos-comerciales han tenido un rol central a
la hora de traccionar los vínculos político-diplomáticos entre Argentina y los países del
Golfo, en línea con la referida impronta economicista que mantuvo la política exterior
durante este período. Más aún, todo indica que las expectativas argentinas en términos
de concretar negocios con estos socios potenciales incluso han llevado al país a evitar
cualquier crítica a los regímenes vigentes en dichas naciones.
Al respecto, pese a que como señalan Gardini y Lambert (2011: 1) ideología y
pragmatismo son componentes integrales de la política exterior -de hecho de toda
actividad política en el sentido más amplio- que se encuentran en continua tensión, en
lo referente al vínculo entre Argentina y las monarquías del Golfo prevalece el segundo.
Decimos esto ya que, pese al rol que la política de derechos humanos ha detentado
tanto en la agenda interna como externa de los gobiernos de Kirchner y Fernández e,
incluso, a pesar de la prédica en defensa de la democracia que han efectuado estas
administraciones, Argentina no ha promovido el compromiso con estos principios en los
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encuentros que han tenido lugar con los países del Golfo, ya sea en el marco de las
cumbres ASPA o a nivel bilateral. Esto a pesar de las características propias de estos
regímenes, que suelen ser referidos como monarquías absolutas (Levins: 2013, 388) a
raíz de las amplias prerrogativas que detenta la figura del rey, y de los escasos
espacios de participación política que encuentran sus ciudadanos, en países que ni
siquiera autorizan la conformación de partidos políticos. Por no mencionar otras
prácticas propias de estos Estados que han sido condenadas por organizaciones tales
como Amnistía Internacional por ser violatorias de los derechos humanos. Dicha actitud
del gobierno argentino nos permite concluir que en lo que respecta al vínculo con estos
actores no ha existido coherencia entre la retórica oficial y la práctica. Por el contrario,
destacamos una vez más que en este caso ha primado por el pragmatismo,
relegándose los citados principios que aparecen una y otra vez en los discursos oficiales
y privilegiándose la aproximación a la contraparte árabe con vistas a la profundización
de un vínculo que se espera pueda redundar en la obtención de beneficios económico-
comerciales.
La promoción de las relaciones económico-comerciales
Al repasar las visitas, encuentros y contactos de alto nivel entre representantes de
Argentina y las monarquías del Golfo durante los gobiernos de Cristina Fernández se
hace patente que los mismos han tenido entre sus fines últimos hacer negocios e
impulsar inversiones. Esto en línea con una serie de “objetivos estratégicos” de esta
gestión que apuntan a:
“el crecimiento y la diversificación de nuestras ventas al mundo;
la creación de una sólida cultura exportadora en el seno del
sector productivo nacional; y la generación de recursos genuinos
que garanticen el crecimiento sostenible de nuestra economía, el
impulso a la producción y la creación de empleo de calidad, con
el objetivo de alcanzar una distribución cada vez más equitativa
del ingreso” (Secretaría de Comunicación Pública, 21/12/2011).
Estos objetivos, vale subrayar, son acordes con el definido como
“modelo económico de acumulación con matriz diversificada e
inclusión social” (Fernández, 2007).
En esta dirección, el canciller Timerman señala:
“El crecimiento de nuestras ventas al mundo reconoce como uno
de sus pilares a la estrategia de diversificación de nuestra oferta
exportable y a una política comercial que prioriza la apertura de
nuevos mercados para las exportaciones argentinas, logrando
posicionar la producción nacional en mercados menos tradicionales
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como África – particularmente la región del Magreb -, Medio
Oriente, la India y el Sudeste Asiático, entre otros” (Secretaría de
Comunicación Pública, 21/12/2011);
espacios a los cuales el gobierno nacional se ha acercado fundamentalmente tras las
crisis de 2008.
En efecto, tras el desencadenamiento de la referida crisis, que afectó particularmente a
los países desarrollados y entre ellos a algunas de las economías más grandes del
mundo, estos tendieron a reaccionar con una profundización de las políticas
proteccionistas. En este marco Argentina optó por redoblar sus esfuerzos en pos de la
promoción de exportaciones de productos con mayor valor agregado y, asimismo, de
diversificar los destinos de exportación, poniendo énfasis en la apertura de nuevos
mercados en países emergentes con altas tasas de crecimiento.
En este marco, en lo que respecta a los referidos socios no tradicionales, un
comunicado de prensa de la Cancillería Argentina, del 14 de febrero de 2014, subraya
que las monarquías del Golfo constituyen destinos estratégicos por numerosas razones.
“Entre ellas, su papel protagónico en los mercados de gas y
petróleo y sus elevados superávits de cuenta corriente que les
permiten acumular excedentes para destinar a consumo e
inversión. De los tres destinos mencionados, Arabia Saudita es la
economía de mayor tamaño. Al igual que nuestro país, es miembro
del G20, foro en el cual tenemos posiciones afines respecto de
diversos temas de la agenda internacional. Además del potencial
de la relación bilateral, Arabia Saudita constituye un importante
socio comercial de nuestro país, dado que en 2013 se sumó a lista
de destinos a los cuales exportamos más de 1.000 millones de
dólares anuales. Qatar posee la tercera reserva mundial de gas y
es el mayor exportador mundial de gas licuado. Debido a esto
resulta de interés promover la cooperación en las tecnologías para
el uso del GNC. En este campo, existen oportunidades para que
ambos países puedan beneficiarse del desarrollo tecnológico y la
experiencia acumulada, sea comercialmente o a través de
inversiones. Emiratos Árabes Unidos posee uno de los ingresos per
cápita más altos en la región y es un hub desde el cual se
reexportan productos, desde todo el mundo, a Asia y Medio
Oriente”. (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Información
de Prensa N° 028/14).
De esta comunicación oficial se desprenden los intereses que guían a Argentina a
profundizar sus lazos con los Estados del Golfo con los cuales se espera poder explotar
oportunidades económicas y comerciales.
Ahora bien, pese a la intención argentina de profundizar los vínculos con los citados
países, no podemos negar que el volumen de intercambio comercial tanto entre
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Argentina y los veintidós Estados árabes, como entre la primera y las monarquías del
Golfo es aún bajo. Al respecto, encontramos que en 2013 las exportaciones argentinas
al mundo árabe alcanzaron los U$$ 5.992.475.840 FOB (Cámara de Comercio
Argentino Árabe, 2015a). En relación al grupo de Estados que aquí nos interesa, Arabia
Saudita se presentó como el tercer destino de exportación dentro del conjunto de los
países árabes y el primero entre las monarquías del Golfo. En 2013 Argentina exportó a
Riad por U$$ 1.162.995.137 FOB (Cámara de Comercio Argentino Árabe, 2015b).
Mientras tanto, en 2013, las importaciones totales desde mundo el árabe fueron de U$$
1.334.538.665 CIF (Cámara de Comercio Argentino Árabe, 2015a), convirtiéndose
Qatar en el país de la región desde el cual Argentina más importó, con un total
importado de U$$ 1.060.504.730 CIF, seguido muy por detrás por EAU, al cual se
compró por U$$ 49.494.161 CIF, y por Arabia Saudita, con quien se registra un saldo
total importado de U$$ 19.659.555 CIF, en el tercer y quinto lugar respectivamente
(Cámara de Comercio Argentino Árabe, 2015b).
Respecto a la composición de las exportaciones, si bien los productos que se venden a
cada uno de estos países son variados, es importante destacar que aproximadamente
un 60% de las exportaciones argentinas hacia Medio Oriente se concentran en
alimentos (Poggi, 2011: 2). En este marco, se destacan las ventas de cereales
(principalmente maíz), grasas y aceites, semillas y frutos oleaginosos y carnes. En línea
con los citados datos estadísticos, el gerente de la Cámara de Comercio Argentino -
Árabe, Pablo Foudaro
2
En cuanto a las importaciones argentinas desde los países árabes estas son magras.
Además, vale mencionar que se evidencia una enorme diversidad de productos a la
hora de analizar que se compra a cada uno de ellos. Pese a esto se destacan las
importaciones de alimentos, como es el caso de galletitas, dátiles y productos
envasados y, a su vez, de prendas de vestir, gas y combustible
, sostiene que aunque los cereales y aceites son el principal rubro
de exportación hacia los países árabes, las ventas argentinas de alimentos no se
reducen a los mismos. Por el contrario, también se exportan lácteos, miel, legumbres,
fruta seca y pescado. Fuera del rubro alimentos pueden mencionarse las exportaciones
de autopartes, caños y tubos de acero, máquinas de trabajo, herramientas y
medicamentos de uso humano y veterinario.
3
Por otro lado, las exportaciones hacia los países del Golfo bajo análisis no escapan de la
lógica general, por el contrario, los alimentos siguen ubicándose entre los principales
productos que Argentina ubica en dichos mercados. Mientras que, entre las
importaciones se destacan las de gas, combustible y sus derivados
.
4
2
Entrevista realizada por la autora a Pablo Foudaro, gerente de la Cámara de Comercio Argentino Árabe,
Buenos Aires, 12/03/2013.
. Sin ir más lejos, el
3
Ibídem.
4
Al respecto es interesante destacar que, a grandes rasgos, las exportaciones e importaciones argentinas
se encuentran en línea con los principales rubros exportados e importados por los países miembros del
MERCOSUR.
En este sentido, un dato que ha de tenerse en consideración reside en que el MERCOSUR y el Consejo de
Cooperación de Estados Árabes del Golfo (CCG), bloque compuesto por Arabia Saudita, Bahrein, Kuwait,
Omán, Qatar y EAU, firmaron en 2004 un Acuerdo Marco de Cooperación Económica que promueve la
cooperación en materia económica, comercial, técnica y de inversión y crea un Comité Conjunto con el
legado de trabajar en pos de la conclusión de un Acuerdo de Libre Comercio. Si bien es cierto que las
negociaciones en pos de alcanzar tal objetivo se han ralentizado desde 2007.
Por otra parte, cabe subrayar que entre los miembros del bloque sudamericano es Brasil quien impulsa el
comercio con el CCG. Tal es así que en 2012 Brasilia fue responsable del 86% de las exportaciones y del
89% de las importaciones desde ese origen, siguiéndole Argentina en un segundo lugar participando en
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98% del total importado desde Qatar en 2013 respondió a gas de petróleo (Ministerio
de Relaciones Exteriores y Culto, 2013b), en tanto cerca del 40% de las importaciones
de ese año provenientes de EAU fueron de querosén de aviación (Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto, 2013b)
5
Ahora bien, considerando que las monarquías del Golfo se encuentran entre los países
con mayores reservas probadas de hidrocarburos a nivel global, al momento de pensar
en las potencialidades del intercambio con los mismos se presentan oportunidades para
quienes fabrican maquinarias y complementos que pueden resultar necesarios para
esta industria. Por otro lado, las características que presentan el suelo y el clima de
estos países sumado al crecimiento de la población que se espera en los mismos, dan
cuenta de las posibilidades que emergen para el incremento de las ventas argentinas
tanto de materias primas como de alimentos procesados. Particularmente atendiendo a
que, según estimaciones recientes, la población de estos países se duplicaría hacia
2030, lo cual coincidiría con una tendencia decreciente de la producción agrícola local
que ya hoy se hace palpable (Moya Mena, 2011: 4).
.
De hecho, un dato a considerar es que Arabia Saudita, gran consumidora de trigo, en
2008 anunció que comenzaría a disminuir su producción de éste y otros granos en
virtud de la escasez de agua en su territorio (Blas, England, 2008). Es decir, debido a
su carencia del recurso este debería reservarse sólo para satisfacer el consumo básico
de la población. Como correlato, desde entonces la producción de trigo saudita se ha
visto mermada a sus dos terceras partes (Lakis, 2011).
En esta línea, Foudaro
6
un 13% de las exportaciones y en un 10% de las importaciones. Mientras tanto, los restantes miembros
del MERCOSUR tienen poca presencia comercial en las monarquías del golfo.
señala que la proyección de la necesidad de alimentos por parte
de los países árabes es cada día mayor y, subraya, Argentina posee condiciones para
incrementar el intercambio con los países árabes en el campo de la agroindustria. A lo
que agrega que desde 2010 se han recibido delegaciones, provenientes particularmente
de Arabia Saudita, que llegaron al país para avanzar en la firma de acuerdos de joint
venture con contrapartes argentinas. Estos acuerdos prevén que la parte árabe aporte
el capital para la siembra, para luego poder disponer de parte de la producción. Por
otra parte, también se ha dado a conocer que autoridades de Qatar han mantenido
conversaciones con contrapartes argentinas para concretar la compra de tierras que
luego serían destinadas a la actividad agrícola.
Aún más, en términos diplomáticos, también es Brasil quien tiene mayor presencia en la zona, dado que
posee embajadas en EAU, Qatar, Kuwait, Omán y Arabia Saudita. Seguido por Argentina, con presencia
diplomática en Arabia Saudita, EAU, Kuwait, y Qatar. En tanto Uruguay cuenta con embajadas en Qatar y
Arabia Saudita, y Paraguay no tiene presencia diplomática en la región, (Bartesaghi, Manghana,
2014:17).
5
Teniendo en consideración las importantes reservas de gas natural con las que cuenta Qatar, a las cuales
ya se ha hecho referencia, durante la visita de Fernández a este país en 2011 el ministro de Planificación
argentino junto con el ministro de Energía qatarí firmaron el Convenio Marco para el Desarrollo e
Implementación de Proyectos de Integración Energética que prevé la realización de estudios para la
instalación de una planta de regasificación en el Golfo de San Matías, provincia de Río Negro, que le
permitirá a la Argentina sumar la importación de hasta 20 millones de metros cúbicos de gas natural
licuado (GNL) por día. En tanto, en oportunidad de la visita presidencial a Emiratos Árabes Unidos, en
2013, ambos gobiernos firmaron un acuerdo para que Emiratos suministre GNL a Energía Argentina
Sociedad Anónima (ENARSA), a partir de 2014 y por un plazo de 20 años. Específicamente este convenio
prevé la provisión de 5 millones de toneladas de GNL al año, convirtiéndose éste en el primer acuerdo de
largo plazo que Emiratos firma con un país de Sudamérica. Se hace mención a estos acuerdos ya que se
considera que la concreción de los mismos podría traer aparejado un importante incremento de las
importaciones argentinas desde los citados destinos.
6
Entrevista realizada por la autora a Pablo Foudaro, gerente de la Cámara de Comercio Argentino Árabe,
Op. Cit.
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En otro orden, los países del Golfo han mostrado interés en profundizar la cooperación
tecnológica con Argentina, por ejemplo, en lo referente a la tecnología aplicada a la
agroindustria. De hecho estos países han hecho manifiesta su necesidad de
incorporar conocimientos en lo relativo a la tecnología en producción ganadera
intensiva y extensiva, a la genética animal, también al procesamiento industrial de
productos agropecuarios, al sistema de siembra y manejo de suelos, la utilización de
riego y el mejoramiento genético de semillas. Además, estos actores también han
manifestado su deseo de familiarizarse con la tecnología en GNC.
Además, algunos de estos países también se encuentran interesados en conocer los
avances argentinos y capacitarse en el uso pacífico de la energía nuclear. Esto
fundamentalmente a raíz del incremento de la demanda energética en estos Estados
que responde a su necesidad de llevar adelante el proceso de desalinización del agua
de mar y al creciente consumo para refrigeración. No debemos olvidar que, por un
lado, estos países suelen tener temperaturas que superan los 45 grados, por otro,
estos Estados poseen escasas reservas de agua dulce, siendo particularmente
preocupantes los casos de Kuwait, EAU y Qatar que enfrentan una escasez absoluta de
agua (Luomi, 2011: 252)
7
. Como consecuencia, estos Estados han apostado por
sortear la difícil situación que se les presenta recurriendo a la desalinización, un
proceso intensivo en energía. Ahora, debido al consumo de recursos que estos procesos
demandan, y a los costos medioambientales así como también de oportunidad que
estos implican, frente a la exportación o utilización a nivel industrial de los
hidrocarburos, se evidencia la necesidad de un cambio en el mix energético en estos
países. En este marco emerge su interés por el desarrollo de la energía nuclear y su
acercamiento a Argentina, un país que ha logrado desarrollos sustanciales en dicho
campo. De cualquier forma cabe mencionar que los vínculos en esta área entre
Argentina y las monarquías del Golfo se encuentran en distintos estadios, siendo Arabia
Saudita y EAU los países con los cuales se han efectuado los avances más
importantes
8
Teniendo en consideración lo hasta aquí expuesto, con vistas a potenciar las
oportunidades de negocios, en los últimos años los gobiernos de Fernández han
impulsado acciones que persiguen un acercamiento con fines comerciales a las
monarquías Golfo, entre ellas podemos destacar: visitas oficiales, participación en
ferias internacionales, así como también en misiones comerciales.
.
En esta línea, en 2010 una delegación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
argentino visitó Riad. Luego, en 2012, altas autoridades de dicho Ministerio volvieron a
viajar a Arabia Saudita, en una gira que también los llevó a EAU. Mientras tanto, a
principios de 2013, el titular de la cartera agropecuaria retornó a EAU. Esta última
visita tomó lugar en el marco de la gira que entonces efectuaba la presidente
Fernández que se caracterizó por poner el acento en las relaciones económicas. Lo que
resulta evidente si atendemos a que la primera mandataria viajó acompañada por un
importante número de empresarios que formaron parte de una misión comercial
multisectorial. También en esta dirección, en 2014 se concretó la primer misión
comercial plurisectorial que se desarrolló en el marco del Programa de Aumento y
7
Afrontan escasez absoluta de agua aquellos países que disponen de menos de 500 m3 de agua fresca
renovable por persona por año.
8
Para mayor información ver: KRAKOWIAK, Fernando (2014). “La exportación de tecnología nuclear al
mundo”. Tecnología nuclear para el desarrollo Edit U-238. Año 2, N° 18, 2014
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Un acercamiento a socios no tradicionales: la evolución del vínculo entre la Argentina y las monarquías del
Golfo durante las administraciones de Cristina Fernández (2007-2015)
Ornela Fabani
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Diversificación de las Exportaciones (PADEx)
9
Al respecto de los esfuerzos del Ministerio de Agricultura argentino por facilitar los
vínculos con las monarquías del Golfo hay que mencionar que, por la relevancia que
guardan la agricultura y la ganadería, estas son percibidas por el gobierno argentino
como llaves de ingreso a los mercados de la zona (Ministerio de Agricultura Ganadería y
Pesca, 09/10/2013). Si bien es cierto que Buenos Aires no sólo tiene interés en
profundizar los intercambios y la cooperación con estos socios no tradicionales en estas
áreas. Por el contrario, en línea con lo ya expuesto, en diversos encuentros con
funcionarios de Qatar, autoridades argentinas han referido el potencial asociativo
presente entre ambos países atendiendo a la tecnología en gas natural comprimido
(GNC) desarrollada en Argentina para automóviles y a los planes de Qatar de emplear
parte de su importante producción gasífera en combustible para el transporte público.
que tuvo por destino Qatar, Arabia
Saudita y EAU, evidenciando el interés de Argentina en abrirse espacio en dichos
mercados. Por otra parte, si bien para octubre de dicho año se proyectó una misión
comercial a Omán finalmente la misma fue postergada (Centro de Despachantes de
Aduana de la República Argentina, 08/09/2014).
Finalmente, la frecuencia de estas visitas que no tiene precedentes en el tiempo, en lo
que respecta a Argentina ni siquiera durante la gestión Kirchner, también resulta un
indicador que pone de manifiesto el interés de la administración Fernández por
impulsar la relación bilateral, que detenta un potencial con ventajas para todos estos
Estados, particularmente considerando la complementariedad de sus economías. Ahora,
el mencionado interés también se ve reflejado en la negociación y la firma de acuerdos
que se vieron facilitados por los referidos contactos de alto nivel
10
9
Este programa de promoción de las exportaciones tiene por fin “mejorar en términos cuantitativos y
cualitativos las exportaciones argentinas”. Mientras que, entre sus objetivos específicos se encuentran:
“incrementar las exportaciones tradicionales, contribuir al desarrollo exportador de las economías
regionales, incrementar el número de empresas exportadoras, diversificar los destinos de exportación y la
canasta exportadora” (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto). En pos de alcanzar estas metas se han
escogido veinticuatro países hacia donde focalizar los envíos al exterior, nueve Estados Latinoamericanos
y quince destinos emergentes. Entre estos últimos, se encuentran países que responden a los criterios de
tratarse de BRICS u otros emergentes de gran tamaño, y/o ser naciones emergentes extraregionales con
gran capacidad importadora; entre ellos el Ministerio de Relaciones Exteriores ubica a: Qatar, Arabia
Saudita y Emiratos Árabes.
.
10
Sólo por citar algunos ejemplos, durante 2009 se concluyeron las negociaciones de acuerdos de
cooperación comercial con Bahrein y Qatar (Jefatura del Gabinete de Ministros, 2009) mientras que, en
2010, se produjeron avances en las negociaciones de acuerdos económico-comerciales con Omán y
Kuwait (Jefatura del Gabinete de Ministros, 2010). A posteriori, en 2011, como producto de la gira de
Fernández por Medio Oriente se avanzó en la firma de diversos convenios, entre ellos, el Acuerdo entre la
República Argentina y el Estado de Kuwait sobre Cooperación Económica y Técnica, el Acuerdo Comercial
entre el gobierno de la República Argentina y el gobierno del Estado de Kuwait y el Memorando de
Entendimiento para la Cooperación entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la República
Argentina y el Ministerio de Asuntos Municipales y de Agricultura del Estado de Kuwait. Mientras que,
como fruto de la visita presidencial a Emiratos Árabes, en 2013, se firmó un acuerdo de cooperación e
intercambio tecnológico en seguridad alimentaria, biotecnología y provisión de alimentos. Respecto al
mismo cabe destacar que este documento prevé el intercambio de tecnología y la posibilidad de venta a
través del establecimiento de una oficina comercial en Emiratos. Más aún, conforme con declaraciones
oficiales Argentina habilitaría una pequeña en la zona franca de Dubai, donde habría un centro de
exposición permanente de productos argentinos (Secretaría de Comunicación Pública, 06/02/2013). La
importancia de este acuerdo reside en que el Emirato constituye un punto estratégico para la colocación
de productos en la región, particularmente considerando que allí radica el mayor centro logístico de la
zona con llegada a todos los países del Golfo. Finalmente, en 2015, se firmaron tres nuevos acuerdos con
Emiratos Árabes Unidos esta vez en materia de biotecnología, sanidad animal y evaluación de
conformidad agrícola. Paralelamente a la firma de un Memorando entre el INTA y el Ministerio de Medio
Ambiente y Agua emiratí que comprende cuestiones relacionadas con la biotecnología, la sanidad animal y
vegetal, entre otros temas, por medio de la asistencia recíproca en las áreas de educación, investigación,
desarrollo y transferencia de tecnología.
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Golfo durante las administraciones de Cristina Fernández (2007-2015)
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Fuera del ámbito netamente comercial, las acciones gestadas con vistas a promover los
vínculos entre las partes también apuntaron a atraer inversiones desde los países del
Golfo. De hecho, como ya señalamos, los contactos propiciados por representantes
argentinos también son parte de la búsqueda del gobierno nacional de profundizar sus
vínculos con países que detentan excedentes de capital. Sin ir más lejos, la gira oficial
de 2011 resultó propicia para que Argentina presentase veinticinco proyectos a la
Autoridad de Inversión de Kuwait y veintiún proyectos a la Autoridad de Inversión de
Qatar. En este sentido, vale mencionar que en dicha oportunidad ambas naciones
declararon a Argentina “destino estratégico de inversión” (Cibeira, 2011), una decisión
que se espera allane el camino a la llegada de capitales, particularmente en una
instancia en la cual Buenos Aires pretende captar recursos, sacando provecho de la
situación vigente tras la crisis del 2008 que ha llevado a estos fondos a apartarse de los
activos financieros
11
.
A modo de conclusión
A lo largo del trabajo hemos podido constatar que durante los gobiernos de Cristina
Fernández se han dinamizado los vínculos político-diplomáticos entre Argentina y las
monarquías del Golfo, particularmente EAU, Arabia Saudita, Kuwait y Qatar, lo cual
resulta claro si atendemos a: la multiplicación de contactos de alto nivel, las visitas
presidenciales, la apertura de representaciones diplomáticas, la firma de convenios,
entre otros indicadores. Aún más, conforme con los datos que arrojan documentos
oficiales, como es el caso de las Memorias Detalladas del Estado de la Nación, los lazos
entablados durante este período no tienen paragón en la historia de las relaciones
bilaterales con estos actores. Ahora bien, para comprender el porqué de esta
aproximación hay que señalar que la misma responde al interés argentino de fortalecer
sus vínculos económico-comerciales con los referidos países, esto en línea con los
lineamientos de política comercial externa del gobierno de Fernández. De hecho, si bien
el volumen de comercio con estas naciones es aún bajo, en los últimos años Qatar y
EAU han logrado ubicarse entre los países árabes desde los cuales Argentina más
importa y en la actualidad existen diversos proyectos que de concretarse le permitirían
a esta última incrementar sus compras de hidrocarburos a dichos mercados.
En esta línea, podemos concluir diciendo que, si bien la profundidad y las
características del vínculo con cada uno de estos seis actores difiere, Argentina viene
realizando un importante esfuerzo por lograr una aproximación a este grupo de
Estados, apreciados como socios potenciales, en respuesta a su necesidad de
diversificar mercados, receptar inversiones e incrementar el volumen de intercambio
comercial, así como también a la urgencia de los mismos de garantizar su seguridad
alimentaria y avanzar en la cooperación tecnológica, esto un contexto que ha estado
marcado por el impacto de la crisis financiera internacional.
11
Un dato interesante a mencionar reside en que, si bien hasta el momento Argentina no ha recibido fondos
provenientes de los citados organismos, sí ha receptado un préstamo del Fondo Kuwaití para el Desarrollo
Económico Árabe. Este fondo, pensado originalmente para el desarrollo de los países árabes, hace tiempo
se ha abierto hacia otros destinos emergentes, principalmente en América Latina. En este marco la
Provincia de Santa Fe fue destinataria de un préstamo para mejorar su red ferroviaria (Cibeira, 2011).
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OBSERVARE
Universidade Autónoma de Lisboa
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Vol. 6, n.º 2 (Novembro 2015-Abril 2016), pp. 34-46
A "MODERNIZAÇÃO CONSERVADORA" DA RÚSSIA:
COMO SILENCIAR AS VOZES DA OPOSIÇÃO
Richard Rousseau
richard.rousseau@aurak.ac.ae
Professor Associado de Ciência Política, Universidade Americana de Ras Al Khaimah
(Emirados Árabes Unidos)
Resumo
Sob a presidência de Dmitry Medvedev e agora da de Vladimir Putin, a modernização tem
sido/é apresentada como um imperativo nacional para o governo russo. Tornou-se um
slogan político e um meio de restaurar o poder da Rússia, interna e externamente. Esta
campanha serve para promover os interesses de alguns membros da elite russa dentro de
um grupo decisório mais alargado. O presente artigo tenta responder à seguinte questão:
como é que as elites russas entendem a modernização, tanto historicamente como no
contexto atual? Conclui que os "tecnólogos políticos" russos que têm estado no poder nos
últimos 15 anos tornaram-se mestres na arte de silenciar as vozes daqueles que têm uma
visão crítica das políticas do governo.
Palavras-chave
Rússia, Modernização, Putin, Medvedev, Conservadorismo
Como citar este artigo
Rousseau, Richard (2015). "A «modernização conservadora» da Rússia: como silenciar as
vozes da oposição". JANUS.NET e-journal of International Relations, Vol. 6, N.º 2, Novembro
2015-Abril 2016. Consultado [online] em data da última consulta,
observare.ual.pt/janus.net/pt_vol6_n2_art03
Artigo recebido em 25 de Junho de 2015 e aceite para publicação em 29 de Setembro
de 2015
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A "modernização conservadora" da Rússia: como silenciar as vozes da oposição
Richard Rousseau
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A "MODERNIZAÇÃO CONSERVADORA" DA RÚSSIA:
COMO SILENCIAR AS VOZES DA OPOSIÇÃO
1
Richard Rousseau
Em 2011, sob o lema "Para a Frente Rússia!", o presidente russo Dmitri Medvedev
(2008-2012) convidou os cidadãos a olhar de novo para a história e rumo do seu país,
com a intenção de introduzir um debate sobre a necessidade de modernização da
economia, que tem sido um tema recorrente ao longo da história da Rússia,
remontando ao tempo de Pedro, o Grande.
Sob a administração de Putin, a modernização é agora apresentada como sendo um
imperativo nacional, embrulhada de novo num slogan político e revestida pelas
habituais camadas de retórica e nacionalismo. Esta campanha serve para promover os
interesses de alguns membros da elite russa dentro de um grupo decisório mais
alargado. Mas como é que elites russas entendem a modernização, tanto
historicamente como no contexto atual?
A Rússia é muitas vezes incompreendida pelos peritos e políticos ocidentais, pois
parece que não existe meio termo. Alguns têm uma visão muito negativa e obscura do
país
2
, ou afirmam que a Rússia é tão singular e exótica que está numa categoria
própria, não comparável a outros estados
3
.
Ambos pontos de vista sobre a Rússia são enganadores. O primeiro pinta um quadro
muito sombrio das condições sociais e económicas da Rússia, e recorre ao precedente
histórico para argumentar que sempre foi vista como um país perigoso. Não se pode
negar que tenha havido, e continue a haver, muitos aspetos perturbadores no
desenvolvimento da Rússia, mas este fascínio com o lado negro da Rússia permeia as
perceções da Rússia mais normalmente sentidas no Ocidente, que derivam de uma
recordação excessivamente seletiva de eventos históricos.
1
A tradução deste texto foi financiada por fundos nacionais através da FCT - Fundação para a Ciência e
a Tecnologia - como parte do projecto OBSERVARE com a referência UID/CPO/04155/2013, e tem como
objectivo a publicação na Janus.net. Texto traduzido por Carolina Peralta.
2
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em: http://www.atlanticcouncil.org/blogs/new-atlanticist/putin-celebrates-stalinism-again
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3
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A "modernização conservadora" da Rússia: como silenciar as vozes da oposição
Richard Rousseau
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Rússia culturalmente única, está longe de seguir formas de desenvolvimento normais,
especialmente quando comparados com os dos países ocidentais. Este ponto de vista é,
na verdade, uma forma de evitar fazer qualquer declaração definitiva sobre o que é a
Rússia.
A Rússia é diferente, em muitos aspetos, não só de outros estados que constituíam a
antiga União Soviética como de países de tamanho e população semelhantes. Também
se destaca devido ao papel geopolítico que desempenha na Europa e Eurásia, e pela
sua importância estratégica enquanto segunda maior potência nuclear do mundo.
Exerce uma importante influência política devido ao seu estatuto de membro
permanente do Conselho de Segurança da ONU. Acima de tudo, a Rússia é única
porque se vê a si própria como sendo diferente - mas todos os países se veem a si
mesmos como tendo algo de único -, e quer continuar a sê-lo.
O colapso e a reconstrução das estruturas do Estado, instituições políticas e do sistema
económico da Rússia após a queda da URSS, em 1991, criaram uma enorme incerteza
na Rússia e afetou a forma como os russos se definiram como nação. Por exemplo,
embora a atual Federação Russa seja é o sucessor direto de mil anos de existência do
estado, as formas políticas e fronteiras do estado contemporâneo diferem de quaisquer
outras que a Rússia tenha conhecido. Como a União Soviética, a República Russa
também foi formalmente considerada uma federação com subdivisões étnico-nacionais
internas. Mas, ao contrário de uma URSS mais vasta, apenas alguns dos seus membros
constituintes são territórios nacionais étnicos. Porquê? Porque a maioria das repúblicas
da Federação Russa são puras subdivisões administrativas habitadas por russos. Sob o
sistema soviético, os territórios nacionais étnicos internos da Rússia foram classificados
por tamanho e estado em repúblicas e províncias autónomas e por distritos nacionais.
Atualmente, todas as antigas repúblicas autónomas são simplesmente denominadas
repúblicas. Em muitas repúblicas, o grupo étnico autóctone inclui uma minoria da
população. Desde 1991, os nomes e estatuto de algumas das unidades constituintes da
Rússia mudaram
3
O imperativo da modernização iniciou-se no chamado terceiro ciclo de
desenvolvimento, ou ciclo pós-comunista, que começou em 1991, sendo que os dois
primeiros ciclos foram o período entre a Revolução de 1905 e a Revolução de Fevereiro
de 1917, e o período comunista (1917-1991)
.
4
. Em setembro de 2009, Dmitry
Medvedev escreveu no website do Presidente da Rússia que "as tentativas anteriores
para modernizar a Rússia - iniciadas por Pedro o Grande e pela União Soviética -
tinham parcialmente falhado e tido um custo social elevado para a Rússia."
5
Olhando para trás para a transformação da Rússia desde 1991, este período tem sido
caracterizado por impulsos alternados de reforma e estabilidade e tem contribuído em
grande parte para a criação de um sistema híbrido que combina elementos da
ocidentalização superficial com os restos de uma política soviética de mão de ferro. Os
resultados globais aparentam ser uma modernização do sistema económico e da
3
Veja-se Sakwa, R. (2008). Russian Politics and Society. Londres e Nova Iorque, Routledge, Quarta Edição.
4
Veja-se Figes, Orlando (2014). Revolutionary Russia, 1891–1991, Metropolitan Books.
5
Medvedev, Dmitry (2009). Go Russia! President of Russia Official Web-Site, 10 de setembro. Disponível
em:
http://eng.news.kremlin.ru/news/298.
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sociedade conduzida por uma elite que fundiu com o domínio político com um maior
nível de autoritarismo
6
As elites governamentais transformaram-se num novo tipo de classe dominante -
semelhante à realeza - que hoje controla as muitas camadas de burocracias estatais e
paraestatais, instituições militares e entidades responsáveis pela aplicação da lei. Esta
classe está ligada às empresas russas através do uso de recursos administrativos e do
seu comportamento de procura de benefícios financeiros. Por exemplo, a maioria das
empresas geridas por ex-colegas de Putin na KGB – como o Presidente dos Caminhos
de Ferro russos Vladimir Yakunin ou Igor Sechin, o Presidente Executivo da Rosneft -,
duramente atingidos pelas sanções da UE e dos EUA provocadas pela guerra no Leste
da Ucrânia, receberam resgates do governo russo
.
7
A classe dominante pós-soviética, em particular o grupo conhecido por "siloviki"
(aqueles "homens de uniforme” criados nos serviços secretos e policiais e no Exército
Soviético), chegou ao comando do poder durante a primeira presidência de Putin
(2000-2008) e efetivamente alienaram-se do tecido social russo
. Estes interesses pessoais
constituem a sinergia e determinam o futuro da Rússia.
8
O semi-autoritário "novo projeto de integração para a Eurásia"
. O fosso entre a
classe dominante e os russos comuns é semelhante ao que encontramos nos países
mais pobres do terceiro mundo. Devido a este fosso cada vez maior entre governantes
e governados, os sociólogos russos diagnosticaram um aprofundamento da crise
económico-social na Rússia contemporânea.
9
, de Putin, que
supostamente visa proporcionar a possibilidade de um salto civilizacional para o século
XXI, tornou-se de facto uma barreira à mudança social
10
. A "modernização
conservadora" de Putin, que tem predominado no discurso oficial da Rússia desde
2011, tem, de fato, sancionado a proteção social e o prolongamento do status quo, e
passou a simbolizar apenas as boas intenções e interesse dos poderes constituídos
11
.
Este estilo de modernização tem pouco em comum com as ideias dos modernizadores
da Europa Ocidental do século XX
12
.
Para alguns observadores russos, é comparável ao
dos "obstrucionistas" e "reacionários" da época da "estagnação" sob a liderança de
Leonid Brezhnev
13
.
6
Mezrich, B. (2015). Once Upon a Time in Russia: The Rise of the Oligarchs. A True Story of Ambition,
Wealth, Betrayal, and Murder. Atria Books.
7
Miller, Chris (2015). Russia’s Economy: Sanctions, Bailouts, and Austerity. Foreign Policy Research
Institute, fevereiro. Disponível em: http://www.fpri.org/articles/2015/02/russias-economy-sanctions-
bailouts-and-austerity
8
Veja-se Hoffman, D. E. (2011). The Oligarchs: Wealth And Power In The New Russia. Public Affairs,
Revised Edition; Illarionov, Andrey (2009). The Siloviki in Charge. Journal of Democracy, 20 (2), pp. 69-
72.
9
Putin, Vladimir (2013). A New Integration Project for Eurasia: The Future in the Making. Izvestia, 3 de
outubro (Reproduced on the Permanent Mission of the Russian Federation to the European Union
website). Disponível em:
http://www.russianmission.eu/en#sthash.H1eXjC3e.dpuf
10
Inozemtsev, Vladislav (2010). Russie, Une Société Libre Sous Contrôle Autoritaire. (Russia – A Free
Society Under Authoritarian Control). Le Monde Diplomatique, Nº.10, pp 4-5.
11
Veja-se Inozemtsev, Vladislav (2010). Istoriya i Uroki Rossiyskikh Modernizatsiy. (The History and
Lessons of Russian Modernisations). Rossiya i Sovremenniy Mir, Nº 2 [67], abril-junho, pp. 6-11; Trenin,
Dmitri (2010). Russia’s Conservative Modernization: A Mission Impossible? SAIS Review, Volume 30,
Número 1, Inverno-Primavera, pp. 27-37.
12
Von Laue, Theodore H. (1987). The World Revolution of Westernization. The Twentieth Century in Global
Perspective. Oxford, Nova Iorque: Oxford University Press.
13
Inozemtsev, Vladislav (2010). O Tsennostyakh I Normakh. (On values and Norms). Nezavisimaya Gazeta,
5 de Março, p. 3.
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Modernização Conservadora
O liberalismo no Ocidente desenvolveu-se durante muito tempo sob a forma de
propriedade privada, liberdades individuais e desenvolvimento do pensamento
racionalista, ao passo que na Rússia todos os três têm estado ausentes ou foram
severamente limitados. O principal problema na Rússia era que o sujeito do liberalismo,
o homo economicus, era praticamente inexistente e assim o liberalismo encontrou o
seu principal apoio entre a intelectualidade liberal urbana
14
No ocidente, o liberalismo (incluindo a propriedade privada, o individualismo e a defesa
do direito de propriedade e do direito individual através da lei) chegou antes da
democracia, mas na Rússia foi a própria revolução democrática em 1987-1991 que
criou as bases do liberalismo. O liberalismo russo difundiu o poder económico que está
associado à propriedade privada para estabelecer a base dos direitos individuais; mas
ao mesmo tempo afirmou a necessidade de concentração de poder político, um Leviatã
pós-comunista, sob a forma de poder presidencial
.
15
O liberalismo económico, mas não necessariamente a democracia de pleno direito,
estava assim na agenda. Além disso, a desconcentração do poder económico conseguiu
criar uma classe de "novos russos" e oligarcas, mas pouco fez pela maioria da
população, uma grande parte da qual perdeu as garantias sociais do período soviético e
ganhou muito pouco em troca. O liberalismo continuou longe de ser hegemónico,
desafiado pela contraideologia do estadismo, e também não era universal, limitando-se
a certos enclaves do globalismo na Rússia, como Moscovo, São Petersburgo e algumas
outras cidades. No entanto, apesar da perda de território e do colapso das certezas
confortadoras de uma ideologia abrangente, seria falso argumentar que o liberalismo
não conseguiu criar raízes na Rússia.
.
No coração da revolução democrática liberal reside a tentativa de estabelecer uma
economia de mercado e um governo representativo. Mas como? Enquanto os
reformistas liberais da década de 1990 seguiam as orientações de um governo
representativo, confrontados com o que lhes parecia ser a oposição intratável dos
conservadores no parlamento, muitos argumentaram a favor de uma "mão de ferro",
uma presidência forte e um estado que agisse com uma espécie de despotismo
esclarecido, fazendo avançar as reformas mas preservando as principais instituições
políticas pós-soviéticas.
Boris Ieltsin, o primeiro presidente pós-soviético, aparentou ter êxito onde Mikhail
Gorbachev falhara em encontrar um caminho intermédio entre governo representativo
e coação pura e simples, um tipo de representação virtual de interesses políticos e
sociais descritos pelos vários rótulos de democracia delegativa, iliberal ou de regime. O
colapso do poder comunista e o fraco desenvolvimento de um contra-sistema
democrático permitiu que as estruturas burocráticas e de elite obtivessem um grau
relativamente elevado de autonomia.
Isto foi mais evidente no próprio governo na década de 1990, que se estabeleceu como
uma espécie de alto comando tecnocrático da transição económica. Também nas
regiões, as funções de controlo anteriormente assumidas pelo Partido Comunista foram
apenas fracamente substituídas pelo sistema de representantes federais a nível distrital
14
Raeff, M. (1994). Political Ideas and… Op. Cit., p. 56.
15
Gill, G, and Merkwick, R., D. (2000). Russia’s Stillborn Democracy? From Gorbachev to Yeltsin. Oxford
University Press, pp. 127-150.
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regional ou federal. Embora a mudança social e a transformação económica talvez
fossem os pré-requisitos para uma ordem liberal, o desenvolvimento político e a
democratização exigem mais.
Como reação à tentativa de alcançar uma modernização liberal sem liberais, emergiu
um tipo de conservadorismo russo pós-comunista. O conservadorismo na Rússia tem
raízes e tradições filosóficas muito mais profundas onde se apoiar do que o liberalismo;
mas na viragem do século e no início do terceiro mandato presidencial de Putin (2011-
2012), fizeram-se tentativas para combinar os dois numa ideologia russa distinta de
modernização conservadora.
No entanto, a fonte mais forte de modernização conservadora foi talvez a opinião
patriótica sobre a necessidade de um Estado forte combinado com direitos individuais e
um sistema constitucional
16
A modernização conservadora de Putin baseou-se em tradições pré-revolucionárias do
período soviético e, no período pós-soviético, na experiência do mundo do
conservadorismo liberal e social. Tentou combinar a ênfase liberal nas liberdades
económicas com restrições graduais sobre os direitos individuais e políticos e uma
conceção orgânica da comunidade em geral, focando-se na tentativa de preservar as
distintas tradições da Rússia, reavivar a Igreja Ortodoxa e salvar alguma coisa das
políticas sociais do período soviético. Uma marca diferente da modernização
conservadora, defendida pelos neocomunistas e alguns patriotas nacionais, procurou as
raízes da 'nova comunidade' nas tradições russas. O governo de Putin representa uma
poderosa combinação desses atributos e adapta o esforço de modernização à condição
atual e histórica da Rússia.
. Assim, na Rússia emergiu uma síntese única de
liberalismo económico, modernização e conservadorismo político que assumiu forma
política desde o regresso de Putin à presidência em março de 2012.
O próprio conceito de democracia na Rússia aparece agora deslegitimado, enquanto a
própria palavra é usada como sendo um opróbrio. A falta de credibilidade entre as
declarações da liderança e as realidades da vida quotidiana deu origem ao que tem sido
apelidado de cultura de desconfiança e a um sentimento generalizado de niilismo social.
A ideologia da modernização conservadora significa que as instituições políticas do
Estado se tornaram mais ordenadas e a liderança mais firme e consistente. Por outras
palavras, a estabilidade política é melhor garantida por um regime autoritário do que
pela desordem democrática.
No seu livro Political Order in Changing Societies (Ordem Política nas sociedades em
transformação) publicado em 1968, Samuel Huntington argumentou que as sociedades
em transição para a modernidade exigem uma liderança firme, se não mesmo militar,
para negociar as enormes tensões colocadas sobre a sociedade por um período de
rápida mudança
17
16
Markov, Sergei (2009). Conservative Modernization. The Moscow Times, 30 de novembro. Disponível em:
. Na Rússia de Putin, o papel "pretoriano" está a ser cumprido pela
Presidência e pelos seus aliados mais próximos, em vez de pelo exército. A Presidência
recriou um centro não só para a nação, mas também para a sociedade política, o centro
que se tinha desintegrado com Ieltsin. Desde 2012, o medo, no entanto, que a
http://www.themoscowtimes.com/opinion/article/tmt/390539.html ; Trenin, Dmitri (2010). Russia’s
Conservative Modernization: A Mission Impossible? Carnegie Moscow Center, 25 de maio. Disponível em:
http://carnegie.ru/2010/05/25/russia-s-conservative-modernization-mission-impossible
17
Huntington, Samuel (1968). Political Order in Changing Societies. New Haven/Londres: Yale University
Press, p. 1.
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Presidência forte não agisse como um baluarte contra a ilegalidade, mas que seria ela
própria o veículo para uma nova forma de arbitrariedade, provou ser fundamentado.
A Rússia tem hoje um sistema político híbrido, simultaneamente democrático e
autoritário, mas cada vez mais inclinado para o último tipo. As liberdades que tinham
começado durante o glasnost floresceram numa verdadeira liberdade de expressão e de
imprensa, e a variedade de publicações e a abertura dos seus conteúdos não tiveram
paralelo na história da Rússia. A censura foi explicitamente proibida e só os tribunais
podiam proibir jornais de forma permanente, e apenas por razões específicas e após
advertência prévia.
A natureza híbrida da democracia autoritária na Rússia de Putin surgiu do conflito entre
fins e meios e tem uma dupla função: a de minar as velhas estruturas do poder social e
político dominado pelos oligarcas, enquanto, ao mesmo tempo, proporcionar a
estrutura que permita o crescimento de formas conservadoras que, em última análise,
poderiam manter-se por si próprias. Por outro lado, sob Putin a política regional e
federal ficou mais protegida das pressões dos interesses económicos, e a presidência
funciona menos como um agente abusivo nos interstícios do Estado e da sociedade,
como tinha acontecido na era Ieltsin, e mais como uma ordem estatal a tentar
modernizar o estado russo e a sociedade.
Efeitos Negativos
Este modelo de modernização conservadora teve muitos efeitos negativos. O mais
notável é a escala e a natureza sistemática de corrupção e niilismo legal. Valery Zorkin,
presidente do Tribunal Constitucional da Federação da Rússia e uma das personalidades
mais poderosas no país, admitiu publicamente que o crime está entranhado no
aparelho de estado e na economia e que os interesses dos membros do aparelho de
estado e da classe empresarial vão de mão dada com os interesses dos círculos
criminais. Numa entrevista ao Izvestia em 2004, disse "o suborno nos tribunais tornou-
se um dos maiores mercados de corrupção na Rússia". A evidência sugere que o nível
de corrupção no sistema judicial aumenta quanto mais se desce na hierarquia e quanto
mais longe de Moscovo nos encontramos
18
Em 2004, a Rússia ficou em 90º lugar entre 149 países no Índice Global de Corrupção
da Transparência Internacional, enquanto que em 2013 ficou em 127º, ao lado de
países notoriamente corruptos, como o Paquistão, Bangladesh e Costa do Marfim
.
19
Ficou igualmente mal classificado no Doing Business Survey do Banco Mundial,
ocupando o 112º lugar num universo de 185 países, colocando-o ao nível das ex-
repúblicas soviéticas, como o Uzbequistão, Cazaquistão e Azerbaijão
.
20
18
Blass, Tom (2007). Combating Corruption and Political Influence in Russia’s Court System. Global
Corruption Report 2007: Corruption in Judicial Systems. Transparency International. Cambridge
University Press, pp. 31-34; Gilinskiy, Yakov (2006). Crime in Contemporary. European Journal of
Criminology Russia, Vol. 3, p. 259.
. Os governos de
Medvedev e de Putin têm, porém, tomado algumas medidas para combater a corrupção
e mudar a perceção dos estrangeiros de que a Rússia não é um lugar fácil para fazer
19
Corruption Perceptions Index 2013. Transparency International. (2013). Disponível em:
https://www.transparency.org/cpi2013/results
20
Doing Business 2013. World Bank. (2013). p. 3. Disponível em:
http://www.doingbusiness.org/~/media/GIAWB/Doing%20Business/Documents/Annual-
Reports/English/DB13-full-report.pdf
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negócios. Em 2010, Medvedev assinou a Convenção Anti-Suborno da OCDE, embora a
Rússia seja apenas parceira desta poderosa organização económica.
O Institute of Contemporary Development – INSOR (Instituto de Desenvolvimento
Contemporâneo) e o Center for Strategic Analysis – CSR (Centro de Análise
Estratégica), duas instituições próximas do Kremlin, chegaram a conclusões ainda mais
reveladoras sobre as circunstâncias em que a Rússia se encontra no meio da segunda
década do século XXI. Estas instituições afirmam que o alto nível de corrupção é o
principal fator que causa a "crise" global que a Rússia enfrenta atualmente. O desdém
para com o aparelho de estado sentido pela grande maioria dos russos está a abrandar
a modernização das instituições políticas
21
A sociedade russa sofreu mudanças substanciais na sua estrutura e estratificação, que
ainda estão em curso. Com o desenvolvimento das tecnologias de comunicação de
massa globais e maior acesso a fontes de informação independentes, os cidadãos pós-
comunistas saíram da hibernação e começaram a desenvolver competências básicas de
auto-organização. Milhões de trabalhadores da classe média e centenas de grupos de
jovens, radicalizados pela falta de oportunidades de melhorar o seu estatuto social,
uniram-se com os intelectuais da oposição. Na verdade, a imagem estereotipada da
incapacidade dos russos de reagir e ir para a rua quando confrontados com abusos e
incompetência do seu governo revelou-se uma coisa do passado durante o terceiro
mandato de Putin como presidente, em Maio de 2012.
. O poder dominante tem "estado a dormir”
durante as mudanças sociais provocadas pela combinação de uma economia de
transição e a perda de mecanismos de segurança para os mais vulneráveis.
Reagindo ao que se lhes afigurava fraude eleitoral generalizada, uma série de
instituições paralelas e organizações sociais uniram-se para fazer campanha contra a
manipulação do processo eleitoral e prática de outras atividades antidemocráticas por
parte das autoridades durante as eleições de 2012. As redes sociais e projetos como o
"Parlamento Online" ganharam popularidade rapidamente, muitas vezes em resposta
ao flagrante desrespeito do Kremlin pelos direitos civis fundamentais das pessoas. Esta
forma negligente de governo das elites explica em parte a razão pela qual a liberdade
tem vindo constantemente a diminuir
22
Muitos analistas preveem que os próximos anos trarão consigo uma força de oposição
dinâmica que pode até mesmo superar a que varreu a URSS entre 1986 e 1991
.
23
No contexto da crise no Leste da Ucrânia e das sanções económicas que a UE e os EUA
impuseram à Rússia como retaliação, o ano de 2015 pode de fato ser extremamente
perigoso para o Kremlin. Esta é a opinião de Igor Yurgens, Presidente do Conselho de
.
Calculam que a grave deterioração da situação económica e os distúrbios sociais
reavivados no Cáucaso Norte serão os principais catalisadores da abertura dos portões
do descontentamento e de uma enxurrada de ativismo político na sociedade russa.
21
INSOR Experts Focus Attention on Fight Against Corruption. (2008). Institute of Contemporary
Development (INSOR), 26 de junho. Disponível em:
http://www.insor-russia.ru/en/_news/890
22
Livejournal, Online Parliament and Freedom House. (2011). The Voice of Russia, 21 de abril. Disponível
em:
http://sputniknews.com/voiceofrussia/radio_broadcast/36172287/49273362/?link-1
23
Veja-se Fauconnier, Clémentine (2011). Conflit et Compétition Politiques Dans La “Démocratie
Souveraine” : L’Opposition Vue Par Russie Unie. Revue d’études comparatives Est-Ouest, 42 (1), março,
pp. 17-36; Narizhnaya, Khristina (2013); Russians Go West. The World Policy Journal, 30 de março, pp.
95-103. Disponível em:
http://www.worldpolicy.org/journal/spring2013/russians-go-west ; Caracciolo,
Lucio (2015). Democratorship: The Ancient Heart of Putin’s Regime. Stratfor, 27 de março. Disponível
em:
https://www.stratfor.com/the-hub/democratorship-ancient-heart-putin%E2%80%99s-regime
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Administração do INSOR, que reconheceu abertamente que a Rússia está "em recessão
agora, e em breve estaremos em queda livre”
24
As condições económicas internacionais têm o potencial de desempenhar um papel
dinâmico no futuro da Rússia. A crescente interdependência global tem feito com que o
crescimento económico do país esteja a tornar-se mais dependente do comércio
externo, forçando-o a prestar mais atenção à sua competitividade nos mercados
mundiais. Enquanto isso, a "Grande Recessão" de 2008-2009 pôs dolorosamente a nu a
falibilidade das economias baseadas em recursos.
.
A diminuição de 8% do PIB que a Rússia sofreu na sequência da crise económica
mundial de 2008-2009 fez com que os habitantes do Kremlin se apercebessem que
uma adequada diversificação comercial não só é uma necessidade primordial, mas
também tem que ser acompanhada pela implementação imediata da modernização
económica.
Existem vulnerabilidades económicas graves, a começar pela forte dependência da
Rússia na exportação dos seus recursos naturais e a debilidade das suas indústrias
transformadora, de serviços e de alta tecnologia. O potencial educativo, científico e
tecnológico da Rússia, como as instalações industriais herdadas da União Soviética,
chegou ao fim ou esgotou-se. Muitas destas instalações já não se adequam à economia
global, e não têm lugar num mundo de concorrência feroz entre os estados, economias
de escala e terceirização (outsourcing).
Fações Diferentes
A Rússia está assim a enfrentar outro ponto de viragem histórico. Qual a direção
política e económica que deverá agora seguir? O espectro dos processos de
modernização inacabados paira sobre o país desde o tempo de Pedro, o Grande, no
início do século XVIII, e os dilemas enfrentados pelas antigas e atuais elites são quase
idênticos em termos de objetivos e restrições.
Os líderes políticos russos, como tantas vezes aconteceu na história do seu país, estão
à procura de algum tipo de fórmula económica mágica que satisfaça todos, ao mesmo
tempo que preserva o status quo político e económico. Muitos acreditam que um
regresso à situação pré-crise é possível, enquanto outros são da opinião de que a
inércia irá resultar numa reação em cadeia descontrolada e prejudicial, que poderia, no
entanto, trazer finalmente a verdadeira democracia à Rússia
25
Um elevado número de relatos e análises alarmistas partilham uma conclusão comum:
mudanças políticas profundas, e especialmente uma mudança inequívoca no sentido da
democratização e do Estado de Direito, são ingredientes necessários para uma
recuperação económica mais abrangente e para o bem-estar social
.
26
24
Yurgens, Igor (2014). We Are in a Recession Now, and Soon We’ll Be in a Free Fall. Institute of
Contemporary Development (INSOR), 19 de novembro. Disponível em:
. Só essa
http://www.insor-
russia.ru/en/_news/11319
25
Veja-se Vstrecha s Vedushimi Rossiyskimi i Zarubezhnimi Politologami. (Meeting With the Leading Russian
and Foreign Political Science Experts). (2010). Disponível em:
www.kremlin.ru/news/8882; Para uma
análise detalhada da literatura relevante veja-se: Diskin, Iosif (2009). Krizis... I Vse Zhe Modernizatsiya!
(Crisis... Yet It’s Still Modernization!). Moscow: “Evropa” Publishing House, pp. 7-16.
26
Veja-se Aslund, Anders (2009). Why Market Reform Succeeded and Democracy Failed in Russia. Social
Research, Primavera; Russia’s Economy to Reach Pre-Crisis Level by Late 2012. (2009). RIA Novosti, 16
de dezembro. Disponível em:
http://en.rian.ru/business/20091216/157255443.html
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modernização permitirá uma transformação cultural que seja suficientemente decisiva
para possibilitar a criação de uma identidade russa moderna e sólida, e, de um ponto
de vista legal, um Estado assente no respeito para com a lei
27
. A Rússia deve retomar a
via da ocidentalização a fim de transformar a tirania política de alguns num novo
sistema político assente em valores que conduzam a uma boa governação, liderança
responsável, inovação, eficiência e liberdade
28
Classificar a elite dominante em duas facões - conservadores e liberais - é simplificar
em excesso, já que o debate político é multifacetado no seio dos círculos políticos. Por
exemplo, a fação reacionária no Kremlin define a modernização como um meio de
otimizar o poder do regime político atual, uma vez que melhora a sua capacidade de
governar o país. A fé num "contrato" estável e a longo prazo entre o Estado e o povo é
emblemático dessa visão de modernização. No entanto, tal paradigma não se opõe a
políticas económicas liberais, a um sistema multipartidário e ao recurso à mobilização
social para obter a modernização económica necessária para recuperar do atraso em
relação ao Ocidente - e atualmente em relação a muitos países da Ásia Oriental e do
Sudeste Asiático – tal como o "programa de modernização” do Presidente Medvedev,
lançado em 2009 mas relegado ao passado a partir de 2012, é disso exemplo
.
29
Na política externa, a perceção da fação conservadora do lugar da Rússia no cenário
mundial assenta no conceito de "choque de civilizações" proposto por Samuel
Huntington: a "civilização euro-asiática" contra a "europeia". Pressupõe igualmente que
o atual sistema internacional é caracterizado pela multipolaridade e pela predominância
do poder militar sobre o que é agora normalmente denominado de "soft power".
.
Os "conservadores", como são muitas vezes referidos na imprensa russa, não são um
grupo homogéneo. Há defensores de mudanças cosméticas e defensores da tábua rasa
(os "ultras", por assim dizer) que defendem que se deve começar com uma ardósia em
branco. As fações dos "chekistas" e "ortodoxos" acreditam que a democracia e o
liberalismo representam uma ameaça mortal para a Rússia
30
. Em certa medida, a
vertente da modernização conservadora, onde o Partido Comunista da Rússia poderia
ser incluído, está ideologicamente próximo do pensamento dos tradicionalistas russos.
Não constitui surpresa que as entidades burocráticas estatais, as instituições de defesa
e aplicação da lei, bem como o exército e as grandes empresas estatais, em especial no
sector dos recursos naturais e do complexo militar-industrial, se assumam como
bastiões do conservadorismo
31
Por seu lado, a fação "liberal" dentro do partido no poder, a Rússia Unida, que nasceu
das estruturas institucionais soviética e pós-Ieltsin (ou seja, a nomenklatura soviética e
pós-soviética) tem uma visão estreita da modernização: encara a transição política
gradual e as reformas económicas liberais como meios para prevenir revoluções
.
27
Rousseau, R. (2015). Russia’s Attempt To Deliver Democratic Transition Is A Non-Starter. Eurasia Review,
News & Analysis, 14 de julho. Disponível em:
http://www.eurasiareview.com/14072015-russias-attempt-
to-deliver-democratic-transition-is-a-non-starter-analysis
28
Veja-se Lindley-French, J. (2014). Greater Russia: How Moscow Exploits and Misunderstands History. The
Europe’s World, 17 de março. Disponível em:
http://europesworld.org/2014/03/17/greater-russia-how-
moscow-exploits-and-misunderstands-history/#.Ve5wn_mSyRQ
29
Andrey Issayev, Andrei (2011). Konservatizm: Oplot Modernizacii. (Conservatisme: The Pilar of
Modernisation). Vestnik Edinoy Rossii, 4 (83), abril, p. 2.
30
Idem.
31
Kateb, Alexandre (2014). La Russie, l’Europe et l’Émergence d’un Monde Multipolaire. La Tribune, 19 de
agosto. Disponível em:
http://www.latribune.fr/opinions/tribunes/20140819trib000844968/la-russie-l-
europe-et-l-emergence-d-un-monde-multipolaire.html
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Vol. 6, n.º 2 (Novembro 2015-Abril 2016), pp. 34-46
A "modernização conservadora" da Rússia: como silenciar as vozes da oposição
Richard Rousseau
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políticas repentinas e dispendiosas, especialmente porque o temperamento do país
deverá tornar-se cada vez mais inquieto e assertivo
32
A situação atual na Rússia é um remanescente de - e uma reminiscência de - muitas
hipóteses históricas desperdiçadas de modernizar a Rússia de forma definitiva sem
nunca mais olhar para trás. Personalidades como Nikolai Speranski, Piotr Stolypin e
Boris Chicherin, conhecidos por serem reformadores na história da Rússia, esforçaram-
se por modernizar o tecido político, social e económico da Rússia na viragem do século
XX. O programa do histórico Partido Kadet (Partido Democrático Constitucional) nos
primeiros meses da Revolução de Fevereiro de 1917 apresentou ideias reformistas que
ainda são relevantes na Rússia de hoje
.
33
Durante a celebração do 150º aniversário da emancipação dos servos em 2011, o
presidente russo Dmitry Medvedev identificou-se com o czar da modernização,
Alexandre II. Os "liberais" de hoje são lealistas que aderem à famosa frase de Pushkin
no século XIX: "o único europeu na Rússia é o governo". O impulso para a reforma,
acreditam, deve vir de cima, como resposta ao processo cultural que vem de baixo. Um
cientista político contemporâneo chamaria a isso uma "abordagem de cima para baixo"
- a única utilizada na Rússia nos dois últimos séculos
.
34
Apesar de alguma indecisão sobre a questão da reforma, tecnocratas russos
iluminados, políticos e académicos de hoje (Grigory Yavlinski, Anatoly Chubais, Mikhail
Kasyanov, Alexei Kudrin, o falecido político da oposição Boris Nemtsov etc.) apoiam
uma política de integração com instituições transatlânticas, apesar de não
especificarem a que instituições se referem. Consideram que a Rússia faz parte
integrante da Europa e a sua esperança de concluírem o trabalho de Pedro, o Grande,
assenta na criação e florescimento de uma classe média verdadeiramente russa
.
35
. Sob
a presidência de Medvedev, a fação liberal contou com o chamado programa dos
"quatro Is" ou quatro áreas-chave: Instituições, Infraestruturas, Inovação e
Investimento. A criação de condições para o desenvolvimento de empresas de pequena
e média dimensão foi um marco deste programa
36
Não é exagero imaginar uma fação política que una os novos rostos da oposição
democrática (a intelligentsia oposicionista, principalmente anti-Putin) e a fação liberal
do Kremlin, independentemente de quão pequena e pouco clara esta possa ser, que
apresente uma plataforma modernizadora aos líderes das instituições políticas e ao
povo.
.
No entanto, para que isso aconteça, os dois campos terão de diluir um pouco de água
no seu vinho. A intelligentsia oposicionista considera que a fação liberal é um projeto
de Relações Públicas e liberal apenas em nome, que, na verdade, serve para reforçar o
status quo existente. Yuri Afanasiev, um historiador russo famoso, deu uma entrevista
ao Semana ucraniana em 2012, em que dissecou a alegada missão liberalizadora do
32
Veja-se: Russia After Nemtsov. Uncontrolled Violence (2015). The Economist, 7 de março.
33
Veja-se Tuminez, Astrid (2000). Russian Nationalism Since 1856: Ideology and the Making of Foreign
Policy. Lanham: Rowman & Littlefield.
34
Veja-se Kennedy, Paul T., and Danks, Catherine J. (2001). Globalization and National Identities: Crisis or
Opportunity? Houndsmills, Basingstoke, Hampshire. Nova Iorque: Palgrave; Kortunov, S. (1998). Russia’s
Way: National Identity and Foreign Policy. International Affairs: A Russian Journal, 44, nº. 4.
35
Vstrecha s Vedushimi Rossiyskimi i… Op. Cit.
36
Veja-se Rousseau, R. (2011). Modernization of Russia: Real or a Pipedream? G8 Summit Magazine, junho.
Disponível em:
http://www.scribd.com/doc/55959348/1/G8-G20-France-2011-New-World-New-Ideas
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campo liberal e chegou à conclusão que as expectativas de reformas reais são
exagerados
37
O conflito entre fações do Kremlin sobre como responder ao declínio de competitividade
da Rússia tem vindo a intensificar-se, na esteira da desaceleração económica global de
origem norte-americana de 2007-2008. Nestas circunstâncias terríveis, as disputas em
curso sobre ideias e estratégias de modernização estão a ser usadas pelas classes
políticas para tentar reforçar a sua posição dentro das diferentes fações. Contudo, a
efervescência entre a classe média em crescimento implica que um grande número de
russos está agora mobilizado para questões de importância política e económica de
longo alcance, tais como a propriedade público-privada, o sistema político autoritário, a
economia corrupta e criminalizada, o governo - federal e regional - a prestação de
contas, a violação da liberdade de imprensa e a independência do sistema de justiça.
.
O debate público revestiu-se de uma nova dignidade e de novas opções políticas. Este
desenvolvimento exclusivo tornou-se mais evidente na corrida para as eleições para a
Duma de Estado em dezembro de 2011 e nas eleições presidenciais de 2012. A Rússia
enfrenta atualmente uma crise política importante. Os abusos do regime de Putin são
tão numerosos que sem uma mudança profunda é improvável que o movimento de
protesto possa ser contido. No entanto, é duvidoso que Putin concorde com reformas
que ameaçam a sua permanência no poder. O palco está, portanto, pronto para um
conflito prolongado entre Putin e a oposição.
A par das mudanças políticas e socioeconómicas, a identidade russa precisa de evoluir,
caso contrário a modernização continuará a ser nada mais do que um chavão vazio na
retórica de campanha, evocada para ganhos políticos. A raiz do dilema da Rússia é a
total ausência de uma força de coesão social ou cultural moderna e integrada – a
utilização de propaganda que remonta à Grande Guerra Patriótica e ao passado
imperial da Rússia não desempenha um papel importante na formação de uma
mentalidade coletiva nacional voltada para um projeto de modernização. É por isso
que, para muitos, as esperanças futuras residem nas iniciativas de associações cívicas
e organizações não-governamentais (ONGs) de des-totalitarizar a Rússia e proteger o
país de tendências autoritárias renovadas, como o comunismo e o estalinismo ou os
seus descendentes.
Conclusão
A atual recessão económica, ampliada pelas sanções ocidentais, vai libertar a tensão
social em todo o vasto território russo, embora a probabilidade de uma rutura política
séria seja baixa a curto prazo. O capital de confiança que Putin goza desde a sua
primeira presidência não vai derreter rapidamente. Os russos ainda se lembram que ele
conseguiu elevar os seus padrões de vida ao longo de toda a década de 2000.
Além disso, a armada de "tecnólogos políticos" que trabalha para o Kremlin está
permanentemente à procura de maneiras de dividir e exercer pressão sobre a oposição.
Quando o líder da oposição Alexey Navalny entrou com um pedido de autorização para
realizar um protesto anticrise em 1 de março de 2014, os tecnólogos políticos
certificaram-se de que o Partido Comunista e cerca de dez outros grupos realizaram
37
Afanasyev, Yuri (2012). Russia Is Ruled by Feudalism. Ukrainian Week, 13 de fevereiro. Disponível em:
http://ukrainianweek.com/World/42179
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protestos no mesmo dia, uma tática clássica dos Estados pós-soviéticos
38
Com a inflação a subir e valor do rublo a permanecer baixo em relação a outras
moedas, Putin e reputação do partido no poder de ser competente na gestão da
economia acabará por desaparecer. A modernização dos sistemas políticos e
económicos da Rússia foi colocada em banho-maria em 2011 e a dependência no
nacionalismo, repressão e frustração contra o Ocidente será a melhor estratégia para
os próximos anos.
. Após 15
anos no poder, tornaram-se mestres na arte de silenciar as vozes daqueles que têm
uma visão crítica das políticas do governo.
A transição da Rússia foi uma tentativa de proporcionar um quadro institucional para
estabelecer o pluralismo na sociedade, garantir os direitos de propriedade e superar o
isolamento da Rússia dos processos globais. Embora as instituições democráticas
tenham aparecido, apesar de vacilantes e incompletas, levará mais tempo para que a
cultura democrática e as estruturas económicas que as sustentem possam surgir, e
para que as regras não escritas da convenção se plasmem nas palavras escritas da
Constituição. A primeira liderança russa pós-comunista lançou as bases de uma nova
ordem política, acreditando que a Rússia só poderia ingressar na civilização mundial se
a refizesse como sendo sua. Na segunda década do século XXI, torna-se claro que a
Rússia e o mundo enfrentam desafios que não podem ser resolvidos se estiverem
isolados um do outro.
38
Englund, Will (2014). In Moscow, Tens of Thousands Turn Out to Protest Russian Intervention in Ukraine.
The Washington Post, 15 de março. Disponível em:
https://www.washingtonpost.com/world/europe/in-
moscow-tens-of-thousands-turn-out-to-protest-russian-intervention-in-ukraine/2014/03/15/a3b35c34-
caa3-49ee-9612-d6e883535eb8_story.html
OBSERVARE
Universidade Autónoma de Lisboa
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O REFERENDO ESCOCÊS DE 2014:
O PROCESSO POLÍTICO ANTES E DEPOIS DO VOTO "NÃO"
Sandrina Ferreira Antunes
santunes@eeg.uminho.pt
Professora Assistente do Departamento de Relações Internacionais e Administração Pública da
Universidade do Minho (Portugal) e investigadora científica no Departamento de Ciência Política
da Universidade Livre de Bruxelas (Bélgica). Tem uma licenciatura em Relações Internacionais
(Universidade do Minho), mestrado em Antropologia Política (Universidade do Minho) e é
doutorada em Ciência Política (Universidade Livre de Bruxelas). O seu trabalho incide sobretudo
na área dos movimentos regionalistas e nacionalistas na Europa e interessa-se particularmente
pelas formas evolutivas de atividades para-diplomáticas e de mudança de entidades regionais na
Europa. Interessa-se também pelos processos descentralizadores, federalistas e regionalistas
dentro de todas as categorias dos sistemas políticos. Para além do mundo académico, é
colaboradora científica do Instituto Galego de Análise e Documentação Internacional (IGADI) na
Galiza e do Centro Maurits Coppieters (CMC), em Bruxelas. O CMC é um think tank patrocinado
pelo grupo Europeu EFA no Parlamento Europeu, que promove a investigação sobre regionalismo
e nacionalismo na Europa.
Resumo
No dia 18 de setembro de 2014, os eleitores escoceses rejeitaram a independência política
por uma margem de 55,3% contra 44,7%. No entanto, durante mais de 16 semanas, duas
campanhas opostas – Yes Scotland (Sim Escócia) contra Better Together (Melhor Juntos) –
esforçaram-se por convencer a Escócia que a independência política, versus continuidade na
União, era a melhor escolha para o futuro da Escócia. Preenchida com muitos momentos
inesperados, a campanha foi intensa, vibrante e quase de tirar o fôlego. O objetivo deste
artigo é facultar uma explicação coerente e consistente das campanhas escocesas, para que
se perceba o sentido do voto "não". Este artigo divide-se em quatro partes: em primeiro
lugar, colocamos o referendo no contexto; em segundo lugar, destacamos os principais
aspetos das campanhas; em terceiro, descrevemos os passos do processo político até à data
e esclarecemos os termos do acordo alcançado no âmbito do Processo Smith. Finalmente,
na última parte, fazemos um balanço das lições a aprender com o resultado político do
referendo.
Palavras-chave
Referendo escocês; campanhas escocesas; política escocesa; independência política
Como citar este artigo
Antunes, Sandrina Ferreira (2015). "O referendo escocês de 2014: o processo político antes
e depois do voto «Não»". JANUS.NET e-journal of International Relations, Vol. 6, N.º 2,
Novembro 2015-Abril 2016. Consultado [online] em data da última consulta,
observare.ual.pt/janus.net/pt_vol6_n2_art04
Artigo recebido em 21 de Abril de 2015 e aceite para publicação em 1 de Outubro de
2015
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O referendo escocês de 2014: o processo político antes e depois do voto "Não"
Sandrina Ferreira Antunes
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O REFERENDO ESCOCÊS DE 2014:
O PROCESSO POLÍTICO ANTES E DEPOIS DO VOTO "NÃO"
Sandrina Ferreira Antunes
Introdução
No dia 18 de setembro de 2014, os escoceses decidiram permanecer no Reino Unido
por uma margem de 55,3% contra 44,7% (Curtice 2014A). Depois de uma afluência às
urnas recorde por parte dos eleitores, a Escócia rejeitou a independência política por
uma esmagadora maioria, com 55,3% de escoceses a votarem para permanecer na
união da qual fazem parte há 307 anos. No entanto, durante mais de 16 semanas, duas
campanhas opostas – Yes Scotland (Sim Escócia) contra Better Together (Melhor
Juntos) – esforçaram-se por convencer a Escócia que a independência política, versus
continuidade na União, era a melhor escolha para o futuro da Escócia.
Independentemente do resultado final, a campanha foi intensa, vibrante e quase de
tirar o fôlego. (Antunes 2014:1).
O objetivo deste artigo é facultar uma explicação coerente e consistente das
campanhas escocesas a fim de esclarecer “como é que tudo aconteceu”. Nesse sentido,
avançaremos em quatro partes: em primeiro lugar, colocámos o referendo em
contexto; em segundo lugar, destacámos os principais aspetos das campanhas; em
terceiro, descrevemos os passos do processo político até à data e esclarecemos os
termos do acordo alcançado pela Comissão Smith (Comissão Smith 2014). Finalmente,
na última parte, fazemos um resumo das lições a aprender com os resultados políticos
do terceiro referendo escocês.
Uma vez que estamos a lidar com acontecimentos políticos recentes que não têm uma
forte expressão na literatura, a nossa investigação assenta na análise científica
apresentada pelo Centre on Constitutional Change
1
desde o início deste processo,
mesmo antes do referendo. Além disso, esta investigação foi reforçada pela análise de
documentos oficiais relevantes emitidos tanto pelos partidos políticos escoceses
envolvidos neste processo político como pelo governo britânico. Finalmente, os
inquéritos de opinião realizados antes e depois do referendo permitiram sustentar os
aspetos relevantes da nossa argumentação em momentos distintos do artigo. Para
concluir, através de uma análise sistemática destes elementos, esperamos prestar uma
descrição interessante e rigorosa das campanhas escoceses.
1
Em http://www.futureukandscotland.ac.uk/.
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O referendo escocês de 2014: o processo político antes e depois do voto "Não"
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1. O referendo escocês colocado em contexto
O referendo foi proposto pelo Partido Nacionalista Escocês (SNP) em Maio de 2011 - o
SNP tinha alcançado uma posição maioritária no governo com 47% dos votos -, mas o
debate político apenas começara quando as duas campanhas opostas – Yes Scotland
(Sim Escócia) contra Better Together (Melhor Juntos) – entraram em cena em Maio e
Junho de 2012
2
, respetivamente. O Yes Scotland fez campanha pela independência da
Escócia e foi apoiado pelo Partido Nacionalista Escocês, o Partido Verde Escocês e pelos
socialistas escoceses; O Better Together fez campanha apelando ao voto Não e foi
apoiado pelos três partidos políticos pró-união na Escócia: O Partido Trabalhista
Escocês, o Partido Conservador Escocês e os Liberais-Democratas Escoceses.
Referendo escocês de 2014: como chegámos até aqui?
Quando olhamos para trás no tempo, percebemos que a Escócia já tinha tido dois
referendos sobre autogoverno, um em 1979 e outro em 1997, mas naquela altura o
SNP não era um jogador político importante na arena política escocesa (Lynch 2002).
Além disso, apesar das sondagens realizadas antes do primeiro referendo sugerirem
que o voto "Sim" venceria confortavelmente (McGarvey e Cairney 2008: 33), a
campanha do Sim encontrava-se dividida devido à a falta de cooperação entre as
partes a favor. Se, por um lado, o SNP estava morno, com o partido temendo que o
apoio incondicional pudesse ser encarado como uma traição por parte dos
fundamentalistas dentro do partido (Finlay 2004: 338), por outro lado o Partido
Trabalhista Escocês encontrava-se dividido sobre a questão, com muitos dos seus
deputados no parlamento a unirem-se aos conservadores na campanha a favor do
"Não". No geral, a campanha do "Não" parecia mais bem organizada e mais coerente,
com os que apelavam a uma resposta negativa a unirem-se numa mensagem clara. Já
a campanha pelo "Sim" apresentava-se dividida e incoerente, com duas campanhas
separadas e excluindo o SNP. O referendo realizou-se em 1 de Março de 1979, com
uma pequena maioria votando a favor com 51,6% dos votos, mas os 40% exigidos não
foram alcançados pois a proporção do eleitorado registado a favor foi de apenas de
32,9% (McGarvey e Cairney 2008: 33).
Em Setembro de 1997 realizou-se um segundo referendo com base na proposta do
Partido Trabalhista Escocês (SL) de 1997 de que o Parlamento escocês passasse a ter
poderes para variar os níveis de tributação (Hassan 2009; Hepburn 2006: 233). Ao
contrário do primeiro referendo sobre a devolução, a Campanha Escócia para a Frente
(Scotland FORward) assistiu a um nível sem precedentes de cooperação entre os três
principais partidos escoceses. Por outras palavras, o Partido Trabalhista Escocês, os
Liberais Democratas Escoceses e o Partido Nacionalista Escocês fizeram campanha a
favor do voto Sim, que muitos consideraram como evidência de que a nova política da
Escócia poderia, e deveria, quebrar o modelo adversário de Westminster. O resultado
do referendo pode ser interpretado como um reflexo desse consenso e um apoio
esmagador à campanha do Sim Sim. Com uma afluência superior a 60%, 74,3% dos
escoceses votaram Sim a favor de um Parlamento escocês e 63,5% votaram Sim a
favor do poder de variação dos índices de tributação. Apesar da votação ter sido
ligeiramente inferior à de 1979, o resultado definitivo demonstrou a "vontade firme" do
2
A campanha oficial teve início em 30 de maio de 2014.
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povo escocês. O Reino Unido fez rapidamente as leis necessárias para estabelecer um
Parlamento devolvido à Escócia e a Lei da Escócia foi muito mais extensa do que o
proposto em 1979. Westminster reteve o poder relativamente aos assuntos externos,
defesa e segurança social, enquanto aos 129 membros do Parlamento em Edimburgo
lhes foi concedido o poder de legislar sobre uma ampla gama de políticas internas,
incluindo educação, desenvolvimento económico, saúde, habitação, direito, assuntos
internos e do governo local, assim como a capacidade de variar os índices de tributação
fiscal. Assim, no dia 18 de setembro de 2014, a Escócia enfrentou um referendo pela
terceira vez, mas agora a pergunta era sobre a independência política, uma questão
que poderia precipitar o desmembramento do Reino Unido (Pittock 2014: 2). Depois de
um governo de minoria entre 2007-2011 (Cairney 2011), em 2011, o SNP estava de
volta ao poder com uma maioria nas mãos, o que permitiu a Alex Salmond lançar um
terceiro referendo. Contudo, para Alex Salmond, este terceiro referendo era dirigido às
falhas constitucionais britânicas que impedem a Escócia de ser totalmente responsável
pelas suas políticas, de forma a ter melhor execução económica. Com efeito, embora o
Reino Unido possa ser definido como um estado devolucionista unido, a sua disposição
constitucional é comparável à das disposições federais, o que o torna difícil de
caracterizar, pois partilha uma característica-chave com os estados federais: uma
divisão frequentemente pouco clara das responsabilidades, visível sempre que os
governos perseguem o duplo objetivo de devolução das decisões e manutenção do
controle central (Keating 2005; 2009; Keating Cairney 2011: 88 e 89).
Por outras palavras, embora o acordo constitucional britânico pareça ser bastante
funcional e transparente, uma vez que tenta evitar conflitos transfronteiriços entre
camadas de governança (Lynch 2001: 17), as práticas políticas revelam uma relação
desequilibrada que não traduz uma divisão inconfundível de poderes entre os dois
conjuntos de instituições. De acordo com o artigo 5 da Lei da Escócia de 1998, um
certo número de áreas de intervenção encontram-se sobrepostos e interligados, como
os assuntos externos – a agricultura, as pescas, o ambiente e os fundos estruturais são
competências que foram devolvidas mas a Escócia não tem capacidade para conduzir
os seus próprios assuntos internacionais;
energia – a Escócia pode promover as
energias renováveis, mas não tem qualquer controlo direto sobre a regulação da
energia, já que a regulação da energia com origem na Escócia e o fornecimento de
energia elétrica são competências reservadas;
pobreza infantil – a Escócia tem o poder
de distribuir os serviços de saúde e educação, mas não tem poderes fiscais para alterar
impostos e prestações da segurança social. Por outro lado, relativamente à política
fiscal e monetária, o emprego e a segurança social são competências reservadas
retidas no centro. Por outras palavras, para o SNP, este terceiro referendo representou
uma oportunidade única de pôr em causa a divisão interna de competências dentro do
Reino Unido, a fim de legitimar as suas exigências nacionalistas no sentido de obterem
autonomia, utilizando um argumento económico para justificar essas afirmações.
Em janeiro de 2012, o governo britânico concordou em fornecer um quadro jurídico
para o referendo, e em outubro de 2012 foi alcançado um acordo entre os dois
governos (Jeffery e Perman 2014). O Acordo de Edimburgo
3
3
O documento pode ser consultado aqui:
permitiu que o
Parlamento escocês fizesse uma única pergunta no referendo sobre a independência
política. As campanhas Yes Scotland e a Better Together foram lançadas em maio de
http://www.scotland.gov.uk/About/Government/concordats/Referendum-on-independence.
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2012 e em junho de 2012, respetivamente. Através de um intenso debate ao longo de
mais de 16 semanas, as duas campanhas opostas tentaram convencer a Escócia de que
a independência política, por um lado, e a continuidade na União, por outro, era a
melhor alternativa para a Escócia.
Yes Scotland versus Better Together: as propostas
Durante a campanha, todos os partidos políticos apresentaram propostas distintas, com
algumas nuances, para a Escócia. No entanto, o debate político girou em torno de três
questões principais: competências fiscais, o sistema de assistência social (Serviço
Nacional de Saúde, pensões e cuidados de saúde) e a libra esterlina (Jeffery e Perman
2014). Apesar da diversidade das propostas que foram exaustivamente debatidas,
muitas questões decisivas permaneceram sem resposta, como a libra, o futuro do
Sistema Nacional de Saúde (NHS) e a adesão à União Europeia. Nesta seção, vamos
resumir as propostas apresentadas pelo proponente principal da Campanha do "Sim",
isto é, o Partido Nacionalista Escocês, e pelos proponentes da Campanha do "Não", ou
seja, o Partido Trabalhista Escocês, o Partido Conservador Escocês e os Liberal
Democratas Escoceses.
A campanha do “sim”: Yes Scotland
Partido Nacionalista Escocês
O Partido Nacionalista Escocês é o partido que encarnou a ideia de independência
política durante a campanha. Embora Alex Salmond tenha sido o principal protagonista
da campanha pela independência, Blair Jenkins foi nomeado o chefe "formal" da
mesma e Nicola Surgeon a cabeça "real" da campanha pelo Sim. Quando a campanha
começou, o SNP mais uma vez reproduziu as ideias contidas no relatório de 2010 do
governo escocês - "A Sua Escócia, a Sua Voz" - onde o SNP defende a independência
política, considerando a "devo max"
4
Além disso, em novembro de 2013 o governo escocês publicou um novo relatório - "O
Futuro da Escócia: o seu guia para uma Escócia independente"
a segunda melhor alternativa à independência
política.
5
Um dos aspetos mais curiosos da visão de independência do SNP é o quão ligada a
Escócia permaneceria ao resto do Reino Unido. De fato, para o SNP, uma Escócia
- onde o SNP
apresenta, mais uma vez, a proposta de independência política, combinando as
exigências de "autogoverno" com "boa governação". Neste relatório, a ideia de "futuro
da Escócia nas mãos da Escócia" é repetida constantemente, a fim de aumentar a
oportunidade escocesa de garantir mais autonomia para bem do futuro da Escócia.
Aparentemente, as exigências de independência política também se deveram à
insatisfação com as escolhas políticas feitas por Westminster.
4
“Devo max” é uma forma abreviada da palavra máximo e devolução. Devo max refere-se a uma opção
constitucional alternativa para a Escócia. De acordo com este quadro constitucional, a Escócia teria plena
independência económica do Reino Unido, mas continuaria a fazer parte da União e estaria sujeita à
governação do Reino Unido num número mínimo de áreas, fundamentalmente política externa e questões
de defesa.
5
O documento pode ser consultado aqui: http://scotgov.publishingthefuture.info/publication/scotlands-
future.
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O referendo escocês de 2014: o processo político antes e depois do voto "Não"
Sandrina Ferreira Antunes
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independente seria para se manter na Coroa; procuraria igualmente cooperar
extensivamente de forma a alcançar a paridade ampla com os regimes de pensões e de
assistência social do Reino Unido e continuar a usar a libra como moeda.
Com a ideia
de independência política, Alex Salmond pensava alcançar o pleno autogoverno, o que
permitiria à Escócia tomar todas as decisões que afetam a sua governação, desde os
assuntos externos às políticas fiscais, sociais, económicas, de assistência social e de
imigração. Com esta mensagem política, Alex Salmond queria destacar falhas
constitucionais britânicas, que impedem a Escócia de ser totalmente responsável pelas
suas políticas, a fim de ter um melhor desempenho económico, social e político. Por
outras palavras, a ênfase foi colocada sobre as vantagens sociais e económicas da
independência política, usando exemplos consensuais, como o "imposto sobre o
quarto", a base nuclear em Trident ou a impossibilidade de cobrança das receitas
provenientes da extração de gás e petróleo para justificar a sua causa política.
A campanha do “não”: Better Together
De uma maneira distinta, a campanha do "Não" surgiu como uma reação ao desafio
político de Alex Salmond. Os três partidos unionistas apoiaram a campanha Better
Together (Melhor Juntos) e Alistair Darling - um político trabalhista britânico - foi
nomeado chefe da campanha. Como consequência deste aspeto reativo, num claro
contraste com a Yes Scotland, a campanha Better Together não conseguiu articular
uma proposta bem preparada e consensual. No entanto, e apesar de propostas com
algumas nuances, todas os três partidos se comprometeram a aumentar os poderes de
Holyrood, nomeadamente em matéria de finanças, assistência social e tributação.
Partido Trabalhista Escocês
Em março de 2014, a comissão de devolução do Partido Trabalhista Escocês emitiu o
seu relatório final - "Poderes para um objetivo – Reforçar a responsabilização e
capacitar as pessoas" - onde se reafirmou a vontade de satisfazer o desejo legítimo do
povo da Escócia de ter mais poderes e reforço da responsabilização dentro de uma
união fortalecida (Scottish Labour, 2014: 1). Neste documento, o Partido Trabalhista
Escocês recordava que sempre fora um partido a favor tanto da devolução como da
União. Ao defender uma maior devolução no seio da União, o Partido Trabalhista
Escocês apresentou uma proposta onde reafirma os benefícios de solidariedade social
se a Escócia se mantiver na União.
Fiel aos seus princípios, o Partido Trabalhista Escocês sugeriu que uma nova disposição
política para a Escócia só poderia ser considerada desde que contribuísse para tornar a
União mais forte. Para dize-lo de forma diferente, para que o Reino Unido pudesse ser
uma união efetiva que incluísse a Escócia, seria fundamental que certas questões
centrais permanecessem reservadas ao Parlamento do Reino Unido, tais como questões
financeiras e económicas - incluindo a política monetária, a moeda, a gestão da dívida
e a lei de emprego -; assuntos externos (incluindo o desenvolvimento internacional) e a
defesa; o núcleo do Estado Providência - pensões e a maioria das prestações
pecuniárias e a constituição. Outras questões reservadas incluiriam também a
imigração, radiodifusão, serviços públicos e o aborto.
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Para além destas competências, outras deveriam permanecer reservadas. O Partido
Trabalhista Escocês acredita que há uma margem significativa para reforçar os poderes
do Parlamento escocês relativamente aos impostos - poderes de variação e controle
sobre alguns aspetos da assistência social e politica de subsídios. Na sequência da
análise rigorosa das vantagens da devolução da responsabilidade fiscal, o Partido
Trabalhista Escocês considera que o Parlamento escocês deve ter poder para obter
cerca de 40 por cento do seu orçamento a partir de seus próprios recursos. Isto
significaria que três quartos do imposto sobre os rendimentos na Escócia estaria sob o
controle do Parlamento escocês.
Quanto às políticas de assistência social, o Partido Trabalhista Escocês sugeriu que o
subsídio de habitação - o que permitiria à Escócia abolir o Imposto do Quarto -; o
subsídio de assistência - pago aos deficientes com mais de 65 anos – e o programa de
trabalho - que administra serviços para os desempregados - deveriam ser devolvidos.
Todas as outras pensões e subsídios deveriam ficar em Westminster. Finalmente, o
Partido Trabalhista pediu a manutenção da Fórmula Barnett e uma melhor distribuição
de poderes no interior da Escócia, apelando à capacitação dos governos locais.
Liberais Democratas escoceses
Os Liberais Democratas escoceses produziram o seu próprio relatório "Federalismo: o
melhor futuro para a Escócia" (Scottish Liberal Democrats, 2012), onde, mais uma vez,
reafirmaram a sua convicção de manter a Escócia dentro de uma solução federal. No
âmbito deste plano federal, o Ato de União entre a Escócia e a Inglaterra seria
substituído por uma declaração de federalismo. Na verdade, para os Liberais
Democratas escoceses, a governação doméstica na Escócia funcionaria ainda melhor se
fizesse parte de um movimento a favor de um Reino Unido federal, onde todas as
partes do Reino Unido teriam níveis de responsabilidade semelhantes. Além disso, na
visão de “governação doméstica” da Escócia dos Liberais Democratas, Holyrood
cobraria e gastaria a maior parte dos seus próprios impostos (imposto sobre os
rendimentos, escalões e taxas) e contrairia empréstimos nos seus próprios termos. O
federalismo fiscal é claramente mencionado no relatório, uma vez que iria apoiar um
movimento no sentido do federalismo. Para os liberais democratas, o federalismo fiscal
seria assistido por um novo sistema de pagamento baseado em necessidades, a ser
acordado pelo Governo do Reino Unido federal, pelo Parlamento escocês e pelas
assembleias apropriadas para assegurar a equidade fiscal em todo o Reino Unido. Neste
contexto particular, a Fórmula Barnett continuaria a operar até ser acordada uma nova
fórmula.
Por outro lado, um governo federal do Reino Unido reteria grandes áreas de
competência - relações externas e defesa, moeda, emergência nacional, imigração,
comércio e concorrência, pensões e assistência social, política macroeconómica e a
manutenção do mercado único do Reino Unido para os negócios. Sob o federalismo, os
governos de home rule do Reino Unido normalmente tratariam de assuntos das suas
próprias responsabilidades, mas deve considerar-se uma forma reforçada de parceria
entre diferentes níveis de governo de forma a haver uma nova categoria de poderes
para além dos "reservados" e dos poderes "descentralizados" - "poderes em parceria" -
o que exigiria a cooperação entre os governos de home rule e os governos federais.
Estas áreas de poderes de parceria incluiriam a qualificação e o emprego, investigação
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e inovação, planeamento estratégico dos serviços de assistência, recursos energéticos,
lei eleitoral e administração, política marinha e transportes transfronteiriços.
Partido Conservador escocês
Para o Partido Conservador escocês, um terceiro referendo foi encarado como uma
oportunidade para construir uma União mais forte com uma clara divisão de
responsabilidades e responsabilização. Por outras palavras, perante o novo processo de
devolução, o Partido Conservador escocês tentou reagir positivamente, pedindo a
capacitação do povo escocês, por um lado, assim como o fortalecimento das
instituições escocesas, por outro. De maneira complementar, o partido também
conseguiu relacionar a questão escocesa com exigências de uma maior reforma
institucional em todo o Reino Unido.
No seu relatório, "Comissão sobre a Futura Governança da Escócia" (Scottish
Conservative Party, 2014), o Partido Conservador escocês descreveu-se como um
partido conservador moderno que reconhece os benefícios de uma União mais forte
com uma Escócia mais forte. Entre suas principais recomendações, podemos destacar a
devolução dos poderes sobre o imposto sobre os rendimentos, o que tornaria o
Parlamento escocês responsável por 40% do dinheiro que gasta. Recomendam
igualmente que o Parlamento escocês tenha poder de decisão sobre taxas e escalões,
já que iria ficar com responsabilidades em matéria de assistência social relacionadas
com as áreas descentralizadas, tais como subsídios de habitação e de assistência. Para
além desta nova responsabilidade, o Parlamento escocês deveria ter o poder de
suplementar os subsídios de assistência social legislados a nível do Reino Unido.
2. As campanhas escocesas em maior detalhe
As estratégias de comunicação
As campanhas do Sim e do Não foram lançadas em maio e junho de 2012,
respetivamente. Quanto à avaliação das campanhas, o tom e o conteúdo das duas
campanhas variaram muito (Mitchell 2014). De fato, enquanto os apoiantes da
independência projetaram uma mensagem muito mais positiva e imaginativa, os
apoiantes da União centraram-se nos perigos da independência, nas incertezas
económicas e na situação problemática das finanças públicas numa Escócia
independente. A campanha do Não não conseguiu criar uma visão positiva de uma
União reformada, o que beneficiou a campanha do Sim (Antunes 2014: 2).
Para além disso, a Yes Scotland ofereceu uma visão que foi muito além do
constitucionalismo puro e fê-lo com verve e energia, ao passo que a Better Together
fez uma campanha bastante convencional baseada em conhecimentos retirados de
campanhas eleitorais do partido. Alex Salmond (SNP) investiu em campanhas de base,
num contraste evidente com seus adversários, que optaram por uma campanha
tradicional que incidiu sobre a bolha de Holyrood e a cobertura dos órgãos de
comunicação social tradicionais.
Enquanto que a Better Together mobilizou a elite política de Westminster na fase final,
a Yes Scotland foi um movimento social. A Yes Scotland apresentou-se notavelmente
confiante e consistente, apesar dos muitos momentos maus, principalmente após o
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primeiro debate entre Alex Salmond e Alistair Darling. A Yes Scotland não entrou em
pânico no percurso até às urnas, antecipando a maioria dos desafios e provando estar
tecnicamente preparada para responder a perguntas inesperadas.
Em termos globais, a campanha do Sim foi entendida de uma maneira positiva
6
- 60%
positiva em setembro de 2014 - em comparação com a campanha do NÃO - 60%
negativa em Setembro de 2014
7
Claramente, os escoceses gostaram mais do desempenho de Alex Salmond, com 45%
dos escoceses a afirmar que ele era a pessoa certa para liderar a campanha do Sim em
comparação com Alistair Darling, com 52% dos escoceses alegando que ele fora uma
má escolha para liderar a campanha Better Together (vejam-se os gráficos nº1 e nº2
em baixo). Perante estes números, poderíamos argumentar que, independentemente
do resultado final obtido no dia 18 de setembro, a campanha do Sim demonstrou maior
dinâmica e confiança do que a campanha do Não, e que Alex Salmond foi o líder da
campanha mais apreciado, em comparação com Alistair Darling.
--, o que foi entendido de forma negativa (What
Scotland Thinks 2014).
Gráfico nº 1: considera que Alex Salmond tem sido a pessoa certa para liderar a campanha do
Sim?
Fonte: What Scotland Thinks 2014
8
6
Em http://whatscotlandthinks.org/questions/do-you-think-the-yes-scotland-campaign-so-far-has-been-
positive-or-negative#table.
7
Em http://whatscotlandthinks.org/questions/do-you-think-the-better-together-campaign-so-far-has-
been-positive-or-negative#table.
8
Em http://whatscotlandthinks.org/questions/do-you-think-alex-salmond-has-been-the-right-person-to-
lead-the-yes-campaign#line.
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Gráfico nº 2: considera que Alistair Darling tem sido a pessoa certa para liderar a campanha do
Não?
Fonte: What Scotland Thinks 2014
9
Principais argumentos das campanhas
Quanto aos argumentos apresentados durante a campanha, a Better Together
concentrou-se num número de áreas onde uma Escócia independente poderia ter
problemas - ou, pelo menos, poderia mostrar incerteza, onde se incluíram dúvidas
sobre a potencial adesão escocesa à UE; o uso da libra esterlina; a imprevisibilidade
das receitas do petróleo; ameaças às pensões e o estado precário dos principais bancos
escoceses. De forma muito distinta, a Yes Scotland tentou minimizar essas dúvidas
através da promoção de uma Escócia independente como um estado rico e com
energias alimentadas pelas vastas reservas de petróleo do Mar do Norte e crescente
reserva de energia renováveis (Centre on Constitutional Change 2014).
Em suma, enquanto que a campanha do Sim avançou uma imagem da Escócia como
sendo um estado economicamente viável, pequeno e independente, mais perto de seus
vizinhos escandinavos, a campanha do Não enfatizou a incerteza que uma votação pelo
Sim poderia causar. Como Alistair Darling sublinhou no início da campanha: "Não
podemos dar aos nossos filhos uma passagem só de ida para um destino
profundamente incerto".
Entre os argumentos mais relevantes das campanhas, destacam-se os seguintes:
1. Adesão da Escócia à União Europeia
Quanto à campanha do Sim, os apoiantes da independência argumentaram que a
Escócia permaneceria na União Europeia mais ou menos automaticamente, segundo os
artigos 48º ou 49º do atual Tratado Europeu. Nos termos do artigo 48, haveria uma
alteração do Tratado para adicionar a Escócia como Estado membro nº 29, permitindo
uma transição rápida; nos termos do artigo 49, a Escócia teria que se candidatar
segundo a forma normal, mas na certeza de que seria um processo rápido pois a
Escócia já preenche os critérios de admissão. Independentemente da opção a ser feita,
9
Em http://whatscotlandthinks.org/questions/do-you-think-alistair-darling-has-been-the-right-person-to-
lead-the-no-campaign#line.
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a campanha do Sim acreditava firmemente que a adesão europeia estaria garantida, ao
passo que a tendência predominante das Instituições Europeias, nomeadamente José
Manuel Durão Barroso como o ex-presidente da Comissão Europeia, foi a de apontar a
ausência de um mecanismo automático para assegurar a adesão escocesa à União
Europeia. Além disso, o Governo escocês propôs manter os atuais termos da adesão do
Reino Unido, incluindo a cláusula de autoexclusão sobre o euro, o espaço Schengen
sem fronteiras, a Justiça e Assuntos Internos. Previram igualmente que as negociações
sobre os detalhes da adesão estariam concluídas no período de dezoito meses de
transição para a independência, de modo que a Escócia não permaneceria fora da UE
em nenhum momento. Quanto à campanha do Não, a posição era menos clara. O
Comité dos Assuntos Escoceses da Câmara dos Comuns aceitou que a Escócia poderia
aderir, mas insistiu no processo de adesão baseado no artigo 49, afirmando que as
condições seriam extremamente onerosas. Algumas pessoas menos intransigentes no
lado Não aceitaram que a Escócia aderisse à UE, mas na condição de adotar o euro e
introduzir Schengen, perdendo as atuais cláusulas de autoexclusão do Reino Unido.
2. O uso da libra esterlina
Uma das questões mais importantes do referendo escocês sobe a independência foi a
moeda que uma Escócia independente usaria. Ambos os lados do debate aceitaram que
se a Escócia se tornasse independente, a moeda existente chegaria ao fim. O Governo
escocês propôs usar a libra esterlina num acordo formal de união monetária, o que
envolveria a partilha do Banco da Inglaterra (Jeffery and Perman 2014: 14). No
entanto, como o Banco da Inglaterra é uma instituição do Reino Unido, isso exigiria o
pleno apoio e participação do resto do Reino Unido. À medida que as campanhas se
aproximavam do dia do referendo e as sondagens começaram a inclinar-se em direção
ao voto Sim - ou seja, no dia 5 de setembro 2014 -, o governo do Reino Unido tornou-
se implacável nesta questão. Por outras palavras, enquanto Alex Salmond insistia que a
Escócia continuaria a usar a libra, os conservadores, os liberais democratas e os
trabalhistas alegavam o contrário.
3. O Petróleo do Mar do Norte e independência económica
Um dos argumentos principais pró-independência foi a certeza de que a independência
iria trazer mais receitas provenientes das reservas de petróleo da Escócia à economia
escocesa. Na verdade, o controle das receitas do petróleo e as oportunidades
oferecidas pelas energias renováveis foram dois dos outros grandes argumentos da
estratégia económica da campanha do Sim, que recebeu um forte apoio entre as
pequenas e médias empresas na Escócia. Ao fazê-lo, a campanha do Sim também
aproveitou a austeridade imposta por Westminster como uma oportunidade perfeita
para promover a ideia de que os interesses dos escoceses divergem muito dos do resto
do Reino Unido. De uma maneira muito distinta, a campanha do Não insistiu que a
receita proveniente do Mar do Norte entrou em colapso este ano, deixando a Escócia
em pior forma do que a generalidade do Reino Unido pela primeira vez em cinco anos.
4. Ameaça às pensões
A campanha do Sim apoiou-se amplamente no argumento das pensões - e nas
consequências da privatização do NHS por parte do governo do Reino Unido - para
convencer os eleitores escoceses dos benefícios da independência política. Na verdade,
o Governo escocês não só argumentou que os direitos às pensões e subsídios não
seriam afetados pela independência, mas também prometeu pequenas alterações,
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tornando as pensões um pouco mais generosas para algumas pessoas e atrasando
temporariamente o aumento da Idade da Pensão Estatal. Mais concretamente, o
Governo escocês garantiu o adiamento do aumento da idade da reforma para 67 anos
até 2034 - contra o plano do Reino Unido de aumentá-la gradualmente até à idade de
67 até 2028. Além disso, prometeu a retenção da componente do Crédito de Poupança
do Crédito de Pensão, um subsídio adicional associado ao rendimento para pensionistas
com baixos rendimentos, que beneficia 9.000 pensionistas na Escócia e que o governo
do Reino Unido pretende abolir a partir de 2016. Por outro lado, a campanha do Não
sublinhou a incapacidade do governo escocês de pagar essas medidas dispendiosas a
uma sociedade que se prevê envelhecer mais rapidamente do que o resto do Reino
Unido.
O ponto de viragem na campanha
Independentemente dos contrastes que têm sido apontados, a campanha do Não
manteve sempre uma clara liderança até às últimas semanas, quando a corrida de
repente se tornou mais renhida. A primeira das seis semanas da fase final da
campanha para o referendo foi difícil para a campanha do Sim, especialmente depois
da união monetária ter dominado as notícias na sequência do debate televisivo entre
Alistair Darling e Primeiro Ministro Alex Salmond, mas recuperou confiança com a dura
crítica sobre as reformas da assistência social do governo do Reino Unido e da
promessa de um Estado social mais justo numa Escócia independente.
A campanha pelo Sim assumiu ainda a liderança pela primeira vez duas semanas antes
da votação, a 5 de setembro de 2014 (mesmo que sondagens subsequentes
colocassem o voto Não de novo na frente). Por mais pequena que fosse esta vantagem,
semeou o pânico nas fileiras do Não, o que levou Gordon Brown a intervir no 8 de
setembro, pela primeira vez, falando da concordância dos três líderes pró-União - David
Cameron, Nick Clegg e Ed Miliband – em conceder poderes adicionais à Escócia até
maio de 2015.
Além disso, no dia 16 de setembro de 2014, os três líderes do partido produziram o
"Voto", registado na primeira página do Daily Record
10
Dada a margem clara da vitória do Não por 55,3% contra 44,7%, a estratégia
funcionou. De fato, no dia 18 de setembro de 2014, 84,59% dos escoceses foram às
urnas e o resultado do referendo foi claro: 55,3% dos escoceses contra 44,7%
decidiram permanecer na União. No mesmo dia, em nome do governo britânico, David
Cameron anunciou a criação da Comissão Smith, que seria responsável pelas
negociações entre os partidos para prosseguimento do processo de devolução.
da Escócia, reafirmando o
compromisso de devoluções adicionais segundo o calendário de Brown, fazendo
promessas adicionais relativamente ao SNS na Escócia e à continuação da Fórmula
Barnett, que determina o financiamento disponível para o Parlamento escocês.
Posteriormente, no dia 17 de setembro, Gordon Brown falou emotivamente aos
escoceses e, mais especificamente, aos indecisos, que representavam mais de 10% dos
votos. Ao faze-lo, a campanha do Não apresentou - pela primeira vez - uma agenda
mais positiva para a Escócia ficar na União.
10
Veja-se o Daily Record de 16 de Setembro de 2014 em http://www.dailyrecord.co.uk/news/politics/david-
cameron-ed-miliband-nick-4265992.
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3. O voto “não” e o Processo Smith
No dia 19 de Setembro de 2014, David Cameron
11
criou a Comissão Smith e o Lorde
Smith of Kelvin
12
concordou em supervisionar o processo para levar avante os
compromissos de devolução, com poderes sobre impostos, despesas e assistência
social acordados na totalidade em novembro e projeto de legislação publicada em
janeiro. Posteriormente, no dia 26 de setembro, Lorde Smith escreveu aos partidos
políticos atualmente representados no Parlamento escocês - cinco no total –
convidando à apresentação de propostas sobre poderes adicionais para o Parlamento
escocês até 10 de outubro. Todos os cinco partidos políticos escoceses estiveram
envolvidos em negociações formais desde 22 de outubro e comprometeram-se aos
"Memorandos de Entendimento" que foram publicados no dia 27 de novembro.
A Comissão Smith
O ponto de partida para as discussões da Comissão Smith foi a devolução de poderes
adicionais sobre tributação, com uma segunda área de ênfase em torno dos poderes
relativos à assistência social. Esse ponto de partida foi fixado pelo compromisso
assumido pelos partidos Conservador, Trabalhista e Liberal Democrata antes do
referendo de avançar rapidamente na atribuição de poderes adicionais ao Parlamento
escocês. As posições dos três partidos pró-união sobrepuseram-se bastante. A questão
central incidiu sobre a devolução relativa à tributação.
A ênfase principal recaiu na devolução do imposto sobre os rendimentos, com os
liberais democratas e os conservadores propondo a sua quase completa devolução,
incluindo a capacidade de variar as taxas do imposto, em comparação com as do resto
do Reino Unido. O Partido Trabalhista propôs uma devolução menos extensa do
imposto sobre os rendimentos, a devolução do Programa de Trabalho, mas ao governo
local na Escócia, em vez de ao Parlamento escocês. Além disso, tanto trabalhistas como
conservadores estabeleceram uma série de compromissos relativamente à devolução
da assistência social (os liberais democratas foram menos claros neste domínio).
Ambos defenderam a devolução do subsídio de assistência e subsídios de habitação na
Escócia.
De forma distinta, os Verdes e o SNP apresentaram propostas com um alcance muito
maior. Tal como os partidos pró-união, as propostas basearam-se nos resultados das
deliberações anteriores na comissão. Mais especificamente, a proposta do SPN replicou
a anterior contida no Livro Branco de 2009 "A Sua Escócia, a Sua Voz"
13
11
Em nome do Governo Britânico.
, em que o SNP
estabelecia um projeto inicial para a independência escocesa, mas explorando a opção
de "devolução total" (ou "devolução max" como a melhor segunda opção), ou seja, a
máxima devolução possível, consistente com a continuação no Reino Unido. Essa opção
específica foi definida de forma mais sistemática na apresentação do Governo escocês à
Comissão Smith. De acordo com o SNP, um autogoverno máximo no interior da União
significaria que o Parlamento do Reino Unido teria competência em assuntos da Escócia
apenas num pequeno número de áreas: aspetos da Constituição do Reino Unido,
12
Lorde Smith of Kelvin foi o líder do comité organizador dos Jogos da Commonwealth de Glasgow.
13
O documento pode ser descarregado aqui:
http://www.scotland.gov.uk/Publications/2009/11/26155932/16.
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política monetária, aspetos de cidadania, defesa, informação e segurança, e relações
externas.
Finalmente, os Verdes não foram tão longe nas suas exigências, mas propuseram mais
do que os partidos pró-União. Estavam mais comprometidos com a questão da
devolução tributária (incluindo a devolução integral do imposto sobre os rendimentos e
da atribuição de impostos) e da devolução integral da assistência social (com provável
exceção das pensões). Enfatizaram igualmente a necessidade de devolução num
número de assuntos que têm uma ressonância particular na tradição verde, incluindo a
qualidade da democracia, os direitos humanos, a política energética e a imigração.
O Relatório Smith
O relatório da Comissão Smith foi publicado no dia 27 de Novembro de 2014 e os
termos do acordo foram bastante enganadores. O documento não é muito extensivo e
foi dividido em dois capítulos. O primeiro capítulo refere a ordem de trabalhos da
Comissão Smith. Neste capítulo, Lorde Smith of Kelvin explica os diferentes momentos
e atores envolvidos neste processo de reforma. O segundo capítulo apresenta os
termos do acordo alcançado, que são subdivididas em três pilares: o primeiro pilar
explica os detalhes constitucionais do novo acordo de governação para a Escócia
(procedimentos eleitorais, relações intergovernamentais, representação escocesa junto
à União Europeia); o segundo pilar expõe os poderes retidos e entregues sobre as
áreas de política económica e de assistência social, e o terceiro pilar descreve os
poderes retidos e entregues em matéria de finanças.
Ao lermos o relatório, percebemos que as principais competências sobre fiscalidade e
assistência social, como pensões do Estado, Crédito Universal, contribuições para a
segurança social e impostos sobre as empresas mantiveram-se reservadas. Além disso,
o imposto sobre os rendimentos manteve-se uma competência partilhada, mas a
Escócia ganhou novos poderes alargados sobre essa área específica. Neste contexto, o
Parlamento escocês terá agora o poder de fixar as taxas de imposto sobe os
rendimentos e os limites em que são pagos no que diz respeito aos rendimentos não-
poupança e não-dividendos dos contribuintes escoceses.
No entanto, todos os outros aspetos do Imposto sobre os Rendimentos, tais como a
imposição da taxa anual do Imposto sobre Rendimentos, o subsídio individual, a
tributação da poupança e rendimento de dividendos permanecerão reservados. No
geral, foram atribuídas concessões "menores" na área social - subsídios para os
cuidados de assistência, pessoas com deficiência e doentes
14
Por outro lado, alguns aspetos relativos à a energia e extração de petróleo/gás onshore
foram delegados (Comissão Smith, 2014), e acordou-se um novo compromisso político
para a melhoria da atual Concordata sobe a Coordenação das Questões Políticas da
União Europeia.
- e na política económica
– oferta de emprego (Programa de Trabalho e Escolha de Trabalho).
De acordo com Michael Keating (2014), com este novo acordo a Escócia recebeu novos
poderes para definir as taxas e escalões do imposto sobre rendimentos, mas o imposto
14
O abono de família, o subsídio de maternidade, o subsídio de doença obrigatório e de viuvez parental
permaneceram competências reservadas.
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em si não foi delegado. Ou seja, a tributação dos rendimentos sobre o investimento,
Segurança Nacional, imposto sucessório e imposto sobre ganhos de capital
mantiveram-se reservados para Westminster. O imposto sobre as empresas será
reservado. O Imposto sobre Passageiros Aéreos foi delegado, mas o SNP tem a
intenção de aboli-lo. Da mesma forma, a devolução da assistência social limitou-se a
fragmentos de programas existentes cujo funcionamento se revelou tão problemático
que se encontra agora fechado como sendo um programa do Reino Unido. Partes
relativas ao subsídio de habitação terão que ser retiradas de alguma forma desse
programa, o que poderá complicar ainda mais as coisas. A gestão do Programa de
Trabalho será atribuída ao Governo escocês, mas não o poder de articular políticas de
assistência social, mercado de trabalho e desenvolvimento económico em conjunto de
forma eficaz.
O que é que a Escócia quer?
Agora que o relatório Smith foi publicado, seria interessante perceber o que é que a
Escócia pensa sobre os termos do acordo alcançado. Está a Escócia totalmente
satisfeita com o resultado das negociações entre os partidos? Por outro lado, também
seria interessante saber que poderes a Escócia esperava que lhe fossem entregues.
Quanto à primeira questão, um inquérito de opinião realizado pelo YouGov em
dezembro de 2014 mostra claramente que a Escócia se sente dececionada com os
termos do acordo alcançado até agora. Na verdade, 51% pensa que a Comissão Smith
não foi suficiente longe e que mais poderes deveriam ser transferidos para o
Parlamento escocês (veja-se a tabela 1 em baixo).
Tabela nº 1: O que pensa a Escócia das propostas Smith? (dezembro de 2014)
Fonte: YouGov dezembro de 2014
Quanto à segunda questão, a opinião pública escocesa sustenta que o Parlamento
escocês deveria ter ganho poderes acrescidos nos domínios da fiscalidade, assistência
social e economia (YouGov outubro 2014). De fato, 71% das pessoas pensam que os
subsídios escoceses relativos à idade ativa, como o subsídio de habitação e subsídio de
candidatos a emprego, deveriam ter sido transferidos para a Escócia; 67% dos
inquiridos pensam que os poderes para fixar e cobrar impostos sobre os rendimentos
também deveriam ser transferidos para o Parlamento escocês, e 60% acreditam que o
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salário mínimo e a regulamentação sobre saúde e segurança também devem ser
entregues à Escócia.
Estes resultados correspondem perfeitamente aos do Inquérito de 2013 Scottish Social
Attitudes Survey (Atitudes Sociais dos Escoceses) (Scottish Government Social
Research 2014), que concluiu que os eleitores escoceses queriam que a Escócia
mantivesse a sua adesão à União, mas com propriedade quase total do seu sistema de
receitas e assistência social. Curiosamente, esta opinião poderia implicar uma crítica
aos partidos pro-União que não cumpriram as suas promessas. Ironicamente, expressa
igualmente o apoio a uma solução política que não está assim tão longe da versão de
independência que o SNP propôs em 2007-2009. Para colocá-lo de forma diferente, o
resultado final do Processo Smith poderá beneficiar o "perdedor" óbvio do referendo, ou
seja, o Partido Nacional Escocês, nas eleições próximas gerais e regionais de 2015 e
2016.
4. Conclusão: o que podemos aprender com este referendo?
O objetivo deste artigo foi o de esclarecer o processo político antes e depois do
referendo. Através de uma análise sistemática das Campanhas Escocesas, tentámos
apresentar um relato interessante e preciso das mesmas, para perceber o sentido do
voto "não".
Neste artigo, introduzimos o contexto político que abriu o caminho para o referendo;
explicámos as propostas das campanhas a favor do Sim e do Não; destacámos os
argumentos mais relevantes do debate político e os momentos mais decisivos das
campanhas. Finalmente, na última parte, explicámos o Processo Smith; resumimos os
termos do acordo alcançado e referimo-nos à opinião pública escocesa sobre todo o
processo. Agora que a análise está feita, podemos concluir dizendo que, se é verdade
que com este referendo a questão da independência política foi colocada na prateleira
(pelo menos por enquanto), também é verdade que a solução política para a Escócia (e
para o resto do Reino Unido) está longe de ser resolvida.
Por enquanto, o processo político ainda está em curso. As negociações entre o governo
escocês e o governo do Reino Unido ainda estão a ser feitas, e o resultado final deste
espinhoso processo político e institucional ainda não foi alcançado. A Escócia e o Reino
Unido, como um todo, estão agora a enfrentar os muitos desafios de uma reforma
constitucional - que poderá inclinar-se para uma forma melhorada de devolução ou um
novo passo no sentido do federalismo britânico - para acomodar exigências
constitucionais escocesas, enquanto Nicola Sturgeon – a nova líder do SNP e atual
Primeira Ministra da Escócia - continua a ameaçar David Cameron com um novo
referendo sobre a independência política a ser realizado em 2016, se as atuais
exigências políticas não forem totalmente satisfeitas.
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Vol. 6, n.º 2 (Novembro 2015-Abril 2016), pp. 65-79
A LIGAÇÃO SEGURANÇA-DESENVOLVIMENTO NA AGENDA GLOBAL
PARA O DESENVOLVIMENTO PÓS-2015
Carolina Alves Pereira
pereira.carolinaalves@gmail.com
Licenciatura em Relações Internacionais, pela Faculdade de Economia da Universidade de
Coimbra (2012). Mestrado em Estudos de Desenvolvimento, pelo ISCTE-IUL (2014).
Resumo
O presente artigo
1
procura analisar a influência que constrangimentos de natureza política e
questões de ordem técnica exercem sobre a ligação entre segurança e desenvolvimento, em
particular no contexto da discussão sobre a nova agenda para o desenvolvimento global
pós-2015. Para tal, começa por posicionar-se teoricamente a ligação em análise de maneira
a contextualizar os elementos que mais a influenciam e cuja descrição é pormenorizada logo
a seguir. Depois, é exposta alguma da discussão prática em torno da elaboração da agenda
pós-2015 para o desenvolvimento, o que contribui para materializar as dificuldades (e as
oportunidades) em torno da ligação segurança-desenvolvimento, bem como as perspetivas
acerca da inclusão de um objetivo concreto visando essa ligação numa agenda global futura.
Palavras chave:
Ajuda ao desenvolvimento; segurança; ligação segurança-desenvolvimento;
constrangimentos; agenda global para o desenvolvimento pós-2015
Como citar este artigo
Pereira, Carolina Alves (2015). "A ligação segurança-desenvolvimento na Agenda Global
para o Desenvolvimento pós 2015". JANUS.NET e-journal of International Relations, Vol. 6,
N.º 2, Novembro 2015-Abril 2016. Consultado [online] em data da última consulta,
observare.ual.pt/janus.net/pt_vol6_n2_art05
Artigo recebido em 8 de Março de 2015 e aceite para publicação em 2 de Outubro de
2015
1
Artigo baseado na dissertação de Mestrado da autora, “A ligação segurança-desenvolvimento na agenda
global para o desenvolvimento pós-2015”, defendida em Dezembro de 2014 [cf. Pereira, Carolina Alves.
(2014). A ligação segurança-desenvolvimento na agenda global para o desenvolvimento pós-2015.
Lisboa: ISCTE-IUL. Dissertação de mestrado. Disponível em www:<
http://hdl.handle.net/10071/8827>.]
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A ligação segurança-desenvolvimento na Agenda Global para o Desenvolvimento pós-2015
Carolina Alves Pereira
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A LIGAÇÃO SEGURANÇA-DESENVOLVIMENTO NA AGENDA GLOBAL
PARA O DESENVOLVIMENTO PÓS-2015
Carolina Alves Pereira
Introdução
A partir dos anos 90, a multidimensionalidade que passou a caracterizar o conceito de
desenvolvimento, aliada a alterações na geopolítica mundial aquando do fim da Guerra
Fria e a importantes mudanças na abordagem ao próprio conceito, a segurança passou
a ter lugar na discussão sobre o tema. A segurança deixou de ser associada somente a
questões militares ou de competência exclusivamente estatal, para dizer respeito a um
campo de análise muito mais abrangente, nomeadamente preocupando-se com o tema
dos Direitos Humanos. As condições de vida das populações e respetivas liberdades e
direitos passaram a destacar-se enquanto pressupostos fundamentais para o
desenvolvimento pleno das sociedades, considerando-se os elementos de insegurança
como obstáculos àquela condição (Fukuda-Parr, 2003: passim).
Com efeito, as correntes teóricas do Desenvolvimento que defendem a
multidimensionalidade do conceito, assim como as correntes críticas dos Estudos de
Segurança (particularmente nos contributos das Escolas de Copenhaga – como Barry
Buzan ou Ole Waever – e de Aberystwyth – como Ken Booth e Richard W. Jones),
apoiam o alargamento dos respetivos conceitos
2
Assim, e apesar de ser até bastante debatido, o tema da segurança tende a evidenciar
um papel muito pouco consistente nas discussões internacionais sobre
desenvolvimento. A vasta literatura permite constatar que existe, de facto, lugar para
debater sobre segurança e respetivas consequências para o desenvolvimento,
sobressaindo a dualidade segurança/insegurança à qual correspondem,
respetivamente, as dimensões prevenção/reação conforme a abordagem privilegiada no
discurso. Torna-se evidente o contraponto constante entre segurança enquanto
ausência de ameaças (como os conflitos e a violência, por exemplo) ao bem-estar
coletivo com base na prevenção face à probabilidade de ocorrência dessas mesmas
ameaças, e insegurança como a existência das referidas ameaças, à qual se associa
. Desta forma, acabam por favorecer
uma maior convergência dos domínios que os mesmos envolvem. Em consequência,
gera-se uma discussão vasta e interessante, porém pouco consensual, levantando a
questão em torno da “securitização do desenvolvimento”.
2
Por exemplo, Ken Booth argumenta que a segurança propriamente dita “can only be achieved by people
and groups if they do not deprive others of it” (Booth apud Diskaya, 2013). O que, desde logo evidencia a
rutura com a perspetiva tradicional que determinava a segurança como competência exclusiva dos
Estados, pois coloca o ser humano no centro da discussão.
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uma dimensão reativa, isto é, assente na atuação sobre os fatores de insegurança
[(Fukuda-Parr, 2007: 3); (Denney, 2013ª: 4)].
Segurança supõe mais do que a simples ausência de ameaças. Na verdade, deve
associar a essa ausência a garantia dos meios e das condições necessárias à
prossecução de políticas de desenvolvimento sustentáveis e duradouras. Como fatores
de segurança, podem nomear-se a ausência de ameaças, a disponibilidade de recursos
para satisfazer as necessidades de todos, a igualdade, a justiça, a estabilidade, a
confiança (nas instituições governativas) e a construção de sociedades sólidas,
robustas e capazes (Fitz-Gerald, 2004: 10).
Insegurança implica mais que a ausência de paz. Da perspetiva dos fatores endógenos
(fatores internos que influenciam os acontecimentos num determinado território), a
insegurança caracteriza-se pela existência prolongada de situações de perigo e
ameaçadoras do bem estar e da estabilidade das sociedades. Nomeiam-se fatores como
a existência de ameaças, conflitos, violência armada e física, a discriminação, a
desestruturação governativa e institucional, lutas de poder, a escassez de recursos ou a
carência económica, bem como a corrupção, as economias paralelas e o tráfico pois
todos eles contribuem para alimentar disputas e situações de instabilidade e
insegurança (McCandless & Karbo, 2011: passim).
A supracitada dualidade funciona como argumento à ligação entre os domínios da
segurança e os domínios do desenvolvimento, favorecendo algum consenso entre os
teóricos que sobre ela trabalham. Os conceitos acabam por se mostrar indissociáveis,
já que é a conjugação de fatores que mais importa. Porém, o impacto negativo da
insegurança sobre os baixos níveis de desenvolvimento é aquele que reúne maior
consenso.
Constrangimentos políticos e técnicos inerentes à ligação segurança-
desenvolvimento
A questão sobre a causalidade envolvendo a segurança e o desenvolvimento encerra a
principal questão da ligação entre aqueles conceitos, levantando relutâncias políticas e
dificuldades técnicas que influenciam de forma importante a tomada de decisão
relativamente à introdução de um objetivo específico sobre segurança na agenda global
para o desenvolvimento.
Os constrangimentos de ordem política abordados mais frequentemente prendem-se
com a sobreposição de interesses, benefícios e privilégios por parte dos intervenientes
na agenda política internacional, em particular, dos doadores que dificultam a
harmonização das agendas da segurança e do desenvolvimento.
Segundo Blunt, et al. (2011: 176), as necessidades reais dos países menos
desenvolvidos ainda não são satisfatoriamente abarcadas pelos programas de ajuda da
comunidade doadora, uma vez que estes são mais condicionados pelas vontades e
interesses dos doadores que dos beneficiários. Ou seja, a capacidade financeira,
económica e monetária dos países condiciona de forma decisiva os parâmetros dos
seus programas de ajuda e acaba, invariavelmente, por significar um agravamento nas
disparidades entre regiões desenvolvidas e em desenvolvimento (Blunt, et al., 2011:
175-177). Isto aliado à existência e aplicação de um modelo único de desenvolvimento
baseado nos padrões ocidentais e neoliberais de desenvolvimento, é muitas vezes vista
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como uma forma de ingerência nos assuntos internos dos países, desacreditando a sua
autoridade e legitimidade, logo como a conservação de um status quo prejudicial aos
países menos desenvolvidos (Buur, et al., 2007: 31).
As consequências destas orientações nos programas de ajuda refletem-se
essencialmente na predominância da prossecução dos próprios objetivos, bem como de
benefícios económicos e políticos por parte dos doadores. Por vezes fazem-no de forma
pouco transparente, procurando camuflar intenções e interesses, ou valorizar
vantagens geopolíticas. A esta tendência associa-se o caráter paternalista e as
pretensões de ocidentalização tantas vezes apontadas aos países doadores e ao modelo
predominante de desenvolvimento, responsáveis pela manipulação e usurpação dos
objetivos de Ajuda Pública ao Desenvolvimento (doravante, APD) (Blunt, et al., 2011:
passim).
Como consequência, esta eventual manipulação dos programas por parte do poder e da
estrutura política acaba por ser muitas vezes responsável pelo prejuízo da situação já
debilitada que caracteriza os ambientes violentos (ou pós-conflito). Teme-se,
sobretudo, a securitização ou militarização do desenvolvimento camuflada pelos
programas de ajuda, juntamente com os efeitos que isso possa ter nas condições de
vida das populações recetoras (Bonnel & Michailof, 2012: passim).
Este risco de deturpação e perversão que o conceito possa sofrer, principalmente por
parte dos atores políticos reflete a vulnerabilidade conceptual apontada ao conceito de
segurança que o coloca à mercê das necessidades, objetivos, fins ou contextos de
quem os emprega ou onde se inserem. Ou seja, está em causa o perigo de apropriação
abusiva do termo, considerando-se a eventual inclusão da segurança na agenda como
uma forma de legitimar o recurso à força sob pretextos de APD (ex.: intervenções
humanitárias ou o caso da luta contra o terrorismo), desvirtuando o carácter da ajuda e
contribuindo ainda mais para o fraco desenvolvimento dos territórios mais
desfavorecidos (aprofundamento da dependência externa) [(Bonnel & Michailof, 2012:
passim); (Buur, et al., 2007: 31); (Cammack, et al., 2006: passim)]. Talvez com o
intuito de contornar estas relutâncias, algumas sugestões para a inclusão do tema na
agenda política do desenvolvimento vão no sentido de associar os objetivos de
segurança a outros domínios, como o da governança, da justiça ou dos princípios do
Estado de direito (Denney, 2013a: 7-8).
Reconhece-se portanto que, no contexto de APD em situações de insegurança, está em
causa a manutenção de um complicado equilíbrio entre os interesses e expectativas de
doadores e beneficiários. Se por um lado o egocentrismo de alguns doadores se mostra
um obstáculo real e difícil de contornar, por outro lado, há que admitir que esta não é
uma realidade isolada. Na verdade, da mesma maneira que certos doadores gerem os
seus programas consoante lhes for mais benéfico, bem como ao estatuto que
envergam, é também verdade que existem aqueles que se pautam por ações mais
moderadas no que a isto diz respeito. Por exemplo, as economias em ascensão
parecem enveredar por um sistema de ajuda mais orientado para a cooperação e
entreajuda. Nestes casos, os doadores deparam-se com a difícil tarefa de gerir os seus
interesses com os dos outros. Por um lado, permanece a importância de se
organizarem enquanto atores políticos e financiadores, cujas obrigações exigem uma
postura firme e prossecutora de resultados eficientes (que justifiquem o investimento).
Por outro lado, mantem-se a responsabilidade relativamente à expectativa do
beneficiário e à sua necessidade de apoio no que toca à sua situação económica, bem
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como à sua capacitação interna a nível governativo e institucional (Driscoll & Evans,
2005: passim).
Isto significa que à APD está subjacente uma necessidade de harmonia política que tem
tanto de importante quanto de complexo. Quando estendida a contextos de violência
ou pós-conflito onde tendem a proliferar fatores de insegurança, este aspeto tende a
intensificar-se.
Por sua vez, os constrangimentos de natureza técnica relacionam-se sobretudo com a
mensurabilidade, com a recolha de dados e criação de sistemas de monitorização
viáveis que permitam estabelecer um nexo de causalidade entre os fatores de
segurança/insegurança e o desenvolvimento, bem como com a standardização (ou
generalização) das políticas e programas de desenvolvimento, como apresentados de
seguida.
A mensurabilidade diz genericamente respeito à possibilidade de aferir com base em
indicadores e objetivos concretamente estabelecidos os resultados de uma dada ação
de modo a revelar o seu impacto. Esta definição é igualmente aplicável ao contexto do
desenvolvimento e da segurança. Naqueles contextos, a mensurabilidade aparece
associada à possibilidade e à capacidade de medir o impacto das políticas de segurança
aplicadas no âmbito dos programas de desenvolvimento, sendo considerada um
elemento determinante na ajuda internacional em contextos de insegurança (Bush, et
al., 2013: 45).
Quando se debate a conjugação das agendas da segurança e do desenvolvimento, a
mensurabilidade ou a avaliação de impactos/resultados surge associada sobretudo aos
programas de Desmobilização, Desarmamento e Reintegração (doravante DDR) ou de
Reforma dos Sistemas de Segurança (doravante RSS), bem como às missões de
peacebuilding e peacekeeping em contextos de pós-conflito e a tudo o que lhes está
inerente: número de vítimas, número de deslocados, número de refugiados, nível de
desempenho institucional e governativo, proliferação (incluindo tráfico) de armamento,
existência de minas, etc.. Monitorizar estes indicadores permite avaliar a evolução dos
referidos programas e missões. Ou seja, este tipo de missões lida com fatores de
insegurança que colocam em perigo a vida dos cidadãos, bem como as capacidades,
meios e recursos de que estes deveriam dispor para realizar as suas atividades
quotidianas. Isto coaduna-se com efeitos inevitavelmente negativos nos índices de
desenvolvimento dos territórios afetados (ex.: minas, armas, violência, índice de
fragilidade) [(Menkhaus, 2004: 3); (Bush, et al., 2013: passim)].
A mensurabilidade tenta aferir e avaliar o impacto que os projetos e programas
desencadeados no âmbito das referidas missões tiveram nos indicadores citados:
aquando da programação da missão, é definida uma matriz com objetivos, metas,
indicadores e pressupostos. São aqueles indicadores que orientam a prossecução das
metas e objetivos, contribuindo para o alcance dos mesmos e que, consequentemente
permitem refletir sobre o nível de sucesso dos programas quando a missão termina
[(Menkhaus, 2004: 4-6; (Bush, et al., 2013: passim)].
Inserida na linha de raciocínio apresentada, a mensurabilidade funde-se, naturalmente,
com a situação de conflito que analisa e com o contexto que lhe diz respeito. De acordo
com autores como Kenneth Bush e Colleen Duggan (2013), a interação entre o
contexto do conflito e o sistema de avaliação compõe-se de quatro vertentes: os
métodos, a logística, a política e a ética. Significa que estas quatro vertentes
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interligam-se e influenciam de forma decisiva o processo de avaliação dos resultados
obtidos com as políticas aplicadas através das missões de peacebuilding e
peacekeeping (Bush & Duggan, 2013: 8).
A interligação entre as vertentes mencionadas pode colocar algumas limitações à
mensurabilidade (manifestadas através dos entraves ao trabalho dos avaliadores).
Nomeadamente, a ação de atores externos (seja quem requer a avaliação, sejam
autoridades políticas, etc), o próprio ambiente físico que, devido à insegurança,
formação geográfica ou acessibilidades dificulta o acesso dos avaliadores ao contexto
que devem analisar; e restrições de informação, a base do trabalho dos avaliadores. A
debilidade ou insuficiência da informação inviabiliza os dados, logo impossibilitando a
formulação de resultados. Estas limitações acabam por colocar em causa a
interpretação fidedigna do verdadeiro impacto dos programas (Bush & Duggan, 2013:
9-11).
O primeiro engloba, por um lado, os responsáveis dos projetos e os proponentes da
avaliação. Os primeiros que tentam condicionar o acesso à documentação, permitindo
aos avaliadores utilizar apenas sites e informação “de referência” ou devidamente
“filtrados”. Os segundos que, aquando da apresentação de resultados, exigem
conclusões que por vezes não coincidem com a realidade (ex.: avaliar positivamente
quando os dados indicam o contrário). Por outro lado, engloba problemas associados à
escolha dos métodos de avaliação quando o cliente impõe o uso de metodologias
dispersas e variadas sobre as demais, colocando em risco a solidez da avaliação (Bush
& Duggan, 2013: 9-11).
O segundo diz respeito à complicação típica de situações de conflito ou pós-conflito,
isto é, quando está em causa avaliar o impacto de determinado programa naquele
contexto, o processo torna-se mais complicado em comparação com outras situações.
Isto porque estes ambientes apresentam todas as características prejudiciais à tarefa,
nomeadamente: instabilidade, insegurança, corrupção, desestruturação institucional e
governativa, escassez de recursos, dificuldade de acesso à informação (base do
processo de avaliação, essencial à eficácia da mensurabilidade), etc. No fundo,
elementos comuns aos Estados considerados frágeis e àqueles onde prolifera a
violência armada (Bush, et al., 2013: passim).
O terceiro associa-se aos obstáculos colocados aos avaliadores para a agregação de
dados, estudo de resultados e posterior elaboração de relatórios sobre os programas
executados. Se a informação recolhida não for fiável, suficiente ou coerente, os
resultados do trabalho de avaliação tornam-se fracos e obsoletos (Menkhaus, 2004: 6).
Apesar das dificuldades, a mensurabilidade permanece um dos principais
condicionamentos da atuação no âmbito da cooperação para o desenvolvimento,
particularmente quando em causa estão questões de segurança. De facto, um dos
principais argumentos associados à mensurabilidade/avaliação alega que incluir a
segurança na agenda internacional por via de temas concretos e aferíveis – como o
número de armas, de minas, o número de mortes violentas, etc – contribuirá para
regular as intervenções sob o pretexto securitário e controlar as pretensões políticas de
ingerência (Denney, 2013a: 8). Isto parece contribuir para estabelecer uma relação de
causalidade entre a segurança e o desenvolvimento, justificando a eventual introdução
de metas e objetivos associados ao tema.
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A possibilidade de avaliar um programa e apresentar os respetivos impactos sob a
forma de resultados concretos é um dos principais aspetos subjacentes às iniciativas
dos doadores, como pode aliás perceber-se pelos documentos da OCDE sobre o
assunto (como os relatórios do CAD, DAC Statistical Reporting Directives (OCDE, 2010)
e Evaluating Peacebuilding Activities in Settings of Conflict and Fragility: Improving
Learning for Results (OCDE, 2012c), por exemplo). Naturalmente, será focalizada a
ótica dos doadores e respetivos critérios, ou seja, quem os países doadores da OCDE
consideram passível de ser considerado beneficiário e sob que critérios, bem como que
ações podem ser incorporadas no contexto da APD. Quer isto dizer que a principal
questão à qual a maioria dos programas de APD responde à partida incide sobre a
possibilidade de aferir os resultados dos mesmos (OCDE, 2012c: passim).
Igualmente, a elaboração dos guias de monitorização representa um constrangimento
técnico igualmente importante. Encontrar ou formular indicadores de análise e
assegurar a sua viabilidade, imparcialidade e solidez é um autêntico desafio. São os
indicadores que permitem trabalhar na prossecução dos objetivos, pelo que é da
definição coerente dos primeiros que depende o sucesso dos segundos. Os indicadores
são os dados mais específicos da fórmula de monitorização (a par com os objetivos e as
metas) e referem-se ao estado de alcance das metas. A finalidade é os agentes
responsáveis perceberem, através dos indicadores – recolhidos de fontes reconhecidas
– até que ponto as metas propostas estão a ser cumpridas. Isto significa que,
verificando-se, a debilidade dos indicadores terá inevitavelmente repercussões no
restante programa, já que colocará em causa a solidez das conclusões formuladas
acerca do cumprimento das metas e, consequentemente, do alcance dos objetivos (UN,
2013: 23-25).
Também a negligência contextual, aquando da formulação dos projetos ou programas
de APD, relativamente aos contextos em que se vão inserir, é vista como um
constrangimento técnico (embora com alguma dimensão política) à presença formal do
tema da segurança na agenda do desenvolvimento, especialmente por parte dos países
beneficiários. Estes sublinham negativamente a tendência para a generalização, tantas
vezes associada aos ODM, assente na abordagem “one size fits all” e na existência de
uma matriz aplicável (embora suscetível de adaptação) às várias situações de
fragilidade e pós-conflito ou de violência. Na sua ótica, este método é prejudicial à
correta prossecução dos objetivos, subestimando as realidades em que se enquadra a
ajuda (Bonnel & Michailof, 2012: passim).
Como tal, os recetores sugerem uma maior atenção às especificidades e abordagens
mais personalizadas, já que consideram esta ‘standardização’ dos projetos prejudicial à
prossecução de resultados sustentáveis. Porém, se a ‘standardização’ de projetos por
parte da comunidade doadora desvaloriza as especificidades de determinado contexto,
a contextualização como base para os mesmos coloca em causa a exequibilidade de um
objetivo global: torna-se incomportável justificar ou gerir um objetivo tendo por base o
contexto de cada realidade, conflito, fragilidade ou exposição ao uso da violência
armada (Bush & Duggan, 2013:26).
Naturalmente, nem os constrangimentos políticos nem os constrangimentos técnicos
são isolados ou estanques, chegando mesmo a ser transversais e a influenciar-se
reciprocamente. Os políticos, marcados pela confiança nas políticas, pelo investimento,
pela manutenção dos interesses entre doadores e recetores e pelo equilíbrio entre
universalidade e contexto, incidem maioritariamente no esforço entre a necessidade de
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construir objetivos universais que equilibrem significativamente os vários interesses
envolvidos, e a vontade de fazer respeitar as especificidades dos diferentes contextos e
realidades em que se aplicam. Já os técnicos acabam por se associar mais à recolha,
tratamento e apresentação de dados e resultados e à avaliação dos mesmos. Porém os
interesses e vontades políticas condicionam inevitavelmente a elaboração dos objetivos
e indicadores a constar da agenda, além de estarem presentes em cada etapa da
avaliação, desde a sua definição, passando pelos métodos escolhidos para a efetuar até
à formulação e apresentação dos resultados. Surgem questões fundamentais como
“quem pede a avaliação? Qual o critério de escolha da metodologia? Qual o molde para
a apresentação dos resultados? No fundo, a que interesses servirá?” (Bush & Duggan,
2013: 10). Por outro lado, a capacidade de medir o impacto das políticas condiciona as
decisões dos Estados que exigem saber da aplicação dos fundos que atribuem (Bush &
Duggan, 2013: passim).
De referir ainda que tanto os constrangimentos políticos como os técnicos são
suscetíveis de oscilação consoante se enquadrem no nível de discussão política global,
no nível dos programas de desenvolvimento ou no nível dos projetos aplicados em
contextos concretos. Ou seja, se a nível macro (global) pode predominar sobretudo a
dificuldade de envolver na mesma agenda os domínios da segurança e os do
desenvolvimento face às necessidades e interesses de doadores e recetores, a nível
meso (das organizações, iniciativas diplomáticas, etc), podem verificar-se
maioritariamente entraves relacionadas com o alcance e a avaliação de resultados, isto
é, mais técnicas (Bush & Duggan, 2013: passim).
Tanto uns como os outros evidenciam igualmente a importância da clareza na
semântica utilizada, pois é daqui que muitos deles acabam por resultar. É fundamental
definir claramente os contornos das políticas de desenvolvimento, respetivos objetivos
e indicadores, pois disso dependerá a verificação dos resultados. Por sua vez, esta
verificação facilitará a confiança relativamente às políticas, da qual dependerão as
condições de financiamento, na ótica dos doadores e a recetividade, na ótica dos
beneficiários.
O tema da segurança na discussão internacional sobre o período pós-
2015
O enquadramento apresentado suporta a discussão prática em torno do futuro da APD.
Esta discussão é feita sobretudo no contexto dos ODM, cujo término de prazo – 2015 –
torna urgente definir metas e objetivos que lhes sucedam. É fundamental refletir no
trabalho feito com os ODM, utilizando-o como ponto de partida para a criação de uma
nova agenda orientadora da política internacional para o desenvolvimento. Esta deveria
conseguir conjugar um caráter mais atualizado, mais flexível e assertivo, com um
caráter de continuidade refletindo a aprendizagem retirada do trabalho com os ODM
(Aryeetei, et al., 2012). Poderíamos depreender que o trabalho desenvolvido até aqui
serviria de estímulo à tomada de decisão dos agentes políticos ao nível da APD,
refletindo-se isso em ações mais concretas e menos influenciadas pelos
constrangimentos referidos anteriormente. Nomeadamente ao nível das questões de
segurança, que a esta altura se cimentassem conceitos e se ultrapassassem choques
de interesses de modo a permitir a existência de uma agenda de cooperação
internacional efetivamente concretizável e bem-sucedida.
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É neste contexto que se insere, justamente, o trabalho do Open Working Group
(doravante OWG)
3
. Este grupo de trabalho foi escolhido na Assembleia Geral das
Nações Unidas (na Cimeira Rio+20) em Janeiro de 2013 e fez-se constituir por cerca de
30 membros (representantes da sociedade civil, comunidade científica e das próprias
NU). A sua principal função foi basear-se no documento A New Global Partnership:
Eradicate Poverty and Transform Economies Through Sustainable Development (2013)
do Painel de Alto Nível das Nações Unidas
4
Concretamente, na oitava sessão do OWG para discussão dos ODS, em Fevereiro de
2014, a ordem de trabalhos contemplou especificamente o tema “Conflict prevention,
post-conflict peace-building and promotion of durable peace, rule of law and
governance” (OWG, 2014). Nesta sessão intervieram grupos representantes de
diversos sectores, nomeadamente da sociedade civil (como o Quaker United Nations
Office, o Iternational Peace Bureau ou a Global Task Force), de países doadores
(nomeadamente a Coreia do Sul, a Alemanha, França e Suíça, e a Austrália, o Reino
Unido e os Países Baixos) e de países recetores (por exemplo, Timor Leste, o Ruanda e
a Zâmbia)
para criar propostas de potenciais Objetivos
de Desenvolvimento Sustentável (ODS), eventuais sucessores dos ODM. Ao fim de 13
sessões, em Julho de 2014, o OWG lançou um documento onde plasma 17 objetivos e
respetivos indicadores que possam vir a constituir os ODS. Entre eles, o 16º objetivo
(“Promote peaceful and inclusive societies for sustainable development, provide access
to justice for all and build effective, accountable and inclusive institutions at all levels”
(OWG, 2014b: 5)) engloba a temática da paz, a importância da reconstrução pós-
conflito e chama a atenção para as consequências negativas dos fatores de insegurança
no desenvolvimento dos Estados (OWG, 2014b: 2 e 18-19).
5
As intervenções dos participantes na referida sessão deixam transparecer a
predominância de elementos da dimensão política e da dimensão técnica inicialmente
explanadas. Efetivamente, aquelas são condicionadas por questões como a abordagem
à ligação (se deve ser reativa ou preventiva, consoante considerem que se deve atuar
sobre os fatores de insegurança ou incentivar fatores de segurança); a abordagem à
presença do tema na agenda (direta ou mediada, consoante se deva inserir um
objetivo concreto sobre segurança ou associá-la a outros temas); a possibilidade de
avaliar e medir impactos e resultados; bem como a existência de sistemas de
monitorização e dados estatísticos que contribuam para aferir esses mesmos
resultados.
. Desde logo, tal espelha a multiplicidade de valores, perspetivas e objetivos
que é necessário gerir nos debates sobre a futura agenda global para o
desenvolvimento (a nível macro, neste caso).
Assim sendo, discutindo sobre a ligação segurança-desenvolvimento, os envolvidos
apresentam-se bastante ponderados. Ao afirmarem:
3
As referências feitas ao trabalho do Open Working Group, bem como os documentos analisados podem
ser consultados no site oficial
https://sustainabledevelopment.un.org/owg.html [última consulta em 6 de
Outubro de 2015]
4
Este Painel foi nomeado pelo Secretário-geral das Nações Unidas para delinear os primeiros contornos da
Agenda do Desenvolvimento pós-2015.
5
Os documentos referentes às intervenções estão disponíveis no site oficial do OWG em
https://sustainabledevelopment.un.org/topics/sdgs/group8 [última consulta em 6 de Outubro de 2015].
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“The High Level Panel on the UN Post 2015 Development Agenda
calls for a transformative shift to recognize peace and good
governance as core elements of wellbeing” (IPB, 2014: 1)
ou
“Inclusive, accountable and effective institutions are important
aspects of dealing with the past and preventing countries relapsing
into conflict or violence” (Gerber, 2014: 2)
ou ainda
“Resilience and peace are central to eradicating poverty, and
achieving sustainable and inclusive development” (Borges, 2014:
2),
tanto a sociedade civil, como receptores e doadores se manifestam nitidamente
cautelosos no que diz respeito à hipótese de materializar essa ligação na futura agenda
do desenvolvimento através de um objetivo concreto.
Estas referências manifestam a preferência por uma abordagem preventiva e mediada,
significando isto desenvolver um objetivo que inclua questões de segurança,
maioritariamente a partir da associação dessas questões a outras áreas temáticas,
como a justiça, o direito e a boa governança, onde estão incluídos os princípios de
capacitação, apropriação, eficiência, confiança ou competência. De facto, é crucial
promover-se na nova agenda a construção de sociedades sólidas, robustas e capazes
(particularmente em contextos mais frágeis e menos desenvolvidos), de maneira a
aumentar progressivamente e de forma efetiva a sua responsabilização e sucessiva
apropriação das políticas de desenvolvimento que lhes dizem respeito.
Essa abordagem deveria, consequentemente, assentar na definição de objetivos, metas
e indicadores concretos que favorecessem uma avaliação coerente dos respetivos
resultados. Por outro lado, existe uma preocupação considerável face à existência dos
meios e recursos necessários à agregação do material necessário à avaliação (recolha
de dados e material estatístico, existência/criação/aperfeiçoamento dos sistemas de
monitorização), já que a maioria das intervenções lhes faz referência, ainda que isso
não se verifique em número considerável.
Isto é particularmente notório no discurso dos países doadores, onde a importância da
mensurabilidade/avaliação, como o acesso a dados estatísticos e a
existência/criação/aperfeiçoamento dos sistemas de monitorização enquanto
pressupostos legitimadores da inclusão do tema da segurança na agenda global pós-
2015, figuram maioritariamente. Afirmações como
“what can be measured gets done” (Gerber, 2014: 3);
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“the progress towards building peace and safe societies as well as
rule of law and governance should and can be measured” (Gerber,
2014: 3);
ou
“We want to see goals and targets on governance and the rule of
law, peace, safety and justice for all” (Australia, et al., 2014: 3),
mostram que a existência de material estatístico viável para aferir os resultados dos
seus fluxos de ajuda, é um dos principais condicionamentos aos critérios de APD dos
doadores, sendo estes quem parece refletir mais sobre os aspetos técnicos inerentes à
inclusão da segurança na agenda pós-2015, quando a mesma é debatida.
É nítida a transversalidade de ambas as dimensões: ainda que a discussão sobre a
introdução do tema de forma direta ou mediada seja mais afetada por questões
políticas, tem sempre subjacente a componente técnica da criação de um objetivo.
Aliás, muitas alusões à dimensão técnica são precisamente direcionadas para a
possibilidade de precaver alguns constrangimentos políticos (fins e objetivos
securitários, por exemplo) e, através dessa causalidade, legitimar a eventual presença
do tópico da segurança na futura agenda para o desenvolvimento. Exemplo disso
mesmo é a perspetiva de doadores como a Austrália, o Reino Unido e os Países Baixos
que afirmam que o domínio dos instrumentos de avaliação e monitorização favorecem a
convergência entre os agentes do desenvolvimento:
“Formulating tangible goals and targets will rally the international
community” (Australia, et al., 2014: 3).
Conclusões
Analisar o trabalho desenvolvido pelo OWG permite reflexões interessantes
nomeadamente em relação à teoria existente sobre a ligação entre a segurança e o
desenvolvimento, por exemplo no que diz respeito à dualidade segurança/insegurança.
Esta serve-lhe de enquadramento teórico na medida em que, envolvendo dois tipos de
abordagem (preventiva/reativa) à ligação segurança-desenvolvimento, a definição
daqueles conceitos se tornou fundamental para compreender a complexidade da
ligação estudada. No entanto, a própria dualidade – parte da dimensão política
associada à ligação – acabou por materializar um dos principais constrangimentos à
ligação segurança-desenvolvimento. Realmente, o facto de envolver as supracitadas
abordagens, que variam consoante se estimule a prossecução de fatores de segurança
ou o combate a fatores de insegurança, evidencia a vulnerabilidade conceptual
associada ao domínio da segurança e, invariavelmente, às questões que gravitam em
torno do mesmo. Essa vulnerabilidade, que torna o conceito passível de múltiplas
interpretações, algo permeáveis aos interesses e objetivos de quem as aplica,
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influenciará de forma importante a tomada de decisão por parte dos intervenientes na
discussão sobre os ODS.
Por outro lado, constata-se que as opiniões entre a literatura e a discussão prática
(neste caso, o 8º debate do OWG) divergem no grau de influência que associam a cada
dimensão mas convergem nos constrangimentos/oportunidades que delas fazem parte.
Isto significa que, embora uns e outros considerem as mesmas oportunidades e os
mesmos problemas colocados à manutenção do tema da segurança na agenda do
desenvolvimento, divergem relativamente ao nível de impacto que as dimensões em
que eles estão inseridos exercem sobre a tomada de decisão. Em resultado, a teoria
destaca a dimensão técnica e o trabalho prático de elaboração da futura agenda
destaca a dimensão política.
Finalmente, a avaliação enquanto salvaguarda de eventuais manipulações políticas é
um dos argumentos mais recorrentes por parte da literatura mais otimista em relação à
convergência entre a segurança e o desenvolvimento e evidencia a referida interligação
entre as questões políticas e os aspetos técnicos. Desta perspetiva, os elementos
técnicos parecem contribuir para um maior sentimento de confiança relativamente à
ligação segurança-desenvolvimento, já que bem estruturada, a monitorização servirá
para moderar as intenções políticas mais ambiciosas. Apesar disto – e de lhe serem
feitas referências importantes através da proposta de objetivos e metas por parte dos
intervenientes – a dimensão técnica em que se inclui este tipo de preocupações, não
aparece tão destacada no trabalho prático.
Esta conclusão demonstra, portanto que, quer a dimensão política quer a dimensão
técnica influenciam de forma decisiva a manutenção de um objetivo de segurança na
agenda para o desenvolvimento pós-2015, na medida em que são condições
necessárias ao processo. Isto significa afirmar que, debatendo-se a existência de um
objetivo concreto sobre segurança na futura agenda global para o desenvolvimento,
aqueles constrangimentos verificar-se-ão invariavelmente.
Porém, o trabalho dos decisores políticos acaba inegavelmente mais subjugado a
constrangimentos de ordem política, algo particularmente patente na constante
preocupação em conferir consistência e coerência à discussão e ao tema em si.
Efetivamente encontrar solidez neste debate é crucial, uma vez que a segurança acaba
por ser um tema entre tantos outros que procuram lugar na futura agenda do
desenvolvimento. De maneira que, só alicerces fortes e argumentos bem
fundamentados poderão contribuir para a maior recetividade das agendas políticas à
presença do tema na discussão
6
Apesar disto, e da maior responsabilidade atribuída à dimensão política, a verdade é
que, nos debates em concreto, a componente mais estratégica da discussão não é
exponencialmente destacada para além da já mencionada preocupação com a
coerência do discurso. Interesses ou posicionamentos políticos claros relativamente à
inclusão de questões de segurança na agenda acabam por não ser observados de
.
6
Vale a pena remeter brevemente para o debate sobre “segurança humana” e as tentativas de introduzir a
noção na agenda internacional. Foi a sua vulnerabilidade conceptual diante das agendas políticas que
acabou por inviabilizar a evolução das discussões em torno do conceito e respetiva operacionalização. O
universalismo apontado como característica da segurança humana pressupunha a possibilidade de
múltiplas interpretações o que poderia representar, segundo os menos entusiastas, uma eventual
deturpação e perversão do conceito. Isto poderia, consequentemente, acarretar efeitos mais prejudiciais
que benéficos para a segurança dos povos, pelo que os debates sobre segurança humana não foram
muito mais adiante (Freitas, 2002).
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forma evidente nas declarações em análise. A área da segurança e a área do
desenvolvimento continuam, portanto, com dificuldades de ligação, especialmente no
contexto da cooperação internacional para o desenvolvimento. De maneira que, ainda
que figure nos debates, a eventual presença concreta do tema na agenda global para o
desenvolvimento permanece algo incerta.
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Universidade Autónoma de Lisboa
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Vol. 6, n.º 2 (Novembro 2015-Abril 2016), pp. 80-84
Recensão Crítica
CARR, E.H. (2001). The Twenty Years Crisis, 1919-1939. An
Introduction to the Study of International Relations. Brasília:
Editora Universidade de Brasília: 305 pp. ISBN: 85-230-0635-
4
por Matheus Gonzaga Teles
gonzagamatheusax@gmail.com
Negociador Internacional (Universidade Estadual de Santa Cruz,
Brasil) e Especialista em Gestão Estratégica Empresarial (União Metropolitana de
Educação e Cultura). Analista Universitário e Secretário Executivo na Assessoria de
Relações Internacionais da Universidade Estadual de Santa Cruz – UESC.
.
“A CIÊNCIA da política internacional está em sua infância” (pp: III).
Século XIX, cenário que antecede o contexto das duas Grandes Guerras mundiais,
responsáveis por originar as Relações Internacionais como uma ciência. O objeto
principal desta nova ciência foi de prevenir as doenças do corpo político internacional,
assim como evitar as provocações ou os esforços que conduzam à uma nova guerra. O
desejo passional de prevenir a guerra determinou as direções e as primeiras
observações do estudo da disciplina.
Não foi muito fácil para a sociedade internacional do início do século XX entender o
motivo do assassinato do Duque Francisco Ferdinando na Primeira Guerra e o porquê
disto ter motivado a guerra de trincheiras. Além disso, a Alemanha foi considerada
“culpada” e outras nações exigiram planos de compensação econômica demasiado
caros à nação germânica como um resultado para frear sua expansão política.
Rapidamente, as principais potências dessa época descobriram que essas práticas
anteriores não seriam suficientes para trazer a paz de volta, assim como a estabilidade
à sociedade internacional. Nesse contexto crítico, no qual houve uma perturbação da
ordem política e econômica, Carr escreve esta obra única. Da mesma maneira que os
principais realistas da Escola Inglesa de Relações Internacionais, ele demonstra que as
duas guerras foram as responsáveis pela ruína da velha ordem mundial, a qual era
colonialista e demandava uma exacerbada expansão territorial.
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Recensão Crítica
Matheus Gonzaga Teles
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A criação das Relações Internacionais como uma matéria é mais recente do que se
imagina. Os estadunidenses e os britânicos a criaram no começo do século XX como
uma resposta às demandas da sociedade em relação à maneira que a política
internacional era conduzida. No que concerne a isso, o autor escreve o seguinte: “o
desejo de curar as doenças do corpo político estimulou e inspirou a Ciência Política”
(Carr, 2001: 5). Uma das razões para criar essa ciência foi o desejo dos Estados Unidos
em observar o cenário político internacional e logo após compreendê-lo, exercer sua
hegemonia como uma superpotência. Portanto, esta ciência por si mesma, reunia todos
os requisitos necessários para inspirar e instruir essa nova superpotência fortalecida
pelas derrotas de seus aliados das duas Grandes Guerras Mundiais e isso tornou
possível mudar o cenário de dominação da velha ordem política mundial influenciada
pelo velho continente.
Por ser uma nova ciência, as Relações Internacionais careciam de sérias reflexões.
Muitas delas não ocorriam a tempo e isso acarretou sérias consequências à ordem
internacional nos vinte anos de crise (período de graves tensões políticas entre as duas
guerras, o qual também influenciou de modo veemente a escrita e a produção dessa
obra). Essas reflexões foram somente algum tipo de aspirações utópicas, as quais têm
toda ciência nos primeiros passos de sua criação, centenas delas tidas como simples
aspirações puras e para Carr consideradas como ingênuas. Os acontecimentos em 1931
revelaram as incorreções da aspiração pura como base da ciência política internacional
e isso possibilitou, desde os primórdios, a difundir um pensamento crítico sério e
analítico sobre os problemas internacionais.
Para Carr, os ideais utópicos do período dos vinte anos de crise têm sua base nos ideais
iluministas e primavam essencialmente pela não utilização da força; tal utopia levou à
falência de concertos como a Liga das Nações e do status quo europeu.
A linha ideológica de pensamento que se descortina na obra, especialmente a de
caráter utópico, apresenta como as ideias se esforçam e se unem a planos políticos
para transformar a ordem mundial ao longo do tempo. Tal visão obscurece o papel
desenvolvido pelos fatores e restrições materiais, pois uma vez que essas ideias
utópicas se unem a eles, adquirem uma função alienadora das próprias ideias. Em
contraponto a esta linha de pensamento, surge o realismo ou corrente realista. O
realismo enfatiza os poderes e os processos militares e econômicos. Do ponto de vista
prático, o poder é uno e indissociável, mas, para melhor compreensão, o autor o divide
em três partes: militar, econômico e sobre a opinião. Quanto à racionalidade, assim
como às revoluções de tecnologia militar e de território, econômica e assim por diante,
o realismo praticamente ignora quão importante é a resistência à ordem consolidada –
do ponto de vista tecnológico ou utópico – e como ela pode ser importante para
contribuir à transformação ou substituição da ordem.
A capitulação dos comentários realistas e práticos é um fato que chama bastante
atenção para a obra. Com uma sabedoria inigualável, o autor faz referência às obras de
Maquiavel (Carr vê neste o primeiro importante cientista realista político, o qual lança
as pedras fundamentais da filosofia realista) e Hobbes, situa os fatos políticos nos seus
devidos contextos de atuação e, muitas vezes, critica o uso excessivo de medidas
realistas, o que para Carr torna a ação política extrema ou inviável (Carr, 2001). Como
uma de suas principais contribuições, tem-se que o equilíbrio da ordem política
depende essencialmente do equilíbrio entre o idealismo e o realismo. A utopia, muitas
vezes, não aparecia completamente desvirginada ou em seu conceito teórico mais puro.
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Assim, ela configurava-se em muitas políticas internacionais como um bem universal e
também assumia outras acepções, tais como: “todos os homens são criados iguais”, “a
paz é indivisível’?” (Carr, 2001:18), a liberalização do comércio, ideias de pronto
desmascaradas pelos realistas que as classificavam em simples interesses de
particulares ou no caso da liberalização do comércio, como a afirmação e a soberania
plena da Grã-Bretanha através de seu pujante comércio.
Os realistas descreveram e identificaram estes supostos interesses universais através
da suposta doutrina da harmonia de interesses. A escola do laissez-faire de Adam
Smith foi a principal responsável pela popularização da doutrina da harmonia de
interesses, em outras palavras, foi a propulsora dos disfarçados ideais liberais da
Sociedade Vitoriana. Quanto ao desmascaramento de doutrinas, este também tem
outra função, a de evidenciar que em política o poder é sempre um elemento essencial.
Importante ressaltar que mesmo Carr sendo um realista convicto, ele estava
plenamente seguro, como todo e qualquer cientista político consciente dos seus
estudos científicos, que o realismo apresenta falhas. Uma delas relaciona-se
diretamente à impossibilidade de o realista em ser consistente e completo, esta mesma
impossibilidade configura-se como uma das mais corretas e curiosas lições da ciência
política. O realismo consistente exclui quatro coisas, as quais são fatores essenciais de
todo pensamento político eficaz: um objeto finito, um apelo emocional, um direito de
julgamento moral e um campo de ação. Segundo Carr, o realismo puro não atrairia
eleitores ou seguidores fiéis, suas perspectivas materiais são intensamente duras para
aqueles que buscam uma promessa espiritual, algo quase mecânico, e é evidente que a
humanidade como um todo “rejeita este teste racional como uma base universalmente
válida de todo julgamento político” (Carr, 2001:120). Antes de qualquer coisa, o
realismo consistente falha porque deixa de oferecer campo para a ação destinada a
objetivos e significados. O que de mais válido o autor esclarece na sua crítica ao
realismo, é que não há uma situação plenamente estática. Pois, conforme explica, há
sempre algo que o homem pode pensar e fazer, ao mesmo tempo em que esclarece
que tanto este pensamento quanto esta ação, não são robotizados e muitos menos
desprovidos de sentido. Dessa forma, ele retoma o ponto no qual deve haver sempre
um equilíbrio constante entre utopia e realidade, pois o realismo puro não oferta nada
mais do que a luta crua do poder pelo poder, o que inviabiliza qualquer manifestação
ou tipo de sociedade internacional. Para concluir esta crítica, ele rememora que toda
situação política deve unir, de forma mútua, elementos incompatíveis de utopia e
realidade, de moral e poder.
É interessante ressaltar que Carr via os bastidores da guerra não somente pela
exclusividade do poder militar (um fato essencialmente realista), mas através de
muitos outros vieses. Por exemplo, durante sua época, haviam muitas disputas por
tratados (territoriais ou não), expansão econômica ou de influência monetária. Desse
modo, as intervenções e discussões em muitos países eram mais do que a simples
exposição de poder, configuravam-se de alguma forma, como antes uma exigência ou
necessidade de compensação moral. Como caso de compensação moral, tem-se a
Alemanha no contexto do Entre-Guerras. Muitos conflitos tinham uma natureza
puramente ideológica. Neste caso, tem-se as disputas acirradas entre os regimes
nazifascistas e os de cunho democrático, este último, ao tempo das guerras, encontrara
poucos adeptos. A fim de estimular outros participantes, esses regimes criaram um
amplo conjunto estrutural de propaganda cujo expoente mais influente fôra o de Hitler.
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Uma notável inflexão do autor foi quanto a pretensão de uma grande potência a querer
estar sempre à frente da liderança mundial. Assim, sempre que uma grande potência
esteve à frente da liderança mundial, ela procurava estabelecer uma paz mundial. Foi o
que o ocorreu com a Pax Romana, Pax Britannica e ocorre atualmente com a Pax
Americana. O autor já percebera desde o início do século XX as aspirações dos EUA em
se tornar uma potência hegemônica global, assim como as suas táticas políticas de
completo isolacionismo/unilateralismo em relação à agenda mundial. Entretanto,
somada à esta inflexão, ele traz à tona que, mesmo em proveito próprio, os EUA
afirmaram que o bombardeio de Vera Cruz, em 1914 no México, era um pleno serviço à
humanidade. Outra coisa percebida pelo autor foi que a aspiração mundial pela Pax era
uma característica peculiar às nações imperialistas. Dessa forma, não era estranho ao
Japão pensar em Pax Niponica ou os alemães pensarem em Pax Germanica. Como se
pode empreender, o autor era um estrategista sábio no campo das relações
internacionais e notava os detalhes mais sutis pela disputa de poder.
Como importantes fatores de contribuição à ciência política, encontram-se as
inferências de Carr pelo viés histórico dos fatos e da análise histórica e econômica de
Marx (esta possui um caráter eminentemente determinista, porém não muito rígida), a
qual contempla a continuidade dos fatos, tal como tendências fluindo de uma
necessidade férrea em meio a uma meta inevitável. De acordo com a hipótese
"científica" dos realistas, a realidade é identificada com o curso total da evolução
histórica, cuja investigação e revelação sobre as leis é trabalho do filósofo. Não se pode
conceber realidade alguma dissociada do processo histórico. Para realçar este
argumento, o autor o expõe da seguinte maneira:
"conceber a história como evolução e progresso, implica aceitá-la
em todos os seus aspectos, e, portanto, negar a validade de
julgamentos sobre ela" (Carr, 2001: 89).
Para Carr, o que foi, está certo. A história não pode ser julgada, exceto pelos próprios
padrões históricos (Carr, 2001).
O livro é composto de quatro partes e quatorze capítulos, acrescidos da introdução e
conclusão. Na primeira parte, composta dos capítulos um e dois, tem-se as bases
conceituais da ciência. Na segunda parte, composta dos capítulos três ao seis, são
apresentadas as evidências empíricas embasando as afirmações do autor, não somente
no contexto das duas guerras, mas nos cenários de fundo e nas reais motivações que
levam à “universalidade” dos fatos. Na terceira parte, constituída de três capítulos, são
analisadas as motivações políticas com base na natureza da política, assim como o
poder e a moral e sua grande influência no contexto da ordem internacional a ditar os
rumos das nações, ambos conceitos são baseados na teoria realista. Na quarta parte,
composta pelos capítulos de dez a treze, o autor expõe que a mudança no cenário
político percorre diversos fundamentos jurídicos e traz à luz discussões e visões que
aperfeiçoam e solidificam o convívio nas relações internacionais. Por fim, no capítulo de
conclusão, o autor traz importantes perspectivas e previsões à ordem internacional,
dentre as quais, um questionamento que permanece atual entre os internacionalistas a
respeito da sobrevivência do Estado-nação como unidade de poder e aponta que o
aspecto da futura ordem internacional está intimamente ligado ao futuro da unidade
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grupal. Quanto à unidade grupal, a previsão dele se confirmou em cheio, pois a nova
ordem internacional encontra-se disposta em blocos econômicos, os quais são
literalmente grupos de países e desenvolvem complexas relações de poder. O livro é
muito interessante e oferece um insight diferenciado do já mostrado pelos tradicionais
realistas, a exemplo das teorias clássicas de Maquiavel. Constitui-se num excelente
exercício de síntese, mostrando aos leitores que conexões podem ser articuladas entre
a linha utópica e a realista e que tais esforços não se originam por simples tensão
teórica. Constitui-se numa boa leitura, imprescindível para acadêmicos e profissionais
de Relações Internacionais, História, Sociologia e áreas afins.
“Vinte Anos de Crise” induz a refletir e a antecipar ações e práticas na política, não
somente relacionadas à história da sua época; enfim, leva a humanidade a posicionar-
se sobre a velha ordem mundial, e conscientizar-se sobre a real situação ocasionada
pelos jogos de poder e dominação. Suas preciosas lições são importantes
recomendações de como evitar os constrangimentos e aflições a que se submeteu a
humanidade no conturbado contexto de guerra. Ademais, os temas discutidos por Carr
permanecem muito atuais, suas críticas sobre o uso do poder e as suas relações e
observações às obras consagradas do Príncipe e o Leviatã, fazem dele um gênio e um
autor apreciadíssimo no seio da comunidade política intern
acional. .
Como citar esta Recensão
Teles, Matheus Gonzaga (2015). Recensão Crítica de Carr, E. H. (2001). The twenty crisis, 1919-
1939. An introduction to the study of International relations. Brasília: Editora Universidade de
Brasília: 305 pp. ISBN: 85-230-0635-4, JANUS.NET e-journal of International Relations, Vol. 6,
N.º 2, Novembro 2015-Abril 2016. Consultado [online] em data da última consulta,
observare.ual.pt/janus.net/pt_vol6_n2_rec1
